Cambio de genero.

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El chico cruzo los brazos fastidiado, ante la clara emoción de la hermanita de su ¿novio? ¿novia?, era muy confuso en verdad, tan solo esperaba internamente que tuviera arreglo, por que no estaba demasiado emocionado, con la idea de tener eso entre sus piernas, no es que nunca hubiera visto uno, o nada parecido, ella y su pareja, tenían una muy activa y sana vida sexual.

Una ligera sonrisa lobuna, cruzo sus labios, al ver a la hora "nueva hermana Loud", auto explorando su ahora par de senos, tímidamente.

-- -- Arréglalo – Bufo el joven Chang, arrastrando a su ¿novia? Hacia la que era su habitación, dejando a una sorprendida genio, a un intentando de recopilar todos los datos posibles.

-- -- Al menos llena esto – grito la pequeña vestida la bata, alcanzándolo con un pequeño frasco plástico, que tenía escrito muestra en su etiqueta.

Logrando un ligero rubor en ambos rostros, antes de entrar en la habitación de la ahora chica.

Minutos después.

Su cerebro intentaba procesar toda la maldita información, que sentía en esos momentos, a un que le parecía imposible en esos momentos, era obvio que Lincoln, llevaría un poco de ventaja el era el dominante en la cama, y sabia jodidamente bien, donde tocarle para tenerlo casi a su merced, pero a un no todo estaba decidido, no llevaba teniendo relaciones sexuales, con el que fuera primero novio de su mejor amiga, luego amigo con derecho, amante y al final pareja, sin aprender algunos cuantos trucos en el camino.

Tomo a la albina entre sus brazos, y le metió uno de sus dedos en su boca, susurrándole levemente que lo lamiera, metiéndolo a continuación de golpe, era algo que en lo personal a ella le había costado entender en un principio, pero a la larga resultaba beneficioso para ambos durante sus encuentros.

Varias horas después.

Su pecho intentaba regular su respiración, mientras observaba el reloj de pared, intentando asimilar que llevaba haciéndolo con su ¿Novia? Un total de doce horas no era la mayor cantidad de tiempo, haciendo esa clase de cosas, tan solo el recordar la vez, que quedaron atrapadas durante su excursión de esquí con Jordán y Stella durante todo un fin de semana, en la nieve, daba una idea de la situación, en especial con ese par, que a la mas ligera señal intentaban revolcarse con su novio, a un que, a decir verdad, en ocasiones podían ser bastante divertidas.

Abrazo a la albina por la espalda, sonriendo, quizás no pudieran volver muy rápido a su estado normal, pero la situación por ahora era tolerable, a un que no sabia cuantos frascos de muestras quería Lisa que llenara con sus fluidos era el noveno que el mini robot colocaba en la mesita de noche.

Sonrió tímidamente, al menos no fue como la primera vez que los atrapo haciendo algo en su habitación, sintió a la albina frotarse tímidamente con su cuerpo ahora varonil, lográndolo poner de nuevo de humor, y bueno quizás Lisa tardara en regresarlos a la normalidad, pero ellos sacarían lo mejor de la situación en general. 

30 momentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora