Fairy Tail || Vkook

Capítulo Uno.

Jamás pensé en algún lugar como mi hogar, ninguno se sentía como un lugar al que pudiera volver. Incluso en la casa donde pasé toda mi infancia, era solo como cualquier lugar en el mundo, sintiéndose tan ajeno a mí, y aun si lo hubiera visto cientos o miles de veces cada vez que pasaba la mirada era como si la viera por primera vez, y tal vez nunca fue la casa, era simplemente que yo siempre fui un desconocido en ella. Siempre se sintió como si yo fuera un desconocido en el mundo. Tenía un apartamento y un trabajo sin embargo es como si tomara la vida de alguien más, no existía esa sensación de pertenencia. Vivía la vida de un extraño.

Tenía un empleo que me mantenía, alcanzaba para pagar la renta de mi apartamento y todas mis necesidades. Aunque difícilmente sobraba dinero, en todo ese tiempo no había sido capaz de ahorrar ni un poco. Pero el tema de mi bajo salario era algo que prefería no tocar, me ponía ansioso sólo pensar en ello.

¿Qué podía decir acerca de mí qué sinceramente fuera interesante? Probablemente hayan pasado muchas cosas antes de terminar en la casa hogar, en donde pasé la mayor parte de mi infancia y de ahí hasta mi adolescencia, pero que no puedo recordar. Por supuesto tuve padres pero no hay nada de ellos que pueda recordar y tampoco puedo recordar el porqué terminé en un lugar para niños huérfanos, nadie se molestó en buscar la respuesta a mi pasado y yo me conformé con el hecho de que era algo sin importancia cuando en aquel momento lo que tenía era ese presente solitario. Pero en el fondo sabía la razón por la que nunca busqué un porqué, era un profundo miedo a saber la verdad, una verdad en donde mis padres me abandonaron porque jamás fui una existencia deseada para ellos ¿Qué niño podría estar de acuerdo con el hecho de qué nadie lo amó? al menos yo no, y por eso siempre ignoré mi pasado y decidí sólo seguir. Estudié lo que pude y cuando cumplí 18 años tuve que irme de la casa hogar y renté un departamento que financiaba con un trabajo nocturno, conseguí una beca con mucho esfuerzo y después de tanto trabajo terminé mi universidad, luego conseguí otro trabajo según mi carrera y así desde entonces. Nunca tuve tiempo de conseguir amigos, pero siempre lo anhele, acepté que a veces se tenían que sacrificar cosas para lograr otras, para mí, fue prácticamente toda relación con el mundo. Y estaba bien, porque sabía que si no fuera por todo mi esfuerzo podría haber sido algún sin techo que vive de las pobres limosnas por un pedazo de pan, o algún delincuente, un drogadicto o incluso para ese entonces podría haber muerto, quien sabe. Sin embargo, cuando tuve tiempo para salir imaginé que podría tener una pareja, así que conseguí muchas citas, con muchas chicas, pero ninguna fue exitosa, pedían mucho y yo no tenía nada que ofrecer, era alguien guapo pero con frecuencia me decían que no era lo que pensaban y terminaban conmigo. Así fue como me rendí en buscar a alguien. 

Todos los días me levantaba para ir al trabajo, me mantenía laborando 12 horas y luego regresaba a casa para cenar y luego volver a dormir. Trabajaba 6 días a la semana y mi único día libre lo usaba para dormir todo lo que podía y descansar. Eso era, sólo eso.

Como todos los días me levanté para ir al trabajo, apresurado me dí un baño que por mala suerte fue con agua fría, desayuné un pan con mermelada y un café, después me marché. Mientras caminaba hacía la estación de metro me lamentaba de no haberme puesto algo más abrigador, de no planchar mejor mi camisa y de que necesitaba un nuevo par de zapatos.

Llegué a mi trabajo y me senté en mi apartado, inmediatamente Vernon se pegó a mí a contarme todos los chismes que la mayoría de veces me interesaban poco — hay problemas, JungKook ... — me dijo, con voz preocupada.

Volteé a verlo y luego prendí mi compu —¿Sí, cuáles? — acomodé mi maletín a un lado y esperé a que la compu respondiera.

— Va a haber recorte de personal, y ya tienen a las personas elegidas — ahora sí lo miré. — SeulGi se metió a la oficina del jefe y le sacó una foto a la lista de empleados que serán echados ... Estamos tú y yo — me dijo, a diferencia de mí él parecía estar alegre con la noticia. — yo estoy bien, mi hermano acaba de agrandar su familia y necesitan ayuda en el campo, la verdad es que me di cuenta que prefiero eso ... Trabajar aquí es pesado y no vale la pena, la verdad, estaré mejor allá — sonrió y miró el portaretratos de su escritorio donde tenía la foto de su familia, me alegré por él.