Pasado de Asami.

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Agitada y mojada había llegado a su hogar, las gotas recorrían su delicada piel , el frío se sentía y sus ojos apenas se estaban librando de las gotas que se habían filtrado , pues de tanto correr las gotas traviesas se habían filtrado por sus ojos , su respiración era cortada e incluso sus pulmones le dolían, la lluvia ya era más bien era una tormenta pero a Momo era lo último que le importaba, solo tomo un poco de aire y siguió corriendo hacia su casa, pero en el camino logro distinguir dos figuras, una realmente alta junto a una de baja estatura, se tallo los ojos para aclarar su vista y no vio a nadie, se dio una pequeña cachetada para reaccionar y siguió su camino, al llegar a la entrada de su mansión, empezaba a maldecir tener que ser hija de una de las familias más ricas puesto que su casa aún quedaba lejos, un escalofrío le recorrió su cuerpo, estaba agitada y su vista estaba llena de agua que veia borroso.
Apenas llegó a la lujosa puerta, tocó desesperadamente con gran fuerza, las puertas fueron abiertas por las maids las cuales se asombraron por la condición en la que venía la joven pelinegra, su cabello estaba todo mojado y caía sobre los hombros y espalda de la joven al igual que toda su vestimenta estaba de colores oscuros debido a que estaban llenas de agua e incluso debajo de la chica estaba un pequeño charco proveniente de la misma, Momo estaba que se moría en ese instante, las palabras de la adivina empezaban a hacer eco en su cabeza, y ni hablar de su estado físico, la garganta le dolía de estar respirando tan agitada, sus pulmones ni hablar , sus ojos apenas y se estaban adaptando a ver bien, sus piernas flaqueban debido al cansancio.

Momo: ¿Mi madre? ¿Dónde está?

Maid: Ella subió a la azotea, no ha bajado de ahí, nos pidió que no fuéramos, que quería relajarse.

Momo: ¿Con esta lluvia? ¿Mi madre esta loca?

Maid 2: Usted debe de secarse, cambiarse la ropa y tomar un buen baño caliente o se va a enfermar gravemente.

Momo: Al carajo mi salud, voy allá arriba.

Momo empujo a una de las maids que estaba frente a ella con una toalla y subió por las escaleras hasta poder llegar a la azotea, su andar había dejado un gran rastro de agua aunque también por lo desesperada que estaba, termino tropezandose un par de veces más no le importo, llegó a la parte de arriba hasta que topo con la puerta que dirigía a la azotea, suspiro esperando que nada malo pasará,se decidió y abrió la puerta y quedó horrorizada con lo que vio, un gran charco de sangre estaba , el agua de la lluvia se estaba combinando con la sangre al punto de teñirse de rojo, Momo trago grueso, la lluvia ya era una tormenta, vientos realmente fuertes corrían.

Momo: Mamá, ¿dónde estás?

Se llevó ambas manos a la cabeza y trato de pensar con la cabeza fría, vio nuevamente la sangre y siguió hasta su origen donde vio lo que menos quería pero que ya tenía una idea de que vendría, su madre estaba recargada sobre un muro mientras que mantenía ambas manos sobre su estómago mientras que debajo de la mujer de edad había un pequeño rastro de sangre que llegaba hasta donde Momo había empezado, todo el cuerpo de la chica tembló.

Momo: ¿Mamá?

Ninguna respuesta, la mujer no hablaba por lo que Momo se hizo a la idea de que habia fallecido, llevo ambas manos a su boca y se cubrió para evitar llorar pero justo en esos momentos, la mujer que estaba tirada en el suelo abrió con pesadez los ojos y vio a su querida hija ahí, sonrió con fuerza y decidió hablar, no por nada estaba ahí sufriendo y agonizando.

Asami: Hola Momo.

La mente de Momo deseaba desde lo más profundo de su alma que esto fuera un simple sueño, lástima que las cosas no eran así. Corrió hasta ella y la inspeccionó hasta que llegó a la parte donde la vida de la mujer se escapaba lenta y dolorosamente.

La Guerrera De Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora