-buenos días Kagome-su voz casi me hace tirar mi taza de café.-buen día Koga-respondo bebiendo y desayunando un emparedado.
-disculpa por lo de anoche-comenta sentándose frente a mí.
-no pasa nada, al contrario, soy quien debe andar con cuidado porque Jaky puede molestarse.
-no le hagas caso, somos adultos y sabemos lo que somos-responde con una sonrisa.
-sí, bueno-estoy incomoda, a veces creo que es un chico más pero luego recuerdo que es gay.
-no deberías dejar que te moleste-dice y lo miro con la ceja levantada.
-es muy malo contigo, debería darle un castigo por ti-comenta.
A mi mente vienen imágenes eróticas, trago saliva al imaginar a Koga como Christian Gray, sexo salvaje vaya, quiera o no resulta atractivo, pero cuando esta por darme un buen azote en vez de mi voz escucho a Jaky gritar.
- ¡NO! -suelto de mala gana.
- ¿NO? -interrogo-bueno está bien, no hay problema solo era una sugerencia.
-gracias, pero debo irme-lavo mi taza y salgo de la casa.
Odio a mi hermano, tiene a un hombre así para él solito, voy pensando en Koga, es todo un bombón, aunque para ser realista si fuera heterosexual tampoco me miraría, tan solo soy una chica más, con grandes tetas, me animo, bueno sí, pero no es la gran cosa, me miro en el espejo bueno no estoy mal, me giro para ver todos mis ángulos.
-vaya que pasa aquí-ríe Ayame mirándome.
-no estoy mal ¿verdad? -pregunto.
-no me digas que esto es por tu compañero de alcoba.
-solo quería saber porque una chica linda como yo, no tiene un novio, así como él.
-quieres saber porque-interroga con las manos cruzadas.
-claro-respondo rápido.
-porque nunca vas a fiestas y mucho menos al único lugar divertido del lugar, o sea el bar Shikon.
-quieres decir que ahí hay tíos buenos-cuestiono.
-tanto como él, pues no-hace una mueca-pero si mejores que Goyo.
-Goyo es un imbécil-contesto.
Es sábado una semana a transcurrido desde la llegada de Koga, empiezo a obsesionarme con él, Jaky me lanza miradas asesinas, debo olvidarme de esos ojos celestes, de esa sonrisa, caray me cae bien, por las mañanas solemos desayunar y platicar sobre nuestros trabajos, cosas que nos gustan, en fin, tengo que repetirme más de cien veces al día que es gay, que no debo ilusionarme, justo por eso he aceptado ir a ese bar con Ayame, suspiro intentando subir el cierre de mi vestido pero simplemente no puedo alcanzarlo, la puerta se abre y Koga se me queda mirando.
-oye puedes ayudarme-pido acercándome y dándole la espalda.
-vaya bonito vestido- comenta y siento su mano tocar mi piel al subir el cierre.
-gracias, dime y tú eres de esos que cuando salen se arreglan de más, porque Jaky queda irreconocible-digo maquillándome.
-bueno-se sienta en mi cama y no deja de mirarme- solo uso algo cómodo y según la ocasión.
-vaya, bien estoy lista-sonrió mirándome en el espejo.
Elegí un vestido negro estraple, tenía un poco de vuelo, el escote dejaba ver mis grandes senos, el cabello me lo había ondulado, los tacones les daban estética a mis piernas, me gire para mirarlo, él estaba ahí sentado en mi cama, con su cabello alborotado, su ropa ceñida, su paquete, me sonroje y tome el bolso a prisa.
-deséame suerte-le dije besando su mejilla como hacía con mis amigas.
-suerte tendrás si regresas con ropa-murmuro y yo me reí por su comentario.
-no me molestaría si fuera un hombre, así como tú-dije demasiado sincera y casi aporreo la cabeza en la pared.
- ¿Cómo yo? -pregunto sonriendo.
-bueno no, como tú no, en ese caso Jaky terminaría quitándomelo-calle al insinuar que Jaky era zorra-digo es que… se me hace tarde-jugué la correa de mi bulto-Koga si no quieres que mi madre se ponga loca, usa la llave y mantén a Jaky lejos de ti, yo llevo la copia.
Sin esperar respuesta me fui, Ayame estaba en la entrada del bar, la música se escuchaba a gran volumen, entramos para buscar una mesa para dos, empezamos a beber mientras platicábamos de lo que queríamos para el futuro, dos chicos bien parecidos se nos unieron, uno de ellos llamado Miroku fue el que me hizo platica, odiaba como miraba mis senos, era tan insinuante, me estaba poniendo incomoda.
-bailamos-pregunto extendiendo su mano.
-no, yo…-intente negarme, pero Ayame me empujo.
-tu amiga se merece el cielo-comento-disculpa Kagome no quería hacerte sentir incomoda con mi mirada-escuchar su disculpa me relajo.
-no te preocupes solo bailemos-le sonreí.
El resto de la noche fue muy agradable, Miroku resulto ser un pasante a cargo de un importante ingeniero que se encargaba de la reestructuración de las calles del lugar, bebí como nunca lo había hecho, no estaba borracha, bueno si, jajaja, me sentía tan bien, tan divertida que no me importaba ya si Miroku intentaba meterme mano, me gire para buscar a mi amiga, pero esta no estaba, maldita me dejo sola y reí.
-nos vamos juntos-sugirió besando mi cuello.
-voy a casa-dije parándome y me tambaleé.
- mejor ven al hotel conmigo-sugirió besándome.
-mmm…no-lo empuje porque no era lo que quería, estaba borracha y no quería ser tan estúpida y perder mi virginidad así.
-no seas tan recatada, vamos-jalo de mi camino al centro.
-ya dije que no-volví a hablar sintiendo que todo giraba.
-lo vas a disfrutar, tranquila-comento Miroku.
-ya te dijo que no-estaba ya perdida por el alcohol, ahora escuchaba esa hermosa voz.
-este no es su asunto-gruño Miroku acercándome a él-ella es mi chica.
-no soy tu chica-tartamudee.
-Kagome vamos a casa-enfoque la vista al sujeto, era él, Koga.
-me voy con el macho de mi hermano, jajaja, si puedes creerlo este dios griego jajaja, es gay, bien gay jajaja.
- ¿es gay? -apenas escuche la voz de Miroku asombrado.
Algo me tomo y alzo, sentí un vértigo, que paso rápido, me metieron a un auto y cerré los ojos, Koga parecía manejar con la mandíbula apretada, estaba tan sexy, pero su voz al hablar me dio escalofrió.
-no tenías por qué decir ello, ese chico es mi subordinado-comento.
-lo siento-susurre.
Estaba ebria y acababa de cagarla, revele el secreto del dios griego, parecía molesto, pero Jaky le gustaba gritar lo que era, ¿porque Koga no? Un dolor de cabeza se posó en mi, había hecho algo muy malo, ahora sí merecía amanecer sin cabello, con mucho cuidado me subió a la habitación, fue tan silencioso, que mi madre nunca sabría de esto, me dejo en la cama, estaba molesto, podía verlo apenas con la luz de la luna.
-Koga perdón-me incorpore y camine tambaleando a él-yo fui una tonta.
-pero eres la tonta más bonita-murmuro y sonreí.
-bueno amigo me has traído a casa, ahora a dormir-le dije caminando a mi cama-perdón Koga, pero la verdad no tengo ganas de ir por mi pijama, al fin de cuentas este cuerpo no es lo que te gusta.
Dicho esto, me quite el vestido para dejarme caer en la cama con la ropa interior, cerré los ojos y dormí profundamente.
Continuara…

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El AMIGO de mi hermano
FanficEnamorarme del amigo de mi hermano no es la cosa más inteligente que hecho, mucho menos dejarme conquistar por el amigo de su hermano. ¿Qué haces cuando tu corazón ama con locura a los dos? Así es, no hay de otra, la única opción es esa, aunque muc...