Especial 2 (¡14 de Febrero!)

58 7 3
                                    

Un especial del 14 de febrero que no ocurre un 14 de febrero 💘

ETHER

—Si un gallo puede tener un corral para él sólo, ¿por qué yo no puedo...?

Lo golpeé con fuerza en la costilla, haciéndolo perder el aire mientras se doblaba dolorosamente, sujetando su estómago.

—Por eso no puedes.

Me miró con reproche.

Ni siquiera sabía cómo habíamos llegado a esa situación, pero se había vuelto muy común ser acompañada a casa por Grace, que no perdía un segundo de oportunidad para coquetear con cualquier niña que se acercara.

—Mira, no te entiendo en lo absoluto —dijo Grace—. Te coqueteo y me ignoras, pero le coqueteo a alguien más y te enfadas, estás demente.

Apreté los labios, sin mirarlo.

—No estoy enfadada —aclaré, intentando convencerme a mi misma—, puedes coquetearle a cuánta escoba se te cruce con toda la libertad del mundo.

Sentí su mirada sobre mi, e imaginé su cara de idiota intentando adivinar el mensaje oculto.

—Entonces, ¿no te molesta si un día te beso y luego voy y beso a alguien más?

—Para empezar, yo no dejaría que me beses, y de intentarlo te golpearía.

—¿Y si te digo que me gustas?

Intenté no perder el control y continué mi camino, apretando los puños con discreción.

—Te diría que estás perdiendo el tiempo.

—¿Por qué? ¿Le temes al éxito?

Le dirigí una mirada de fastidio, encontrándome con su sonrisa petulante.

—Temo que se me pegue tu idiotez.

—No te preocupes, compraré condones.

Me volví rápidamente, ocultando una sonrisa por su comentario, intentando no reírme.

—Eres de verdad más idiota de lo que imaginaba.

—Tambien tuve una primera impresión equivocada de ti —admitió—. Eres más caprichosa de lo que pareces, me costará un poco más de lo que creía domarte.

—No soy un animal.

—No todavía.

Ya bastante harta, me detuve a mitad de camino y levanté mi puño, preparada para golpearlo. Grace cubrió primeramente su rostro.

—¡Entiendo, entiendo! Haremos algo —intentó calmarme, pero no quité mi posición—. Yo voy a besarte —levanté el brazo, y dió un pasó atrás, hablando más rápido—. Voy a besarte, y si te gusta, tendremos una relación de... Tres semanas, y si no, dejaré que me golpees, no coquetearé con nadie más frente a ti y dejaré de molestarte.

—Lo único que pasará si me besas es que voy a golpearte.

—Eres una salvaje, ni siquiera sé porqué quiero besarte.

𝐴́𝑛𝑔𝑒𝑙𝑒𝑠 𝐺𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖𝑎𝑛𝑒𝑠 [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora