-¡Kacchan sólo nos defendía, no quise que nada de esto pasara! -gritó Izuku en un intento desesperado de limpiar el nombre de su hermano.
-¡Cierra la boca, torpe! -y por supuesto que este también sentía ganas de matarlo. -¡Y mi nombre no es ese!
La oficina del director era un caos enorme, una guerra de griterios e insultos mientras Shoto se abrazaba a si mismo sin saber cómo explicaría los nuevos golpes. Su cara era un desastre, la de Izuku no se salvaba. Bakugou parecía desear tener mangas largas para esconder sus manos, sangre seca residía en los nudillos. Suya y de Monoma. Cielos, piensa Shoto. Porque esto era un problema con 'p' mayúscula. No podían explicarlo, no podían librarse.
Y su mente sólo va una y otra vez al sonido de las manos de Katsuki golpeando la piel del rostro de Monoma.
-Katsuki, deja que Izuku explique la situación. -pidió el señor Yagi allí presente y el director asintió, agradecido porque alguien frene ese griterío.
Shoto en el fondo también lo está.
-No sé que dijo pero yo soy inocente. -dijo Kaminari de repente, ajeno a lo que sucedía y alzando ambas manos. -No hice nada.
Shoto sintió pena por él, enrollado en un gran lío del cual solo fue un mero testigo. Uno mejor que Tetsu, opina Shoto, pues tener al amigo de Monoma no dispararía nada a favor. Tampoco lo hace Kaminari, pero al menos no los hundiría. Cuando Shoto se humedeció los labios sintió sabor a sangre en ellos y el dolor que parecía olvidado, volvió.
-¡Estoy dispuesto a hacerme responsable de la situación! -gritó Izuku nuevamente causando un drama y Bakugou se volteó a verle enfadado.
-¡Mierda, que te calles Deku!
Yagi Toshinori negó sin saber que ocurrió y por que sus hijos estaban golpeados. Shoto podía ver sus ojos y parecía sorprendido de Izuku, como si desconociera sus gritos o el hecho de que esté envuelto en una pelea. Shoto se acreditaba de eso último, él arrastró a Izuku a todo esto. Monoma buscaba dañarlo y no le importaba a quien pegarle con tal de molestar a Shoto. Miró al pecoso, sus ojos pidiendo perdón en silencio a esas esmeraldas que estaban brillando por la impotencia, siempre tan justicieras. Shoto no sabe qué hay en los ojos de Yagi cuando ve a Katsuki, pero parece cansancio. El director llamó a Izuku en una reprimenda tajante que trajo unos segundos de tenso silencio, no toleraría una falta de respeto dentro de su oficina así que decidió tomar la palabra.
-He hecho la vista gorda pero el historial secundario del joven Katsuki tiene más de una mancha.
-Director... -quiso hablar el pediatra pero este se negó.
-Aunque esté en preparatoria no puedo dejar de lado estas agresiones desmedidas. -señaló a Izuku y a Shoto.
-¡Sé lo que parece pero él no nos golpeó, fue Monoma! -vociferó desesperado, nadie parecía querer escuchar la verdad. -¿Por qué nadie me hace caso?
El director palmeó la mesa. Shoto saltó en su lugar y cuando alzó la mirada se relajó al ver que él no estaba siendo regañado, sino Izuku. Se sintió mal ese alivio cuando vio a Midoriya apretar los labios.
-Es la última vez que le advierto de su mal comportamiento. -dijo el director y miró a Yagi, como si fuera culpable de la -antes mencionada- falta de respeto hacia los adultos.
Aizawa tomó la palabra.
-Yo entré y vi a tres estudiantes con la cara hecha añicos.
Shoto se encogió en su lugar al mismo tiempo que Izuku.
Los ojos de Aizawa fueron a Denki.
-Uno limpio. -y luego miró a Bakugou. -Otro encima de un estudiante.
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GRITO SILENCIOSO [𝔹𝔸𝕂𝕌𝕋𝕆𝔻𝕆]
FanfictionShoto se niega a cambiar su vida, creyendo merecer lo que le pasa por una culpa que carcome en su interior. Un muchacho mudo a causa de un accidente trágico y otro que adopta la fama de un bravucón, dos extremos que poco a poco comienzan a entenders...