El AMIGO de mi hermano

#15

Sé que te duele verme partir, y en el fondo te has de arrepentir, pero lo mejor para mí, para este pequeño ser que crece ahora en mí, lo mejor es irnos, alejarnos de todo y todos, empezar a forjar un futuro, un mañana.

Los días pasan, las horas más, el viaje ha sido rápido, el lugar es cómodo, desde la ventana de nuestro departamento, puedo mirar la gran ciudad, tengo miedo de fracasar, no sé nada de él, y cómicamente sus apellidos son completamente un misterio, así de tonta, lo crean o no, así de tonta fui, meterme con el novio de mi hermana, un gay, del cual no se absolutamente nada, ni su nombre.

-tranquila-Ayame me mira con una sonrisa.

-no creo que me den el trabajo, apenas tengo un diploma que avala que acredite el curso de secretariado-digo mirándome en el espejo.

-bueno, hay que intentar algo, a menos que quieras ser mesera siempre-murmura agarrando su bolso.

-al menos creo que tienes mayor oportunidad con tu técnica en computación-comento.

-bueno Kagome, es mejor empezar, nuestros ahorros no van a durar toda la vida-dice agarrando mi mano y llevándome a la calle.

-bien, vayamos y esperemos tener éxito-comento no muy convencida.

Ayame ira a una oficina donde solicitan asistente en sistemas y yo, bueno iré a una empresa que necesita de secretaria, no importa experiencia, pero bueno, según entendí era un puesto de recepcionista, pero la paga era buena, el lugar es impresionante, miro mi reflejo en el vidrio del lugar, me muerdo el labio nerviosa, no visto como las chicas que ingresan, con ropa de marca y cara, debo buscar otra cosa, pienso dando la vuelta para alejarme de ahí, pero choco y antes de caer me sostienen de la cintura, un par de ojos azules me observan.

-perdón-murmuro alejándome de él.

-tienes unos lindos ojos chocolates-comenta sin soltarme.

-gracias-digo incomoda.

-no vas a entrar-dice con una voz profunda.

-no-contesto bajando la cara, de nuevo intento apartarme sin conseguirlo.

-vienes a la entrevista por el puesto de recepcionista ¿no? -dice interrogante soltándome por fin.

-no, disculpe-comento e intento seguir de largo, este sujeto me pone nerviosa.

-si entras te aseguro que será tuyo-comenta y me rio ante ello, dios es tan absurdo decir eso, cuando no cuento con nada de experiencia.

-jajaja-me rio como hace mucho no hago, creo estoy histérica-muy buena broma-digo entre risas.

-si entras y te quedas sales conmigo-dice mirándome fijamente con una sonrisa de lado.

Me callo, le miro, es un moreno interesante, sus ojos azules, su sonrisa lobuna, su cabello largo y esa trenza, el cual no le quita porte al elegante traje que lleva encima.

-ya no es divertido-digo seria.

-nunca bromeo ante una hermosa mujer-habla sin quitarme la mirada.

-de verdad disculpe-me doy la vuelta para irme, que situación más extraña, pienso.

-Bankotsu, deja de hostigar a las mujeres en la calle-comenta un hombre de traje y calvo, pero con un cuerpo impresionante, de mirada penetrante y sonrisa traviesa.

-es raro pero esa chica me atrajo-comento el moreno-y sabes que lo que me gusta lo obtengo-rio mirando a su amigo Renkotsu.

-eres un maldito mujeriego-ríe Renkotsu-vamos, hay que encontrar a una recepcionista y una secretaria para mi querido hermanito.