Anclarte a mí

Capítulo 1

Recuerdo que me dolía.
Todo en ese momento salía mal.
Nada iba bien.
Nada estaba bien.
Todo era confuso.
Lloraba sin saber exactamente el motivo , aunque no me faltaban.
Nunca llegué a imaginar que mis padres no sé querían tanto como yo imaginaba.
No era un amor real.
No era un amor verdadero.
Quizás he vivido engañada todo este tiempo y nunca se quisieron de verdad y lo único que les unía era yo.
Pero la bomba ya ha explotado y nada la ha podido parar.
Hace días que se separaron y ya no sé nada de mi padre.
No sé nada de él, es como si la tierra se lo hubiese tragado literalmente.
Mi madre intenta ocultar su tristeza y soledad pero no lo consigue.
Se que ella quiere ser fuerte y que quiere hacerme ver que pase lo que pase la vida continúa.
Definitivamente esto del amor no lo lograré entender nunca.
Puede que aún sea joven para entender algo tan difícil y complicado como el amor o porque aún nadie me ha sabido mostrar lo que es.
Eso no significa que no sienta atracción por nadie , claro que no.
Es más he tenido varios novios , dos para ser exactos.
Pero nunca he llegado a enamorarme, nunca he sentido esas mariposas de las que todo el mundo habla.
No quiere decir que no he sido feliz con las relaciones que he tenido.
Es más me aportaban mucha alegría pero ninguna acabó bien porque sólo sentía que eran como amigos pero a los que podía besar.
Ninguno me llenó de la manera en la que habla la gente del amor.
Quizás algún día llame a la puerta y sea la persona perfecta.
O quizás nunca llegará porque ahora más que nunca no confío en lo que es el amor.

-Cariño. - Dice mi madre intentando sonreír, pero en vez de eso le sale una mueca.
- Dime mamá.
- Abajo está Nazaret , dice que cree que necesitas tomar un poco el aire que llevas varios días aquí. Sal con ella un poco , necesitas despejarte de todo.
- ¿Estás... Estás segura de que estarás bien?
- Si cielo , no te preocupes por mí de verdad. Estaré bien. Y ahora vístete y sal , no tardes que te esta esperando.
- Dice mi madre depositando un beso en mi frente antes de salir de la habitación.

Supongo que salir un poco no me vendrá mal. La verdad es que lo necesito.
Escojo unos pantalones cortos vaqueros , una blusa de manga corta blanca fresquita y mis inseparables air max blancas.
Me dirijo al baño para peinarme.
Después de una guerra sobre que hacerme con el pelo decido dejármelo suelto. Por si acaso cojo una goma del pelo , porque entre lo largo que lo tengo y la calor que hace en Sevilla últimamente me voy a agobiar muchísimo.
No me maquillo , nunca lo hago.
No me gusta el maquillaje prefiero tener la cara limpia y fresca.
Antes de salir del baño me miro en el espejo.
Me miro a los ojos.
Las pupilas están diminutas y ahora más que nunca mi color verdoso llama bastante la atención.
Mi padre siempre decía que los ojos son el espejo del alma y que por eso siempre que se habla con alguien hay que mirarle a los ojos para identificar su estado de ánimo.
Por eso siempre , cuando me miro en un espejo antes de salir , lo primero que me miro son los ojos.
Y si os digo la verdad , ya no transmiten alegría como siempre me decía mi padre , están tristes y apagados.
Cojo mi teléfono antes de salir por la puerta , eso si después de despedirme cariñosamente de mi madre.

- Como estés así toda la tarde me vas a absorber toda la energía Val. - Me dice Naza nada más salgo por la puerta.
- No me vendría nada mal algo de fuerza en estos instantes. - Le digo un tanto desganada.
- Anda ven aquí mi niña. - Dice mientras me lanzó a sus brazos.

Nazaret , Naza como la llamo yo , ha sido siempre un gran apoyo para mí. Llevamos juntas desde siempre y puedo decir perfectamente que es mi mejor amiga. Siempre se preocupa por mí y siempre sabe como hacerme sentir bien.
Una vez que nos separamos me mira de arriba a abajo sin cortase un pelo.
- ¿Me... Me pasa algo Naza? .- Digo apartándome para mirarme si algo de lo que llevo esta manchado o algo por el estilo.
- No , no es eso boba. Te has quedado en los huesos estos últimos días eh.
- No tenía muchas ganas de comer con todo esto , ya sabes... - Digo soltando un gran suspiro al final.
- Pues hoy vamos a ir al Mac , a parte tengo que darte buenas noticias esta tarde vas a estar ocupada. - Dice con una sonrisa pícara.
- ¿Ocupada? ¿Con qué? .- Le digo un tanto confusa.
- Cuando estemos comiendo te cuento , y ahora vamos que sabes que a esta hora el Mac se empieza a llenar y no quiero esperar mucho para comer que tengo hambre. - Dice tirándome del brazo y luego hecha a correr.
Una vez estamos ya sentadas cada una con su menú en la mesa recuerdo lo que dijo de esta tarde.
- Naza... ¿Porqué dices que voy a estar ocupada esta tarde?.- Le digo mientras cojo una de las patatas fritas para después meterla en mi boca.
- Bueno... Pues como sabía que tenías que despejarte un poco después de esto y tal le dije a Dani que si podía quedar hoy y tal. Y ¡chan! , aceptó al instante que se lo conté. - Dijo super emocionada.
- ¿QUE HAS HECHO QUÉ? .- Dije escupiendo un poco de mi Nestea.
- Es por que necesitas despejar de todo por un poco de verdad, a parte veo como os miráis cuando os cruzáis por los pasillos del insti.- Dice poniendo una cara de pervertida.
- Eres idiota Naza , Dani no me mira y sólo me atrae. Un poco sólo.- Le digo moviendo la pajita en el vaso nerviosa.
- Un poco sólo dice... Si cuando lo ves parece que se te van a salir los ojos. - Dice mi mejor amiga riendo a carcajadas.
- Nazaret no digas cosas que no son verdad , es guapo. Muy guapo. Vale , excesivamente guapo pero nunca se va a fijar en mí. -
- Pues para decir que no se fija en ti lleva desde que ha entrado echándote ojo. - Dice riendo aún más fuerte que antes.
- ¿Pero qué estas diciendo tia?.-
- Gírate. Pero disimuladamente , no seas descarada.- Dice susurrando.
Me giro un poco para "apartar mi pelo" y cuándo fijo mi vista mis ojos se chocan con los suyos. Seguidamente sonríe y me saluda con la mano a lo que yo me sonrojo y pronunció un vergonzoso "hola" con los labios. Rápidamente me giro y me encuentro con Naza aguantado la risa.
- Lo que yo decía. - Dice riéndose por tercera vez.
- Seguro que ha sido casualidad Naza.
- Si claro , por eso viene hacía aquí.
- ¿QUÉ?
- Sh cállate, haz como si no te hubiera dicho nada. - Dice susurrando.
A los dos segundo una mano toca mi brazo suavemente.
- Hola guapetona. - Dice con esa perfecta sonrisa.
- Ho... Hola.- Digo un poco desconcertada al ver como me a llamado.
Guapetona.
Daniel Oviedo Morilla me ha dicho guapetona.
Vale , Val baja de la nube.
- Lo de esta tarde sigue en pie , ¿verdad?.
- Si , por supuesto , nada más terminemos de comer la acompañó allí y ya os dejo solos. - Interrumpe Naza antes de que pueda decir nada.
- Pues perfecto , nos vemos allí Val. - Dice lanzándome un beso antes de irse a la mesa con su menú con su gemelo y sus demás amigos.
- Tierra llamando a Val, Tierra llamando a Val.- Dice Naza riendo.
- Eh... ¿Qué decías?.- Digo un poco confusa.
- Lo que yo decía, que bien hice en llamar a Dani.- Dice sonriéndome y tirandose flores así misma.
- Eres tonta.- Dije sonriendo mirando al suelo.