Spider-Man (y otros héroes de Marvel) en Equestria Girls

Furia animal

Era un día cualquiera para todos los habitantes de Nueva York y Canterlot. Ya pasó la Navidad, aunque esa fecha no fue feliz para los prisioneros de la isla de Ryker. En dicha cárcel, yacían casi todos los villanos que Spider-Man y las Mane 7 encarcelaron desde lo acontecido en la Batalla de las bandas, con todos los presente planeando alguna especie de plan para vengarse de sus enemigos. Una de las celdas más vigiladas de todo el lugar era una enorme habitación en donde residía Aleksei Sytsevich/Rhino; uno de los pocos miembros sobrevivientes del Sindicato Siniestro. Rhino se sentía mal por la muerte de sus compañeros Boomerang, Shocker y Beetle; creyendo que fue el arácnido y sus amigas los responsables de sus muertes. Para ello, entrenaba en su celda golpeando dibujos que representabas a dichos héroes (al no poseer fotos de ellos), aunque cada vez que se sentía una especie de vibración producto de la fuerza que le daba su armadura (la cuál ya no se podía quitar). Durante sus descargas de ira, a Rhino le llegaron flashbacks de su pasado como el día que llegó a Estados Unidos, la fecha cuando fue encontrado por unos científicos clandestinos para probar la armadura original, su primer encuentro con Spider-Man, la vez que se unió al Sindicato Siniestro, su derrota a manos del arácnido cuando portaba al simbionte Venom, su batalla contra las Mane 7 junto al Sindicato y cuando fue encarcelado la última vez. Todos estos recuerdos llenaban de frustración y culpa a Aleksei por sus más recientes derrotas, para finalizar con un gritar que hará lo que sea para vengarse.

Lo que no se esperaba es que al día siguiente; unos guardias abrieron su puerta, se le acercaron y le dijeron que un misterioso benefactor acababa de pagar su condena a cambio de que los acompañe a su sede porque tiene un encargo muy importante para él. El mastodonte ruso no tenía ni idea para que lo estaban liberando y cuál era dicha misión. El villano fue llevado a un convoy blindado rodeado por 10 policías que trabajaban para el benefactor, cuya ubicación era en una torre muy peculiar y visitada por diferentes criminales que trabajaban a su servicio. Rhino y compañía subieron a una especie de ascensor secreto que los llevó al último piso para verse cara a cara con el benefactor. 

—Saludos señor Sytsevich. Déjame presentarme: Mi nombre es Wilson Fisk y quiero que me hagas un enorme favor. En el museo de historia de Canterlot, hay una piedra preciosa que según sus descubridores, está potenciada por la magia de esa dimensión que le otorga poder a las amigas de dicha plaga vestida de rojo y azul—fue lo que dijo Kingpin, el mismísimo benefactor.

—¿Para qué lo quieres? ¿Cuánto ofreces Fisk?—preguntó Rhino.

—Sobre eso, es clasificado, y hablando de lo segundo; te ofrezco una actualización para tu armadura por parte de mi científico estrella Phineas Mason y una buena cantidad de dinero para que te crees una identidad falsa e irte de la ciudad—respondió Fisk con mucha seguridad.

—No quiero esa mierda, sé que sonará algo trillado; pero lo que quiero es vengar a mis camaradas muertos al meter mi cuerno hacia esos malditos adolescentes y su magia de la amistad—exclamó Rhino.

—Como quieras. Con tal de no ensuciarme las manos, todo bien—finalizó Kingpin.

Los hombres de Fisk llevaron a Rhino ante el doctor Mason para someterlo a las mejoras prometidas hacia su armadura. Los científicos se sorprendieron de como Otto Octavius había mejorado el traje en su momento, aunque también era consiente de sus fallas que fueron los causantes de su derrota en el ataque a Oscorp tiempo atrás. Mientras la armadura del mastodonte recibía sus actualizaciones, Kingpin obtuvo un mensaje por parte de un guardaespaldas suyo; quién le informó que su hija estaba en pláticas sobre ingresar a una universidad prestigiosa, a lo que Fisk respondió que irá en persona para atenderla con sus dotes en oratoria.