Capítulo 11

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Suena la alarma y quito las sábanas de mi cuerpo con cansancio.
Abajo solamente se escucha el sonido de la cafetera , como todas las mañanas.
El olor a café traspasa mi nariz haciéndome soltar un leve suspiro de relajación.
Como es costumbre en la rutina, mamá se encuentra sentada en la pequeña mesita de la cocina leyendo cualquier revista de moda o cotilleos mientras toma el café.
Me siento al lado de ella , con una taza de leche.
Ella , gira su cabeza al notar mi presencia y me sonríe, gesto que le devuelvo muy falsamente.
Cuando termina su café, yo sigo tomándome la taza leche mirando a un punto fijo.

- Cariño , me voy ya. Hoy no me esperes para almorzar, tengo una comida muy importante a la que no puedo faltar. Te voy a dejar dinero en la mesa del salón cuando vuelva a las doce por si quieres comer fuera o pedir algo.- Me dice mientras recoge de prisas y corriendo toda la cocina.
Yo simplemente asiento y le doy un beso en la mejilla antes de subir a mi habitación.
Elijo la ropa y me visto tranquilamente , ya que me levanto temprano solamente para estar unos minutos con mi madre antes de que ella se vaya a trabajar.
Es rara la vez que pase más de el desayuno y la cena en casa. El trabajo la tiene ocupadísima. No es que me queje de ello , ya que es lo que me permite tener un techo y poder comer , pero me gustaría estar más tiempo con ella y más con toda esta situación que no logra superar. Tanto ella , como yo.

Una vez estoy vestida me encamino hacía el cuarto de baño , me lavo los dientes y recojo mi pelo en una alta coleta.
Cojo un poco de corrector para pasarlo por mis ojeras , porque hoy están especialmente notables. No me gusta maquillarme para ir al instituto ni hecharme muchas cremas , me gusta ir con la piel fresca y limpia , pero es que hoy realmente era necesario.
Cojo el móvil y lo meto en el bolsillo pequeño de la mochila , me ato los cordones de mis queridas air max y como era de imaginar Naza me estaba esperando en la puerta.

No sabe como reaccionar, y al fin al cabo yo tampoco. Cierro la puerta y coloco la mochila en mis hombros.

- Hola.- Digo comenzando a andar sin mirarla ni un mínimo instante.

- Hola. Valeria yo sólo quiero pedirte perdón, no se porqué lo hice. Pensaba que iba a salir bien y que...- Dice nerviosa hasta que la interrumpo.

- No importa , de verdad. Sabes que al fin o al cabo un poco antes o un poco después te iba a perdonar. Eres mi mejor amiga. No podría estar mucho tiempo separada de ti.- Le digo girándome para mirarla a la cara de una vez por todas.

- ¿Y Dani?.- Dice con una sonrisa traviesa en los labios.
Mi cara cambia drásticamente en cuestión de segundos. La sonrisa que estaba antes en ella se descoloca rápidamente y hace una pequeña mueca de arrepentimiento.

- Prefiero ignorarlo y dejar que el tiempo pase. Y que el tiempo traiga el olvido.- Digo jugando con mis manos.

- Le va a doler después de todos estos días. Piénsalo bien Val.- Dice defendiéndolo.

- Oh Naza no me jodas. ¿Enserio que ahora piensas en lo que le pueda doler después de lo que ha hecho?.- Le digo levantando las manos en señal de indignación.

- El no sabía que estaba jugando con fuego y te iba a acabar quemando.- Dice relajada. Si algo tengo que admirar de Naza es su tranquilidad en los momentos de discusiones.

- Todo el mundo sabe que quien juega con fuego se quema. Pero bueno , vamos a dejar el tema si no quieres que acabemos peleadas de nuevo.- Digo riéndome.

Ella levanta las manos en signo de inocencia y niega con la cabeza varias veces antes de estallar en carcajadas.
Y antes de que nos demos cuenta ya estamos en la puerta del instituto. Estos días de puente me han sabido a muy poco , menos mal que ya no queda nada apenas.

Anclarte a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora