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-Ayame podrías ir con Kagome, la deje sola-pidió Koga.

-claro, estas bien-interrogo bajando su taza de café.

-solo ve con ella-volvió a decir-yo me quedo con Akago, al fin de cuentas es sábado y al medio día ellos ya deben estar libres.

-ok-contesto la chica.

La junto había sido un éxito, Bankotsu y Renkotsu miraron a sus clientes irse satisfechos, los empleados dejaban sus lugares, poco a poco la empresa fue quedando vacía.

-Bankotsu-Renkotsu lo detuvo en el pasillo.

-ahora no, Renkotsu…-sonrío-espero estés contento, tu hermano volvió a ganar-dijo y entro al elevador.

No quería subir a su auto, no quería ir a casa, no quería verlos juntos, solo beber para olvidar, entro a un bar, ocupo un lugar en la barra y pidió un trago, lo último que esperaba era verla ahí.

-es bueno coincidir en el mismo lugar-dijo la mujer con una sonrisa.

-Kikiu, aun sigues aquí-menciono sin mirarla.

-ya te dije que vine por ti-hablo sentándose a su lado.

- ¿después de tanto tiempo?-reprocho.

-tenía miedo, pensé que podría olvidarte-hablo Kikiu-no pude, cuando amas de verdad, tú corazón nunca olvida.

Bankotsu la miro con tristeza, tenía razón, tomo otro trago de golpe, Kagome nunca podría olvidar a Koga, al fin de cuentas era el padre de su hijo, su primer amor, quien era él para intentar enamorarla, de que le servía saber que Kikiu lo amo siempre, si cuando pudo elegirlo, simplemente lo dejo, se casó con Koga, eso, eso no es amor.

-nunca me amaste Kikiu, de a ver sido así, nunca te hubieras
casado-menciono a la mujer.

-era joven-se excusó.

-y te rogué que me eligieras a mí, te dije que yo podría amar a tu hijo como mío.

-no era justo-susurro.

-lo que no es justo-dijo mirándola ebrio-es que vengas ahora a hablarme de amor.

-es por ella, esa mujer que espera un hijo tuyo-interrogo.

-jajaja quieres saber la verdad-dijo Bankotsu-no es mío, en realidad es de Koga, pero el idiota no lo sabe.

-entonces, sino es tuyo ¿Por qué? -dijo desesperada.

-porque la amo.

Y la mujer lo supo con solo mirarlo, sus ojos azules eran sinceros, amaba a esa mujer, reprimió las lágrimas, no debía llorar, ella había buscado aquello, se levantó triste y esta vez al alejarse supo que nunca volvería.

-espero que te amé como la amas tu-dijo entre susurros.

-ese es el puto problema-murmuro Bankotsu bebiendo-que ella no me ama.

El auto avanzaba por las calles, llevaban horas en carretera, ninguno había dicho algo durante el trayecto, ella miraba perdida en sus pensamientos la ventana, él manejaba sin quitar la vista a la carretera.

-te encontró-pregunto al fin.

-sí-contesto Kagome-pero no quiero hablar de ello.

-acaso te rechazo aun esperando un hijo suyo-hablo molesto.

-no es eso, solo que ahora no quiero pensar en nada.

-fui un desgraciado, de verdad-hablo con nervios-yo nunca debí echarlo así, pero odié que te eligiera a ti y no a mí

-te quería- respondió.

- ¿Cómo?

-para él eras una persona muy importante, su amigo.

-lo sé, la regué en grande, Kagome perdóname, ya he hablado con mamá

-tu tatuaje es visible-dijo mirando la pequeña parte roja sobresalir del sport-debía estar muy molesta.

-casi me hace la operación de cambio de sexo con sus manos-respondió Jaky.

-te pudo ahorrar mucho dinero-contesto.

Ambos rieron, Kagome miro a su hermano, seguía vistiendo con esos colores tan llamativos, el sport fushia resaltaba su piel blanca, su cabello estaba amarrada en un chongo y una mini falda ocultaba su parte prominente.

Volver al pueblo donde todo empezó, le daba tranquilidad, no había mejor lugar que su hogar para meditar en paz, se sentía mal por no decirles nada, pero sabía que era lo mejor, estaba ansiosa por ver a su madre, cuando el auto paro se permitió mirarlo.

-espera este auto no es de…

-mi novio-dijo con una gran sonrisa Jaky.

-oh por dios-menciono viendo salir al peli plata de su casa y besar a su hermano en su cara.

-hola cuñada-Inuyasha le sonrío-es bueno verte de nuevo y donde dejaste al lobo sarnoso.

-KAGOME-su madre la interrumpió antes de contestar.

-MAMÁ-se dejó rodear por la mujer-hija perdóname, por favor, ya le di su merecido a ese intento de hijo que tengo.

-ya mujer-replico Jaky-anduve de rodillas pidiendo perdón, mamá por favor, ya perdóname.

-cállate y trae las cosas de tu hermana-dice sin mirarle.

-suegra por favor-Inuyasha hablo meloso.

-y tú, sigue con la comida-ordeno y ambos hombres la siguieron sin chistar.

-vaya, así que ellos-Kagome miro a su madre.

-te extrañe hija, de verdad no sabes cómo me arrepiento de lo mal que te trate, pero dime como estas-se sentó a su lado.

-tuve una amenaza de aborto, hace unos días-menciono.

-pero Kagome-se levantó la mujer-debes estar descansando.

-madre estoy en aprietos, necesito de tu consejo.

- ¿Koga?

- ¿y Bankotsu?

-y ese quien es-interrogo Naomi.

-un hombre increíble.

-¿Cual es el problema?

-yo amo a...


Ayame estaba nerviosa en la casa de Bankotsu, Koga llego aprisa con Akago, Renkotsu lo miro con el móvil en mano.

-la deje aquí-dice Koga.

-Bankotsu no contesta-comenta Ren.

-estarán juntos entonces-sugiere Ayame.

-es lo más seguro-responde Koga.

-KAGOME, KAGOME, KAGOME-la puerta se abre y Bankotsu ingresa borracho- ¿Por qué ESTAN AQUÍ?

-Bankotsu, ¿Dónde está Kagome? -interrogo Koga preocupado.

-dímelo tú, contigo se besaba esta mañana.

-pero espera a tu hijo y ya no pienso meterme entre ustedes dos-habla Koga.

-imbécil-hipea Bankotsu-no es mío, es tu hijo.

Continuara...

El AMIGO de mi hermano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora