—Papá... ¿estás enojado conmigo? — pregunté triste al verlo tan callado desde de que terminó de explicarme lo del acoso.
La fría expresión de mi padre se suavizó al acariciar mi cabello—. No amor, porsupuesto que no. Es sólo que tú madre no le agradó escuchar eso en la cena.
—¿Porqué? —cuestioné de manera automática sin pensar antes que ya tenía la respuesta.
—Considera que el chico es una mala influencia para tí.
Hundí mis cejas en señal de confusión, realmente no esperada oír ese tipo de respuesta.
—¿Tu piensas lo mismo? —expresé seriamente. Estaba conciente de que mi madre le encanta dramatizar todo, al menos lo que le conviene a ella.
—No, sé que eres capaz de diferenciar la realidad de la fantasía. Eres inteligente Sayuri, solo sigue un consejo de tu madre: "Sus palabras son falsas."
•~•~•
Sábado, 15 de Mayo
Panqueques con chispas de chocolate, una exquisita manera de gastar el dinero en la mañanas. ¿A quién más que Sayuri ama los panqueques?
"Cinco pasos para ser un asombroso y talentoso detective...
1. No revelar tu identidad.
2. Mantener escondida tu libreta.
3. Ser intuitiva.
4. Buscar información.
5. ¡¡¡Compra estos deliciosos panqueques para dar energía al máximo a tu cerebro!!!"Sonreí muy alegre ante la televisión mientras tenía en mi plato los panes ya comprados. De momento se da un apagón la televisión ante mi cara.
—¡Mamá! —exclamé enojada por su acto tan imprudente.
—Te he dicho que ODIO que veas esas cosas, —enfatizó como un detestable ser que le encanta ser un aguafiestas—, deberías estar estudiando.
—¿Para qué estudiar? —Me puse de pie para recordarle de algo importante—: Si sabes que quiero ser un soldado.
—No, no lo serás. Conforme vayas creciendo, tendrás opciones mucho más interesantes que sólo cargar un arma y tener tendencias suicidas.
Quedé en silencio por unos segundos, analizando mis posibles alternativas.
—Sino soldado, entonces... ¿detective?
Cruzó de brazos, comenzando a precipitar su paciencia—. A estudiar.
Para mi fortuna el reloj de la casa dió el toque de las doce de la tarde, sonreí como una ganadora.
—Tienes razón mamá, prometo estudiar. —Recogí mi mochila ya preparada—. Luego de visitar a mis amigos.
—¿Y tu tarea? —Tensó su mandíbula. Estaba claro que papá me permite estar por una hora con mis amigos en el fin de semana.
Voltee a mirarla luego de abrir la puerta y camino de reversa sujetando las mangas de mi mochila puesta con mis ambas manos toda emocionada—. ¡Ya la hice mami!
Dicho esto salí corriendo a toda costa al aire libre.
—¡No corras Sayuri! —escuché gritar mi mamá desde la puerta de la casa, dónde al instante tuve de regular mi velocidad.
—¡Si!
En el camino quité mis tenis para disfrutar de la suave arena de la playa, cuidando siempre en no tocar el agua fría del mar. Quedé admirada ante deportistas surfeando en las aguas sin importar lo dominantes que son las grandes olas.
Es triste pensar en lo que dijo mi padre en la noche, no sabía que Dazai tuvo un accidente hace poco, lo que provocó la muerte de sus padres hace poco.
«Pero... ¿cómo sabe eso papá? ¿Acaso conoce al chico vendado? ¿No se sentirá solo en esa habitación tan grande?», pensé un tanto triste.
Al llegar al hospital, me detuve en seco al reconocer la puerta del chico vendado y los dos enormes hombres de rostros robustos.
—Ashley Sayuri, ese es tu nombre, ¿no es así? —dijo una voz adulta a mis espaldas.
Dí un brinco de susto y voltee asustada hacia atrás, no acostumbro escuchar mi nombre por una voz desconocida.
Al elevar mi mirada me encuentro cara a cara con un hombre alto y de traje elegante, nariz perfilada, ojos oscuros y con un peinado hacia atrás. Pero lo que más me llamó la atención fué su bigote grande con extremos rizados, que me hizo recordar a los chefs franceses, a excepción que este hombre era una persona delgada y en buena forma.
—Ammm... —emití nerviosa, intimidada por su altura, me sentí diminuta y fácil de llorar.
—Soy el tutor de Dazai, —respondió con una sonrisa amigable—. He escuchado rumores acerca de una pequeña jovencita que ha estado asomándose por la ventana de Dazai a escondidas. Apuesto que eres tú, ¿o me equivoco?
—¡Lo siento! —me apresuré a disculparme, agaché mi cabeza con vergüenza y muy arrepentida—. Prometo no volver a hacerlo.
—No no no no. —Movió repentinamente sus ambas palmas de sus manos en señal de negación—. No me malinterpretes, al contrario, estoy agradecido.
Pestañé confundida.
—Eres una chica muy conocida por tus visitas frecuentes a este lugar —agregó el hombre. Agarró sus manos por detrás y se inclinó ligeramente hacia adelante con tanta amabilidad en su voz—. Quería preguntarte si estabas interesada en ser amiga de Dazai.
Quedé en silencio, realmente no sabía qué responder, decir un "si" consistía en decir un "no" a la advertencia de mi madre que no volver a acercarme al chico vendado.
El hombre se quedó callado, observando detenidamente mi cara como si estudiara mis reacciones y mis expresiones. Después que medio minuto estando inmóvil, empecé a temblar mientras el hombre le crecía una enorme sonrisa.
—No te preocupes, yo mismo me encargo de convencer a tu madre —dijo en total confianza y seguridad.
«Este hombre es extraño» pensé un tanto temerosa.
ESTÁS LEYENDO
UN ÁNGEL ENAMORADA DE UN CIEGO ©
Romance¿Acaso él pudo enamorarse de mi sin la necesidad del amor a primera vista? NO COPIAR NI ADAPTAR, RESPETA LAS HISTORIAS DE LOS DEMÁS. TAMPOCO TE INSPIRES EN ELLA, SEPA TENER TU PROPIA IMAGINACIÓN.