Capítulo 3

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Tome la llaves de la motocicleta y salí de mi apartamento, mientras iba bajando las escaleras me encontré con Sharon, una chica que vive en el apartamento contiguo a al mío y según tengo entendido es enfermera, me saludo y una leve sonrisa a la cual yo correspondí por educación, me dirigí al estacionamiento y con mi motocicleta me fui a donde mi mente me llevara.

Ya llevaba varias vueltas alrededor de la manzana, buscando o esperando algo que no tenía claro de que era, mi cabeza trabajaba a mil por hora, tenía una especie de presentimiento, y temía de él, por lo regular casi nunca eran buenos la última vez que me sentía así fue el día que perdí a Bucky, mi mejor amigo, por lo que no quería ni imaginar de que se tratara, mi teléfono comenzó a sonar y me orille para poder contestarlo por suerte no había demasiada gente porque ya era un poco tarde.

*Conversación telefónica

-¿Hola?

-Steve, ¿Qué tal?.-Respondió una voz femenina

-Hola Natasha, todo bien, ¿pasa algo?.-Usualmente no recibía llamadas personales

-Sí, claro lo que pasa es que, Sarah, la de oficinas, es linda y….

-¡No!, ¡Natasha no!, basta de buscarme citas, por ahora no estoy interesado en salir con alguien.-la interrumpí

-¡Lo siento Steve!, lo sé me lo has repetido un millón de veces, pero creo que deberías darte una oportunidad, sabes.- dijo tímidamente

-Lo entiendo Natasha, pero tengo la seguridad de que cuando tenga que suceder, sucederá.-Respondí más tranquilo

-Bien, de acuerdo, no te molesto más, nos vemos

-Lo siento, hasta luego.-Corto

*Fin de la conversación

Guarde el teléfono celular y suspire frustrado, puse en marcha la motocicleta y seguí mi camino sin rumbo, Sarah era linda, pero no era mi tipo, en realidad, no tenía idea de quien era mi tipo o que significaba eso, pero era lo que siempre le decía a Natasha cuando me buscaba una cita, supongo que estaba destinado a estar solo hasta el fin de mis días.

Pare en un semáforo, escuche unos gritos provenientes de mi izquierda, voltee inmediatamente y vi a una chica sola, caminando velozmente maldiciendo, iba muy bien vestida y traía su bolso en la mano, el semáforo cambio a verde pero no avance, había algo en esa chica, mire hacia atrás para ver si no había nadie a quien le estuviera frenando el paso, por suerte no era asi, regrese la mirada a la chica y antes de doblar la esquina un hombre se le acerco, ella retrocedió y maldijo de nuevo, me baje rápidamente de la motocicleta y me acerque a ellos corriendo, el hombre había sacado una pistola y gritaba que le entregara el bolso, me interpuse entre los dos.

-Aléjate o te disparare.-dijo el hombre con sus dientes amarillos

-Por favor buen hombre, no se meta en problemas, le dejare ir.-dije  tratando de arreglar la situación

-¿Buen hombre?, si claro.-su voz se escuchó detrás mío, por alguna razón me hizo estremecer, el hombre extraño sostuvo con mayor firmeza la pistola y se rio entre dientes

-Tu no me dirás que hacer hombrecito, ahora los dos denme todo lo que tengan.-Dijo extendiendo su mano libre

-Se lo advertí.-respondí y di una patada rápida en el brazo lo cual hizo que soltara la pistola, la tome y le apunte.-Ahora váyase de aquí y no regrese

El hombre asintió asustado y se fue corriendo, sentí una satisfacción en mi interior, mire la pistola y la rompí, la tire a unos arbustos, de pronto sentí unos toques tímidos en mi hombro.

-Demonios, sí que eres alto.-dijo mirándome, yo fruncí el ceño confundido y ella sonrió, era la sonrisa más hermosa que había visto.-Gracias por salvarme

-No…, no es nada.-Soy un desastre hablando con chicas

-No, es que en realidad te lo agradezco, no tenías ninguna obligación de ayudarme y ¡lo hiciste!.-dijo  riendo

-No te preocupes no fue nada, no deberías andar a estas horas sola.-dije evadiendo su mirada

-Lo sé, pero es que no soporto las reuniones de papá.-miro el suelo algo enfadada

-¿Te gustaría que te llevara a tu casa o algo?.-Eso había sonado demasiado inapropiado, ¿Por qué lo había dicho?, ella levanto su mirada y frunció el ceño, pero luego sonrió

-¿Qué tal si también quieres secuestrarme?.-agrego riendo

-No te preocupes, te juro que no lo hare.-reí igual

-¿Cómo confiare en ti? Ni si quiera se tu nombre.-levanto las cejas

-Soy Steve.-respondí

-Soy ____.- dijo ofreciéndome su mano, la cual bese por educación y buenos modales.-Un caballero, ¡vaya!, pensé que ya no existían, bien, en ese caso, ¿podrías llevarme a mi casa?, no está muy lejos de aquí

-Claro que sí, solo si no te importa subir en una motocicleta.-dije y apunte a mi motocicleta tirada en medio de la calle

-¿Una motocicleta?, ¡genial!, nunca me he subido a una, ¡andando!.-respondió entusiasmada y se dirigió a al vehículo, había algo especial en esta chica

Ambos subimos a la motocicleta, aunque a ella se le dificulto un poco ya que traía un vestido pero a fin de cuentas pudo subir, me dijo donde era su casa y comenzamos a andar, ella me abrazo fuertemente y una chispa se encendió dentro de mí, era algo realmente extraño, llegamos a su casa, o más bien mansión y ella se bajó de un salto.

-Gracias Steve, por todo.-dijo sonriendo

-No es nada, de verdad.- apague la motocicleta y por primera vez la mire a los ojos, eran los más bellos que había visto nunca

-Ten.- me entrego un papel.-Me gustaría volverte a ver, hasta pronto

Vi cómo se metía a su hogar y me quede pasmado, abrí el papel había un teléfono escrito en el y una inscripción que decía “Por favor llámame, ¡Hazlo!”, me reí, después de todo el presentimiento no había sido malo, sino todo lo contrario.

 Mil gracias por todo su apoyo!, de verdad las quiero demasiado!, espero que les guste el capítulo, hasta luego:))

Déjame estar contigo (Capitán América & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora