Hasta Encontrarnos.

27

A la mañana siguiente, nos tocaba ir al restaurant, ya estaba todo listo, solo faltaban pequeños detalles, la felicidad nos invadió en ese momento, estábamos cumpliendo un sueño, y a punto de cumplir otro, el frío de la mañana, el gris de las nubes y las pequeñas gotas nos anunciaban un nuevo comienzo.
Salimos muy temprano, el sol estaba empezando a salir, Jane iba al volante mientras yo trataba de comunicarme con el Sr. Richard, que nos pidió llegar temprano ya que tenía otros asuntos.
A unos kilómetros de mi apartamento la vía estaba muy monótona y congestionada, lo que hizo Jane perdiera el control hasta estrellarnos contra una pared.
Quedamos totalmente inconscientes, la policía local nos trasladó hasta el hospital más cercano, pasaron casi doce horas cuando logré despertar primero que Jane, con algunos dolores en el cuerpo y unos que otros rasguños, pero bien. Afortunadamente estábamos internados en la misma habitación, voltee a ver, y alcé mi mano hasta agarrar la suya, Jane aún no había abierto los ojos estaba con más golpees que yo, su piel blanca hacía notar con más facilidad los porrazos en su cuerpo, pero por suerte estaba respirando.
Una lágrima descendía lentamente por mi mejilla, me sentía culpable de algo, me partió en dos el corazón verla en ese estado tan delicado, estuve un par de horas más mirando al techo hasta que sentí un mínimo movimento en su mano que me apretó,y luego volteó a verme y con una voz escasa de fuerza y con sus ojitos apagados me dice.
–Amor.
–Amor todo está bien tranquila.
– ¿Que pasó?– susurró con menos fuerza en su voz.
–Tuvimos un accidente mi vida pero por suerte no paso nada, estamos bien, no te preocupes saldremos de esta– Dije tratando de animarla.
–Me lo prometes– preguntó apretando mi mano.
– Por su puesto mi vida te lo prometo.
–Ella cerró sus ojos, y siguió descansando.
Yo pasé toda la noche despierto sin soltar su mano, ya era muy tarde cuando Alex y Laura llegaron,  muy preocupados, así que le expliqué lo que había pasado , ellos me llevaron algo de comida, y se quedaron a cuidarme a mi y a Jane.