Fairy Tail || Vkook

Capitulo Ocho

" Corría alegremente en un campo, lleno de flores que jamás había imaginado tan bellas, de colores tan vividos y brillosos que parecían querer escapar de sus pétalos en cualquier momento, el sol brillaba haciendo lucir todo aún más cálido y hermoso de lo que por si sólo podría lucir jamás.

Era un día perfecto, sin duda.

De pronto dejé de correr. ¿Qué estoy haciendo?, pensé. La pregunta vino a mí como una ocurrencia tan repentina, de momento tan severa y aterradora que me paralicé en mi lugar.

¿Dónde estoy?

Alce las que sentí eran mis manos, las miré, eran... Pequeñas, definitivamente no mías. Miré mis piernas, mis pies, mi torso, mis brazos, igualmente pequeños a la par de mis manos.

Era, claramente, el cuerpo de un infante.

La pregunta era ¿Por qué era un niño? ¿Por qué venía a parar en este bosque? ¿Qué hacía aquí? ¿Qué estaba haciendo?

—JungKook ¡Cuidado! — escuché una voz grave gritar.

Antes de poder reaccionar el día soleado acabó, las nubes se acercaron y oscurecieron todo alrededor, las flores cerraron y se sacudieron violentamente ante las ráfagas de viento, viento tan fuerte que las arrancaba del suelo y se las llevaba en sus violentas corrientes sin destino.

Volteé hacia atrás y lo último que pude ver fue una mano tratando de alcanzarme y luego... Caí.

Ese bello bosque se hizo cada vez más y más lejano, alzándose como una ilusión inalcanzable.

Y, Érase una vez, en un reino muy lejano..."

Mis ojos se abrieron. Abrí mi boca y llené bruscamente mis pulmones de aire y luego lo dejé escapar apresuradamente, así un par de veces hasta que pude tranquilizarme.

Una pesadilla. O lo que sea que fuera eso.

Me sostuve sobre mis codos y volví a tomar aire.

Miré a los lados, estaba en el castillo, quizás no en la misma habitación en la que desperté ayer pero si la misma en la que me dormí anoche. Tomé aire, más tranquilo.

De pronto escuché que tocaron la puerta, no sabía que decir así que sólo murmuré un — ¿p-pase...? — muy titubeante.

La puerta se abrió y el rostro de TaeHyung se asomó por la ranura, suspiré y asentí para que pasara.

Él así lo hizo y entró cauteloso a la habitación. — me pareció escucharte estar agitado ¿estás bien? ¿Tu herida se abrió? — me preguntó, preocupado.

Sonreí enternecido —no, estoy bien, gracias por preocuparte. — le quité importancia haciendo un gesto con mi mano — sólo... Tuve una pesadilla, o al menos un muy extraño sueño... Ahora está todo borroso pero... Se sintió... Escalofriante. — sólo quería olvidar todo lo más pronto posible, me estaba dando un mal sabor de boca.

TaeHyung me sonrió — a veces así pasa, que alegría que estés bien, estuve preocupado toda la noche de que pudieras abrirte las heridas por accidente. — me dijo, en un suspiro aliviado.

—estoy bien, estoy bien. Ahora, ayúdame a levantarme — estiré mis manos y el sin dudarlo las tomó y con su ayuda me puse de pie. — gracias. — murmuré y él dió un amigable apretón a mis manos antes de soltarme.

— um... El desayuno ya debería estar por servirce, las sirvientas te dirán dónde está el baño para que puedas ducharte si gustas, yo te esperaré en el comedor para desayunar. — me avisó dándome una última mirada antes de girar a la puerta y tomar el picaporte. — tómate tu tiempo, no te preocupes. — me sonrió — bueno, ya te dejo — dijo y dejó la habitación cerrando la puerta tras de sí.