La Guerrera De Sangre.

Aviso infernal.

La azabache sintió en esos momentos mucha tristeza combinada con tranquilidad. Estaba en su habitación pues había dado el aviso de que se sentía enferma por lo que no podría asistir a clases, justo hoy en viernes todo estaba tranquilo, el clima era cálido, agradable aunque ciertamente la azabache no lo podía disfrutar en su totalidad siendo honestos puesto que se sentía mal, tenía náuseas, mareos y dolor de cabeza, ya había tomado algunas pastillas para ese dolor pero nada, nada hacia efecto por lo que mejor estaba en su cuarto, estaba parada frente a su cama hasta que de la nada le dio un mareo muy fuerte por lo que llevo una mano a su cabeza para poder darse un ligero masaje, se dejó caer sobre su cama pero al mismo tiempo que lo hacía, donde estaba parada ella ahora había un remplazo que era las marcas de sus pies pero en hielo, al momento en que se dejó caer algo sonó como si se rompiera pero ella no le tomo importancia creyendo que había tirado algo, se sentó en la cama y llevo ambas manos a su cabeza pasando por sus largos y finos cabellos, cerro los ojos pero al momento en que lo hizo en sus ojos paso la imagen de un fuego morado dirigiéndose a ella en forma de serpiente y atacandola directamente, inundando todo su campo visual de una gran cortina de humo pero con detalles morados, siendo arrojada de espaldas al aire hasta que sintió un gran objeto metálico interceptandola golpeando su espalda y cayendo al suelo, abrió los ojos y vio que seguía en su misma habitación, es como si hubiera sido un recuerdo ya que lo vivió ,aunque se sintió demasiado real sintiendo todo el daño, esas malditas alucinaciones.

Momo: ¿Qué me estará pasando?

La azabache nuevamente se dejó caer en su cama, estaba harta, primero la broma de la adivina, luego la muerte de su madre, seguida de una borrachera que la llevo a tener relaciones sexuales con el peliverde, para añadir también eran las alucinaciones, recuerdos que ella ni tenía al igual que vivencias que no eran de ella, la visita de Chizaki la cual no le comento a nadie por precaución a qué el villano hiciera algo, aunque aún se cuestionaba el por qué un villano casi inútil vendría hasta U.A. solo para hablar con ella, no tenía mucho sentido teniendo en cuenta que el villano no poseía sus manos lo que lo dejaba indefenso y venir a una de las escuelas más prestigiosas no era la mejor idea. Para continuar con lista eran sus dolores, se preguntaba cuál fue el causante de esta enfermedad, también un cuestionamiento era sus sentimientos hacia el peliverde y hacia el chico de cabello bicolor y para cereza del pastel estaba el hecho de preguntarse acerca del acto de la mujer peliverde, le tocó el vientre. Coloco su brazo derecho sobre su rostro y así poder despejar todos esos recuerdos, cerro los ojos , pero como ya era costumbre sentía su cuerpo moverse de un lado a otro en un baile elegante , de un momento a otro tenía la sensación de estar bailando un baile algo alocado incluso hasta sacudir el trasero, seguidamente empezó a acercarse a ella misma, justo ahora se daba cuenta que era dos personas a la vez,  sintió como ella tomaba una mano sumamente delgada al mismo tiempo que sentía como su cuerpo era jalado por una mano algo gruesa, continuando con el baile gracias al jalón ella giro hasta golpearse en la cabeza al momento en que recibía una bofetada, fue ahí cuando vino la sensación más extraña pues su cuerpo se volvía energía hasta el momento a empezar a tomar una forma más alta lo cual no duró mucho ya que fue alejada de si misma.
La azabache se levantó y se cacheteo varias veces, era ridículo el hecho de ya ni poder dormir con tranquilidad.

Momo: ¿Es en serio?

La azabache se dirigió a la ventana y miro hacia el bosque, como si hubiera alguien vio con enojo.

Momo: ¿De verdad? Ahora ni dormir puedo, que falta, haber, ya que venga de una puta buena vez.

Cualquiera que la conociera y la escuchará hablar así diría que estaba loca pero a la chica no le importaba, estaba frustrada,enojada, triste, confundida y nada la podía calmar.
Suspiro pero como si le hubieran dado una respuesta, la chica sintió las ganas de vomitar y fue corriendo al baño, apretó su estómago para así poder vomitar más nada salió, se levantó y se fue al espejo, abrió la llave y del grifo salió agua fría, era lo que necesitaba, hizo sus manos una semi esfera dónde pudo reunir algo de agua, se agachó y se aventó el agua al rostro, el frío era lo que necesitaba, cerro los ojos, cansada, su mente empezó a proyectar un pequeño momento , una mujer de cabello largo, rosado y rizado con un enorme vientre estaba emitiendo una enorme luz de color rosa pastel, la mujer de un momento a otro desapareció y en su lugar apareció un niño el cual Momo sintió que lo atrapaba en el aire y lo cargaba con sumo cuidado.
La azabache volvió en su realidad, viéndose al espejo y notando que estaba asustada, su cuerpo estaba extrañado y estaba su mente en la misma situación, frunció el ceño pero fue cuando un recuerdo fugaz llegó a su mente.