Fairy Tail || Vkook

Capitulo veinticuatro

No, no, no, no, no. ¡No!

Caí en el espacio vacío, sin poder alcanzarlo, sin poder hacer nada para ayudarlo, para hacer que se quedara.

No pude salvarlo. A mi omega.

Alguien abrió la puerta bruscamente, ni siquiera me molesté en mirar quien era, me quedé arrodillado en el suelo, viendo mis manos vacías.

—¿TaeHyung? — llamó NamJoon - ¿Dónde está JungKook? —

Cerré los ojos fuertemente — Él... — murmuré, golpeé el suelo con mi puño — maldición, maldición ¡maldición! — golpeé una y otra vez, escuchando las ventanas retumbar.

—¿Qué rayos pasó? — preguntó NamJoon, colocándose a mi lado.

Miré directamente el lugar en donde lo había visto desaparecer, sintiendo el pánico retorcer mí interior, subir por mis venas a mi corazón, hasta ser bombeado a mi cerebro y volverme loco en el silencio que quedó.

— é-él... JungKook, él... — hablar y respirar era difícil cuando sentía que me vaciaba, como un vaso roto que no puede mantener nada dentro — desaparecío... NamJoon, él solo se fue, no pude llegar a t-tiempo y yo... — parpadeé y bajé la mirada, viendo mis manos. Debí sostenerlo, debí correr más rápido, debí reaccionar más rápido, moverme cuando me llamó por primera vez, o tan solo... Prometerle algo, que todo estaría bien... — ¡No pude! ¡No pude alcanzarlo! ¡NamJoon, él se fue! ¡Dejé que se lo llevarán, maldición! — grité, volviendo a golpear el piso tan fuerte que sentí que mis huesos se partirían.

— ¿JungKook? ¿De qué hablas? — dijo pero quedó en silencio de inmediato y no habló por un largo momento, como si recién se diera cuenta de que algo era extraño — ¿En dónde... — otro silencio.

Cubrí mi rostro con mis manos y gruñí — ¡Se lo llevaron! — exhalé — ¡No pude hacer nada! — grité.

Me quedé viendo como desaparecía en el portal, estaba asustado... esperaba, no, necesitaba que lo ayudara y yo simplemente me quedé viendo como se iba.

—¡¿Se llevaron a JungKook?! — gritó sorprendido — ¡¿Cómo?! ¡¿Cúando?! — interrogó.

— N-no sé, no sé que pasó... — murmuré — había una voz y de repente se abrió un portal negro y arrastró a JungKook, te juro, NamJoon, juro que traté de detenerlo, pero... no lo logré — susurré.

—¿Una voz? ¿No reconociste de quien era? ¿sabes quien era, TaeHyung? — preguntó.

Negué. Sucedió en un instante, hace menos de una hora JungKook y yo estábamos bailando en salón y él dijo...

Su rostro desesperado no podía desaparecer de mis pensamientos. Todo lo que quería es que estuviera bien ¿Cómo llegamos a esto? Ahora JungKook no estaba, por mi culpa, no sólo le oculte cosas todo el tiempo también dejé que alguien desconocido lo secuestrara mientras yo veía todo, estando en la misma habitación, a pasos de él.

¿Y si no lo volvía a ver? ¿Si no podía hacer nada por él? ¿Entonces, que? ¿Y si esto era nuestra última vez?

El hilo de pensamientos me sumió más en el pánico y la desesperación.

Sentí las manos de NamJoon aferrarse a mis hombros — respira, hombre. No puedes hacer nada si estás alterado. — me dijo y esperó un momento hasta que mis ojos dejaron de mirar de un lado a otro frenéticamente y mi pecho dejó de subir y bajar como una máquina descompuesta — Bien, ahora dime ¿Qué pasó exactamente? Estábamos hablando, JungKook entro y yo salí para que pudieran hablar en privado. ¿Cierto? — asentí — después de que yo salí ¿Qué sucedió? — cuestionó.