tres años han pasado desde la derrota de orochimaru, la familia son a dejado en claro su presencia en este mundo, pero las amenazas de viejos y nuevos villanos, nuevos universos y guerreros de grandes habilidades amenazan al clan son. Ellos, sus muj...
En el hospital de konoha, luego de una interrogación exhaustiva de jiraiya y su amiga de la infancia tsunade, junto a algunos de los miembros del consejo, donde el peliblanco dio toda y cada una de las explicaciones de su pelea contra el líder de la nubes rojas, además de entregar el cuerpo a uno de estos al hombre de la voz de piccolo ibiki, el sabio de los sapos, pidió quedar a solas con el patriarca del clan son, siendo este uno de los miembros del consejo como cabecilla de uno de los clanes de konoha.
-son goku, creo que te debo una explicación luego de abandonarte e irme solo en la misión- decía el galante sabio, con voz seria. Goku con sus brazos detrás de la cabeza, decidió sentarse a un lado de la cama del invocador de sapos.
-la verdad, no fue nada, pude enfrentarme con sujeto realmente increíble- decía con jovialidad y alegría por la pelea, el patriarca del clan son, sacando una leve sonrisa del sennin.
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-si, él es un tipo increíble, aunque no estuviera usando su propio cuerpo- exclamo el peliblanco, sacando una mueca de confusión del sayayin.
-¿Qué quiere decir?- pregunto goku algo mas interesado en la historia detrás del sujeto con quien se enfrentó.
En ese instante, empezó un relato bastante extenso entre el sennin de los sapos y el guerrero mas fuerte en el planeta ninja. Jiraiya contaba las aberraciones de la ultima guerra ninja, como conoció a yahiko, konan y a nagato, los entreno y convirtió en sus discípulos, convirtiéndose en su única familia, enseñándoles como sobrevivir a la guerra. Goku estaba muy serio con los brazos cruzados, escuchando con mucha atención cada palabra del peliblanco, dándose una idea de lo sufrido por estos chicos y sus motivos de querer traer dolor al mundo. El mismo dolor que ellos sufrieron en el pasado.
-entiendo- contesto goku, al terminar de escuchar la historia de jiraiya. En esos instantes, el sennin mantenía un par de ojos húmedos que amenazaban dejar caer un par de lágrimas.
-me hubiera gustado que esto no terminara así, que no llegaran al punto de querer ver arder este mundo- decía el sennin apretando fuertemente las mantas de su cama. Una mano se poso en el hombro de jiraiya, quien abrió sus ojos y miro sorprendido al sayayin de raza pura.
-yo también he pasado por momentos difíciles en el pasado y creo comprender a estos chicos, es por eso que...- goku realizo una pausa dramática mientras que jiraiya no dejaba de verlo, -no dejare que se salgan con la suya- exclamo con una gran sonrisa en su rostro el guerrero marcial. Jiraiya bajo su vista en ese momento.
-te entiendo son goku, si debes eliminarlos que así sea- dijo el invocador de sapos con mucha melancolía en su voz, pero goku negó con la cabeza.
-imposible, jamás podría eliminarlos, seria un desperdicio acabar con un sujeto tan fuerte- exclamo goku moviendo sus manos, dejando al peliblanco con los ojos abiertos, -no, no, no, quiero volver a luchar con él y mostrarle el camino correcto, esa es mi misión- dijo el sayayin apuntándose a si mismo mientras sonreía. En ese instante, jiraiya al fin pudo comprender, que goku no solo era un tipo que buscaba luchar, tener a mujeres por montón, si no quien buscaba el bien de la aldea y el mundo. Y ese motivo atraía a la chicas con las que estaba casado, como dicen, no solo era una cara bonita.
