Amantes, nada más. | Erick Brian Colón.

Capítulo 42.

Narrador Omnisciente.

Erick salió enojado del bar, se había ido sin decirle nada a Nadia, ella al notar que se iba camino detrás de el.

- ¿A dónde vas?.- le pregunto, cuando pudo alcanzarlo.

- Solo camina.- respondio de mala manera.

- ¿Qué diablos te pasa?.- preguntaba, pues no entendía el porqué había salido del lugar de repente.

- No preguntes y súbete.- ambos subieron al auto.

- ¿Quien era esa mesera?.- lo miro.

- No molestes, te llevaré a tu casa.-

- Pero si apenas estábamos comenzando bien la noche.- se abalanzó sobre el, y comenzó a besar su cuello.

- Aléjate, que no ves que estoy conduciendo.- dijo molesto.

- No entiendo que te pasa, esa estupida mesera es Kerene, verdad?.-

- Cállate.- la miro mal.- No voy a permitir que te expreses así de ella.-

- Me expresó como quiero.-

Entonces Erick, aceleró más en cuestión de minutos ya estaba frente a la casa de Nadia.

- Ya puedes bajarte.- la miró.

- No, hasta que me digas que pasa.- ella se cruzó de brazos.

- No tengo porque darte explicaciones.- respondio molesto.

- Por lo menos baja por un momento, la pasamos bien en mi cama y luego ya te vas.- se acercó a él seductoramente pero Erick la alejo.

Entonces se bajó molesto, abrió la puerta, la tomó del brazo y la bajó.

- Oye, que te pasa.- dijo molesta.

- Te dije por las buenas que lo hicieras.- menciono e iba a subir de nuevo.

- ¿Vas detrás de esa estupida, verdad?.- se burlo.- Es lo que es, solo digo la verdad.-

- Te dije que no voy a permitir que te expreses así de ella, así que cierra la boca.- Erick la miró con enfado, subio al auto y se fue.

Nadia solo se quedó haciendo berrinches de enojó, pues su noche no había salido como ella pensaba que sería.

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Ya habían quitado la música en el bar, las personas ya se hablan marchando, solo quedaban los trabajadores que limpiaban todo para cerrar.

- Esta todo listo, ya pueden marcharse a descansar.- menciono la jefa.

- Genial.- Kerene suspiro.

- ¿Estas cansada, verdad?.- pregunto Maricarmen.

- Sí, últimamente me estoy cansando muy rápido.- dijo bajito.

- Creo que no deberías estar trabajando.- respondio.- Ya tienes seis meses.-

- Sólo no lo digas tan fuerte....- susurro.- En verdad me siento bien trabajar, no te preocupes por mi.- sonrio.

Ambas salieron del bar, Maricarmen solo negó con la cabeza, pues en el poco tiempo que conocía a Kerene sabia que era muy necia.

- ¿Quieres que te lleve a tu casa?.- pregunto Kerene.

- Te lo agradezco amiga pero, mi novio vendrá por mi.- respondió Maricarmen..- Justo acaba de llegar.- sonrió.- Nos vemos mañana.-

Kerene solo movió su mano en señal de "adios" y subió a su auto, no había sido un buen día hoy, y eso se lo debía a Erick, como siempre.

Llego a su casa, entonces no encontraba sus llaves, regresó a su auto y se sorprendió ya que en el estaba recargado Erick.

- ¿Que diablos haces aquí?.- lo miro mal.

- Te estaba esperando... bueno en realidad te vengo siguiendo desde "tu trabajo".- lo ultimo lo dijo entre comillas.

- Para tu información lo que hago si es un trabajo y es digno.-

- Si claro.- respondió Erick.

- Por supuesto que sí, me pagan un salario justo, protege mis derechos, me asegura protección laboral, esas son características de un trabajo digno.- encontró sus llaves.

- No dudo que sea así, me refiero a que estas propensa a que los hombres te falten al respeto.-

Al escuchar eso, Kerene lo miro y comenzó a burlarse.

- El señor, Erick Colón esta preocupado por el bienestar de su ex amante.- fingió una risa.

- No estoy jugando.- la miro serio.

- ¿Y tú crees que yo si?.- alzo una ceja.

Erick solo se quedo serio, su mirada se concentro en su panza.

- Si me disculpas quiero descansar.- Kerene abrió la puerta de su casa.

- Quiero que renuncies a ese trabajo.-

- Ya te dije que no eres nadie para pedirme eso.-

- Soy el padre de tu hijo, y es por el bienestar de el, te puede pasar algo.-

- De verdad me sorprende tanto tu hipocresía, te desapareces un mes y luego vienes aquí a hacer el papel de "padre preocupado", créeme que no te queda bien ese papel.-

- Me desapareci porque tal parece que no me querías cerca de ti.- se acercó a ella.

- Exactamente, no te quiero cerca de mi... así que lárgate con tu nueva secretaria.-

Ella iba a entrar a la casa pero Erick la tomó de la mano.

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