Capítulo 4

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Me levante a duras penas de la cama, considerando que ayer me había dormido casi a las 4:30 de la mañana por el regaño de papá era razonable, anoche fue totalmente una locura, solo me había salido por un poco de aire ya que las "amigas" de mamá estaban criticando mi falta de prometido y estaban ofreciéndome la carne fresca de fétidos niños que tienen por hijos, necesitaba un respiro y por supuesto me escape para molestar mas aun a mamá, Alex me vio irme pero no dijo nada, tal vez porque el estaba deseando hacer lo mismo.

Luego de burlar a los guardaespaldas de mi padre empecé a maldecir a todas esas señoras, ¿qué demonios les importaba mi vida amorosa? En mi vida entera aceptaría estar con sus hijos, asquerosidad de gente, huecos, presumidos y arrogantes, mientras iba maldiciendo a mi atonjo, un hombre salio de la esquina, pobre idiota, me apunto con un arma y me parecio aun mas imbécil, cuando iba a sacar el arma que papá siempre me obligaba a llevar me percate que la había olvidado en casa, maldije y comencé a retroceder, podría golpearlo pero estaba lejos como para empezar un combate cuerpo a cuerpo, de pronto un hombre fuerte y alto apareció salvajemente de nada, le pidio al ladrón o intento de ladrón que se fuera llamandolo buen hombre, me reí de eso e inclusive lo dije, el hombre desconocido le dio una patada al arma y el ladron se fue corriendo, técnicamente me había salvado, toque su hombro aunque me tuve que poner de puntas ya que era muy alto en comparación mía, le agradecí y para no hacer mas largo mi relato mental me trajo a casa en su increíble motocicleta, le di mi número y entre a casa, era sumamente lindo y se molesto en salvarme, merecía algo de mi respeto, pero cuando llegué, papá estaba en su sillón esperando con la cara de cuando amenaza a alguien, mamá estaba a su lado mirando desaprobatoriamente como siempre lo hace y Alex miraba divertido desde las escaleras, papá me dio el regaño del milenio, sentí que tenia 16 de nuevo cuando me regañaba por no querer disparar con los armamentos grandes, menos mal no se dio cuenta del apuesto tipo que me trajo en motocicleta o me hubiera cortado la cabeza.

Me talle los ojos y me mire al espejo parecía muerta por el maquillaje corrido, me reí mentalmente de mi misma, primera vez que salí sola y casi me matan, genial.

-¿Quién es el tipo de la motocicleta?-. Me sobresalte, Alex estaba apoyado en el marco de la puerta mirándome

-¿Qué tu no sabes tocar? ¡Maldita sea Alexandré!-.dije nerviosa

-¿Quién es?.-levantó una ceja

-Nadie que te importe-.respondí y le di la espalda

-Claro que me importa, no te dejare salir con alguien que yo no apruebe-.¡¿que demonios?!

-¿Cuando te habías preocupado tu por mi?-. Lo mire entrecerrando los ojos

-Se que no lo parece pero realmente lo hago y a ese tipo nunca lo había visto

-No me hará daño, te lo aseguro-. Dije sonriendo un poco, quien lo diría? Después de todo si le importo  -No confió en el-. Respondió y después se fue rápidamente

Rodeé los ojos y me tire en la cama, el, Steve, realmente no había podido dejar de pensar en el, ojala me llamara pronto.

Hola! Perdón por tardarme tanto! Espero que les guste, muchismas gracias por el apoyo, se los agradezco enormente, hasta luego:))

Déjame estar contigo (Capitán América & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora