Riley

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Ha estado toda la mañana hablando de nosotros. Me duele ver como me confunde con nuestro hijo.
Hace varias semanas que estamos esperando los resultados de las pruebas que le realizaron para que nos confirmen la teoría de James. No dudo de él, después de todo es Neurocirujano, sabe mucho del tema. Pero al igual que ella, me cuesta aceptarlo.

—Alzheimer. —Una lágrima cayó de su rostro cuando el doctor nos informó el diagnóstico.
Corrí a limpiarla, y la tomé de la mano con fuerza. No puedo permitir que se derrumbe.

—Pero yo me acuerdo de todo, de todo. —susurró nerviosa.

—Está en la etapa leve, puede iniciar con algunos tratamientos para reducir un poco la velocidad de la enfermedad. —La conozco, y sé que ya no está escuchando al doctor, tiene ganas de salir corriendo de aquí y no va a tardar en hacerlo.

—¿Me puedo marchar? —pregunta acercándose a mí en busca de apoyo.
El doctor asiente compresivo porque parecía más bien una súplica de su parte.

Le pido a James que me deje solo con ella, y la sigo hasta el auto.
Se deja caer en el asiento del copiloto, y no impide que las lágrimas caigan de sus ojos.
La acompaño a llorar porque yo también lo necesito. Desearía que no estuviera pasando por esto. Cuanto quisiera poder ayudarla. La abrazo con fuerza porque tengo miedo de perderla. Me aterra pensar de que llegará el día en que no me recordará, y que la mire a los ojos, y ya no encuentre ese brillo tan único que solo he visto en ella.

—¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? —le pregunté mientras aún la abrazaba.

—¿Me llevas a la taquilla? Hoy necesito más que un billete de lotería para recuperar mi esperanza. —¿Por qué seguía creyendo en eso? ¿Por qué? si ya no había mucho que hacer.

—¿Aún crees en eso? —Pregunté molesto con el mundo porque ella no se merecía lo que le estaba pasando.

—Necesito aferrarme a algo para pensar de que todo va a estar bien. —Logré entenderla porque ¡qué no haría yo por ella!
Compramos cinco billetes y se me ocurrió llevarla a un lugar especial.

—Ahora es un estudio fotográfico, pero años atrás había sido una tienda de segunda mano, y tú y yo la conocimos como la librería, aquí empezó nuestra historia. —la abracé con fuerza, nunca había tenido tanto miedo en mi vida.

—Perdóname si la olvido, no quiero que pienses que dejo de amarte. —otra lágrima corrió por su mejilla y yo le acaricié el rostro.

—No tienes porque pedir perdón, Riley. Tú no tienes la culpa.

—Cumpliste tu promesa, nunca me rompiste el corazón. —Supe desde la primera vez que la vi que era la mujer de mi vida.

—No soporto verte sufrir. —Mis palabras se quedaron en el aire, y la besé para asegurarle de que nunca la dejaría sola.

Recuerdo que un día me confesó que cuando muriera, no quería darse cuenta que lo había hecho, y así fue.

Cuatro años más nos permitió la vida estar juntos, y aunque no me recordaba, la tenía cerca. La última vez que vi sus ojos, sonaba en la radio Thinking Out Loud de Ed Sheeran e incluso sabiendo que no podía entenderme, le confesé que la canción hablaba de nosotros.
Necesitaba que supiera que la amaría por siempre.

                                           FIN.

"... que la muerte nos es fea, que nadie debe estar triste ni acobardarse mientras haya libros en las librerías, y luz en el cielo, y amigos, y madres"
                                          José Martí.

Autora: Alice Gregorich

Nota de la autora.
La idea de la historia surgió por la pérdida de un familiar querido. El primer capítulo lo escribí el día de mi cumpleaños, cargada de emociones y tristezas. Superé mi dolor escribiendo, y creo que estoy satisfecha con el resultado.

Esta historia está dedicada a GisyJF14 pau12siordia
Por ser dos lectoras fieles, a mi madre y a mi padre por el apoyo (aunque no lo vean aquí en wattpad) y a mi tía Estrella, que todos los recuerdos que guardo de ella son bonitos.

Cada comentario me llenó de vida y me inspiró a seguir escribiendo. Solo por leer les agradezco muchísimo, y espero que La librería les haya tocado el corazón y que en algún momento les sacara una sonrisa. Sigan sus sueños, Riley demostró que todo es posible.
Otra vez gracias ♥️♥️♥️♥️♥️

La librería (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora