tres años han pasado desde la derrota de orochimaru, la familia son a dejado en claro su presencia en este mundo, pero las amenazas de viejos y nuevos villanos, nuevos universos y guerreros de grandes habilidades amenazan al clan son. Ellos, sus muj...
Los seis meses reglamentarios en el planeta kaio había terminado, cada uno de los jóvenes ninjas provenientes de la aldea oculta entre las hojas paso por el infierno, pero claro solo como un dicho. Atrapar a bubles fue agotador en todo sentido, intentar golpear a Gregory con un mazo gigante destrozo los brazos en sentido figurado claro está. Pero en su momento, los chicos se divertían con esto y sobre todo kaio-sama, los jóvenes se molestaban entre ellos y causaba una gran gracia para el antiguo maestro de Goku. Todo este tiempo, el hombre de antenas en la cabeza, genero un apego por estos chicos como alguna vez lo hizo con las esposas de Goku y Gohan. Hoy debían volver a sus hogares en su propio planeta, lo que en el fondo de su corazón al kaio lo ponía melancólico.
Pero no era tiempo de ponerse triste, los resultados del entrenamiento se podían notar a la vista, los chicos ahora tenían una actitud un poco más seria en sus caras, sus cuerpos ya no eran tan flexibles como los de un shinobi, sus físicos había generado una mayor masa muscular pero no tanto como un fisicoculturista, el cuerpo perfecto de un guerrero z. la presencia que imponían los chicos se podía sentir en el aire, además de dominar el ki en toda faceta, un plus más para ser los mejores artistas marciales, guerreros y ninjas del mañana, quienes defenderían el mundo shinobi de todo mal.
-ahora ya no queda nada más que enseñarles, casa técnica y habilidades que han adquirido los han hecho fuertes, ya no son como los de antes- decía el sensei de los jóvenes, el cual con las manos detrás de su espalda y caminando por delante de ellos, quienes estaban formados en una línea, escuchaban al kaio con sonrisas en sus caras, -ahora me siento orgulloso de decir que son guerreros shinobis- al terminar de decir estas palabras, los lentes negros del kaio brillaron y las ropas andrajosas de los jóvenes cambio a ropas nuevas.
-muchas gracias kaio-sama- respondió sasuke con respeto por su maestro. Los jóvenes colocaron sus manos a los lados y se inclinaron frente al kaio del norte, mostrando el respeto que estos tenían por él.
-jajajaja, me avergüenzan chicos- decía el kaio frotándose la parte posterior de la cabeza, -pero antes de que se vayan, quiero ver el progreso de ustedes dos- dejando las risas de lado, el kaio miro a fuu y naruto. Los jinchurikis se miraron entre si y dieron un paso adelante.
-bien sensei, dime ¿Qué es lo que quieres de nosotros?- dijo con simpleza la chica de verde cabello. El kaio sonrió mientras daba un par de pasos atrás.
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-según lo que he visto en su mundo, existen 9 bestias llamadas biju o bestias con colas, cada uno tiene un nombre según sus números de colas- decía el kaio del norte. Naruto y fuu se volvieron a mirar para asentir rápidamente, -ustedes dos tiene a una bestia en sus cuerpos. Fuu el escarabajo de siete colas y naruto el zorro de las nueve colas- exclamo el sensei del otro mundo, a lo que los jóvenes volvieron a asentir.
-chomei es mi amiga, nos entendemos bien- comento fuu con una gran sonrisa en sus labios, -pero no puedo decir lo mismo de naruto- con una mueca nerviosa fuu miraba al joven uzumaki, quien se frotaba la cabeza con vergüenza.
