Capítulo Doce

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Oh, un lindo niño.

Tenía toda la carita llena de lágrimas y polvo, miré sus ropas que también estaban llenas de polvo, parecía haberse caído.

Me hinqué frente a él y tomé sus manitas — ¿Qué sucede? — le pregunté con la voz más tranquila que podía hacer. Sin embargo el siguió llorando — oh, bebé... — recordé que tenía un pañuelo en mi bolsillo, lo saqué y lo pasé por sus mejillas húmedas — ¿Y tú mamá? — observé al rededor pero no parecía haber alguien que lo conozca.

— m-me caí... Mamá no s-se dió cuenta... S-se fue, n-no encuentro... — lloró angustiado.

Yo suspiré. — ya veo ¿Estás bien? — el asintió y sorbió su nariz — mi nombre es JungKook ¿Y el tuyo? — seguí limpiando su carita del polvo.

— DaeMyung... — dijo tímido.

Yo sonreí y peiné su cabello — bien, Dae, ya no llores bebé, vamos a buscar a tu mamá ¿Okey? Ven — me enderece y lo cargué en brazos. — oye Tae... — me volteé hacia TaeHyung pero el ya no estaba ahí. Carajo.

Oh, vaya, quizás yo también llore. — tenía que ser... — murmuré. Perfecto, ahora yo también me había perdido.

Lo pensé mejor. Okey ¿Y ahora qué?

— ¿JungKook? — me llamó el niño aún sonando angustiado.

Yo suspiré. Bien, busquemos a su madre primero, ella probablemente no tiene a nadie que la ayude a a buscar a su hijo, yo, muy en cambio, soy un adulto y estoy seguro de que TaeHyung se pondrá a buscarme como loco tan rápido se de cuenta que no estoy con él.

— ¿Cómo se llama tu mamá? ¿Cómo luce? ¿De qué color es su cabello? ¿Cómo viene vestida? — empecé a preguntar caminando por dónde vine.

— se llama JungSe, mamá t-tiene cabello castaño corto y... Lleva una p-pantalón café y camisa blanca... — espera, espera...

— ¿Es un hombre? — pregunté sorprendido.

Él asintió — s-sí... Papá va a estár m-muy enojado si sabe que me alejé de mamá... — y de nuevo estalló en lágrimas.

Yo lo arrullé — nadie se va a enojar contigo, no fue tu intención ¿Cierto? — le di un par de palmaditas en la espalda para calmarlo.

Yo... Ya no entendía este mundo.

Seguí buscando a su "madre" que pensándolo bien, aún si es hombre, si lo tuvo él... Técnicamente si sería su madre. Pero, era imposible ¿Cierto? Tenía que serlo porque entonces ¿Que sería de mí?

Pasé al menos diez minutos caminando por la plaza, sin encontrar a su madre ni a TaeHyung. Estuve a punto de irme a sentar a algún lado para descansar un rato cuando DaeMyung se sacudió en mis brazos y jaló mi camisa — ¡Ahí está! ¡Ahí está! — señaló a un chico sentado a lado de un puesto, otro tipo estaba a su lado consolandolo.

Parecía ser que sí. — te perdiste, yo no te secuestre ¿Está bien? — bromeé con él y rió y dejó un beso en mi mejilla. Sonreí.

Me acerqué a ellos con cuidado — hola ¿Es el DaeMyung que buscan? — pregunté y los dos voltearon a verme como sabuesos.

DaeMyung se lanzó a los brazos de su madre y el otro tipo me miró y me empecé asustar cuando apretó los puños y se fue acercando a mi para nada luciendo simpático. — ¡¿Quien es usted?! ¡¿Le hizo algo?! Juro que lo mato si... — yo alcé las manos y me cubrí cuando alzó sus puños.

— ey, ey, tranquilo — retrocedí un par de pasos — vino a mi diciendo que se había caído y se terminó perdiendo, pensé que estarían preocupados así que... Lo ayude a buscarlos... — ni siquiera noté que había una gran piedra detrás de mí y terminé cayendo — l-lo juro... — susurré adolorido.

— es v-verdad papá... Lo siento — dijo Dae aún abrazado a su madre.

El tipo me miró y me ayudó a pararme — si eso es cierto... muchas gracias por traer a nuestro hijo de vuelta, perdón por esto... — se disculpó apenado he hizo una reverencia.

Sacudí mi ropa — está bien, entiendo que esten preocupados — suspiré y los miré — me alegra poder ayudarles, ahora enserio me tengo que ir... — quería llorar de tan sólo imaginar que TaeHyung se fue pensado que trate de regresar.

— ¡Espere! ¿Usted no es el chico que estaba con el rey? — preguntó la madre de Dae, JungSe.

Yo los observé y asentí — sí... Soy Jeon JungKook — me presenté — iba con él cuando me encontré con su hijo... Y... Es penoso decirlo pero ¿Saben... Dónde está? — sonreí avergonzado — creo que yo también me perdí — confesé.

Ellos parecieron asustados — oh, santa madre, vamos a ser ejecutados — se lamentó JungSe y abrazo a Dae.

Yo reí — oh, no. TaeHyung nunca les haría eso. — espero — Fue mi culpa, no se preocupen por eso. — hice un gesto despreocupado con la mano.

Ellos resoplaron aliviados — lo lamentamos, no sabemos dónde está... — me dijeron y yo asentí, lo imaginé.

Crucé mis dedos — les molesto si espero aquí con ustedes a TaeHyung? Creo que sería mejor si dejo de moverme... Es decir, si no tienen que ir a ninguna parte — les pedí, y vamos, al menos tenían que hacer eso por mí.

Ellos asintieron — sí, sí, no hay problema — sonreí — y que maleducados, yo soy JungSe, el es mi esposo MinJae y el es mi hijo DaeMyung. Y enserio, enserio gracias por traer a nuestro Dae— se presentó y me agradeció, se paró para jalar una silla a su lado — venga, siéntese, siéntese — palmeó el asiento y yo no dude en sentarme.

— gracias — respondí — pueden hablarme normalmente, es incomodo que me hablen tan formales.— ya tenía suficiente con todas los sirvientes y sirvientas llamándome señorito.

Ellos rieron un poco y parecieron estar de acuerdo.

JungSe se me quedó mirando una vez me senté a su lado — oh, Dioses... ¿Eres Omega? — me preguntó sorprendido.

Yo saqué una de las frutas que TaeHyung me compró de mi bolsillo, la última en realidad, y le di un mordisco — yeah —

— entonces ¿El rey... El rey es tu... Ya sabes que? — me preguntó en un susurró muy extraño. Yo lo miré confundido — tu Alfa, ya sabes... — me susurró, casi como si estuviera confesando un secreto federal.

Este tipo estaba loco — ¿Qué? ¡No! — exclamé — no soy gay — mmm... — el no me ha dicho nada tampoco, no, no — asentí. Imposible que TaeHyung y yo fuéramos pareja — somos amigos, que es diferente — mordí la fruta de nuevo y me crucé de brazos.

Él me siguió viendo, como si lo hubiera decepcionado — amigos... — lo miré mal cuando rió sarcásticamente — no digo que un Omega y un Alfa no puedan ser amigos pero... No creo que sea esa su relación —

Yo fruncí el ceño — pero te digo la verdad, solo soy muy apegado a él porque es el único que conozco, el es amable conmigo y eso —

JungSe negó — ya veremos, tu celo dirá todo — sonrió como satisfecho y yo bufé. Aún no sabía que era eso del "celo".

— ¿tú también eres... Omega? — le pregunté. Y le eché una mirada a su esposo, que estaba en el puesto justo a nuestro lado, atendiendo.

JungSe asintió.

— y DaeMyung... El es... Ya sabes... ¿Tu hijo? Él dijo que eras su madre... Tú lo diste... — tragué saliva — ¿tú lo diste a luz? — por alguna razón me sentí tímido al decirlo.

JungSe miró a DaeMyung — sí. Soy Omega después de todo. — se encogió de hombros — se que muchos Omegas hombres prefieren no tener hijos pero yo vengo de Roze, ya sabes cómo son allá, esas ideas nunca me importaron mucho. Mi hijo es una de las mejores cosas que me han pasado en mi vida. — me contó con un tono... Tan... Maternal que era sorprendente.

Algo cálido, una bella sensación nació dentro de mí. Ahora, ser Omega tenía un significado diferente, uno más especial.


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Fairy Tail || VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora