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[Advertencia: violencia, golpes, insultos] ‼️⚠️

-Hey, ¿acaso eres ciego, imbecil? -bramó este y Todoroki alzó la cabeza al instante, sabiendo con quien se encontraría con tan solo escuchar su voz. -Si no vas a disculparte, date vuelta y da la cara.

Shoto se quedó estático en su lugar y se aferró a su capucha con la intención de avanzar. La voz rasposa y gruesa, su tono petulante y que parecía siempre estar molesto con algo. Shoto lo conocía. Era un timbre de voz con el que soñó antes, una pesadilla. Bakugou. De repente su única misión era huir de allí cuanto antes, necesitaba buscar a Eijirou para volver a casa. Con eso en mente dio un paso adelante, pero la mano en su hombro apretaba con fuerza y lo giró tan rápido que Todoroki casi puerde el equilibrio.

-¡Te dije que...!

Bakugou contrajo el rostro en confusión, el enojo había sido desplazado pero Shoto tenía sus manos en alto por si al rubio se le ocurría meterle un golpe o algo. Se veía sorprendido por encontrarlo ahí y abrió la boca dos veces antes de poder soltar palabras coherentes.

-¿Por qué diablos estás aquí?

Shoto reconsideró explicar pero la mata de color negro, perteneciente al cabello de Touya, le hizo correr sin notar que arrastró a Katsuki consigo. Un tirón de su abrigo casi lo tira hacia atrás otra vez, el capitán lo había frenado con hastío y Shoto parecía ser un muñeco de trapo manejable. Casi se muerde la lengua. El nerviosismo de Shoto se apoderó de su mente cuando vio a su hermano más cerca de ellos, buscando entre la gente con el entrecejo fruncido. Tomaba a cada personas cerca para chequear quién era. Fue en lo primero que pensó y se quiso golpear a si mismo después de atraer a Katsuki, quien no paraba de insultar al aire con enfado. No tuvo opción o tiempo. El movimiento lo hizo callar, bastante sorprendido de que el joven bicolor lo haya pegado a su cuerpo en un abrazo mientras se apoyaba en la pared. Bakugou miró hacia abajo, el flequillo de Shoto que se escapaba le hacía cosquillas en la nariz y este seguía a alguien con la mirada bajo aquella capucha oscura. Quiso alejarse pero Shoto se aferró tan fuerte que desconoció tener esa determinación. Bakugou intentó de nuevo, casi con éxito de no ser porque ahora Shoto pellizcó su piel en la espalda. Y Katsuki insultaba, no le importó y sinceramente no era su mayor problema. Cuando Touya estuvo más cerca se encogió, hundiendo la cara en el pecho ajeno, lugar que ahora era su actual escondite.

-¿Qué demonios crees que haces? ¿Estás buscando que te mate?

-¡Shoto! ¡Shoto, mierda! ¡Regresa aquí, debemos hablar! -la mención del nombre les cerró la boca a ambos, Touya buscaba desesperadamente a su pequeño hermano, a los gritos y entre la multitud. -¡Shoto!

Todoroki miró sobre el hombro de Bakugou, era musculoso. Tuvo que hacer puntitas de pie aunque medía casi lo mismo, cualquiera pensaría que Bakugou le saca una o dos cabezas de altura pero en realidad era una percepción desde afuera, Shoto era menudo y delgado, se veía pequeño por su falta de cuidado en si mismo. Su cuerpo reflejaba alguien débil, como su mente. Es más, está seguro de que es unos centímetros más alto que Bakugou. Seria una grata diferencia si no estuviera encorvado la mayoría del tiempo. Los ojos bicolores siguieron a Touya, detrás de él estaba Shigaraki con un cigarro entre los labios. Su expresión parecía calmada, como si ya hubiese descubierto que Shoto no estaba solo. No había que ser un genio, atando un par de cabos y la respuesta era Eijirou, de otra manera jamás habría logrado pasar más allá de la primera puerta. Pero Touya parecía ajeno a eso, Shoto aprovecharía su ignorancia pata ganar tiempo y marcharse.

Estuvo a punto de correr, soltando el cuerpo que uso de escudo, pero Shoto frenó. Shigaraki le había dado una palmada en la espalda al pelinegro, que se tomaba la cabeza con ansias. Le dolió ver a su hermano tan mal y frustrado pero estaba enojado con él ahora mismo. No quería hablar. No quería verlo. Shoto necesitaba pensar y reflexionar por si mismo, necesitaba ir a casa y dejar de esconderse en Bakugou. El bicolor se apartó tan rápido que olvidó la pared detrás de él, rebotando y chocando una vez más contra el pecho ajeno. Mierda. Se tomó la nariz, había dolido bastante en realidad, por lo visto a Katsuki le gustaba entrenar el torso. Este último alzó una ceja mirándolo con fastidio, lo tomó del brazo con fuerza y le preguntó una vez más que mierda hacía allí. No obstante los labios de Shoto se apretaron, no tenía porqué dar explicaciones y tampoco es como si pudiera hacerlo. De repente se sentía orgulloso y confiado, como si desobedecer a su hermano le diera el poder de hacerlo con todo el mundo. Miró a Bakugou, haciéndose la misma pregunta que él le hacía. Shoto había ido hasta allí para seguir a Touya, sin que la idea de que esté metido en cosas pesadas se le cruzara por la cabeza. Incluso había involucrado a Kirishima que no tenía idea de dónde estaba ahora. Pero dudaba que tan al tanto estaba su compañero, este lugar era peligroso, no era un antro normal. Shoto chasqueó la lengua, no quería saber tampoco.

GRITO SILENCIOSO [𝔹𝔸𝕂𝕌𝕋𝕆𝔻𝕆]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora