Epílogo

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– Lo siento, el señor Stewart no está disponible en este momento ¿Quisiera dejar su recado? –Garabateo algo en mi agenda, que de seguro no voy a entender segundos después, pero recuerdo por completo las palabras del cliente.

Cuelgo la llamada y suspiro estirando el cuello al sentir la tensión en los mismos. Llevo solo una semana trabajando para este sujeto, y siento que he envejecido dos años con cada persona con la que he tenido que tratar. Es impresionante la forma en que he aprendido nuevos insultos y palabras.

Reviso mi teléfono luego de pasarle el recado a "mi jefe", y sonrío al ver la notificación proveniente de Changkyun.

Al contrario de lo que fue durante el periodo de clases, las conversaciones con Changkyun han fluido mucho más que antes, incluso hemos salido un par de veces. Y todo ha sido tranquilo, nada apresurado ni forzado. Se siente tan bien a su lado que realmente me ilusiona mucho, y todo lo que había sentido antes, la desconfianza y el dolor, han desaparecido como por arte de magia.

Veo la hora, y coincide con mi salida laboral. Por lo que tomo mis cosas y me despido del jefe para luego encaminarme a la salida. Esta semana trabajando con el señor Stewart, las cosas han sido complejas, pero no por él, sino por los clientes que tiene, que dejan mucho que desear. Varias veces me han llamado solo para insultarme con groserías porque no es posible entregarles un préstamo de dinero. Pero la culpa no la tengo yo y aun así me llevo el regalo gratis, ahora sé la razón por la que una secretaria no le duraba ni dos meses.

Y sin embargo aquí estoy yo, atado a él obligatoriamente por un mes. Al pensar que es por Changkyun, solo me dan ganas de tenerlo aquí y darle un golpe. Me lo debe. Y si lo supiera, tendría que pedirme disculpas arrodillado.

Sonrío pensando en aquella escena, formándome un escenario en mi mente mientras llamo al ascensor y me subo para bajar al primer piso. Mi ego subiendo varios niveles en lo que la escena e desarrolla en mis imaginaciones. Claro que disfrutaría verlo de rodillas pidiéndome perdón. Pero, con todo lo que ha hecho este último tiempo, está cerca de redimirse sin demasiado esfuerzo.

Estúpido corazón tan fácil de ilusionar.

Y por supuesto, después de ilusionarme y vivir en una burbuja, tengo que lidiar con un corazón roto y dolor a regalías.

Me golpeo la cabeza con una palmada para hacerme entrar en razón. No debo caer tan fácil... pero ya caí.

Maldición.

Suspiro derrotado, saliendo del ascensor y tomando mi tarjeta de identificación para abrir la puerta de empleados, luego guardo la misma en mi bolsillo y tomo mi teléfono para revisar si hay alguna novedad, pero nada. Extraño y decepcionante.

Miro en busca de algún taxi, y mi vista se ve atraída de inmediato por una persona en específico que se ve demasiado familiar como para pasarla desapercibida. ¿Es ese Changkyun? Frunzo el ceño mirándolo a la vez que me acerco con una expresión confundida ¿Qué hace aquí?

– ¿De qué me perdí? –.

Pregunto con una sonrisa desconfiada. Y como siempre, él se acerca con un rostro inescrutable, lentamente avanzando, derrochando autoconfianza. Y cómo no, si se ve ridículamente bien, el muy maldito.

Pareciera que ni siquiera se esfuerza en lucir bien, pero lo hace. Con una camiseta blanca holgada, unos jeans ligeros de color negros y zapatillas converse del mismo color. El cabello negro un poco enmarañado pero aun así pareciera que se hubiera peinado con esa intención. Ugh.

– Buen trabajo hoy día –.

Entrecierro los ojos pensando que no tendría que trabajar si no fuera por su maldita culpa, pero antes de decir algo veo que se arrodilla en el suelo y pienso que se está arreglando las agujetas de la zapatilla, sin embargo me mira con una media sonrisa y extiende una mano hacia mí.

– Verás... he pasado un tiempo cortejándote. Sé que no he sanado del todo el daño que te hice, pero prometo que las cosas solo irán mejor mediante el tiempo transcurra juntos...

– Changkyun... qué haces...

– Y sé que estoy siendo impaciente, pero realmente no puedo soportar más tiempo sin poder tener las libertades propias de una pareja. ¿Quieres ser mi novio? –.

Santa mierda.

Encima se atreve a darme una cara de cachorro abandonado. Mi corazón ha comenzado a latir como un loco, y sé que mis mejillas están calientes por la sorpresa y la emoción. ¡ADEMÁS QUE ME HAN COMENZADO A SUDAR LAS MANOS Y ME LAS TIENE SUJETAS!

Trágame tierra.

Intento zafarme de su agarre pero sonríe divertido y me sujeta con más fuerza, besándome los nudillos y apoyando la mejilla allí.

– Sí quiero, dios, ya levántate y suéltame –. Murmuro avergonzado, cubriéndome el rostro apenas logro zafarme de su agarre.

Pero solo escucho su risa y su gentil tacto sujetándome las manos nuevamente para apartarlas de mi rostro. Su mirada es cariñosa y tierna, y me da un suave tirón para acercarme a su cuerpo, lo cual me hace estremecer.

Lo miro fijamente con una pequeña sonrisa emocionada, y contengo el aliento al notar lo cerca que están nuestros rostros y cierro los ojos al sentir su respiración.

Juro que mi corazón parece que va a explotar en este momento. Pero cuando nuestros labios se unen, sé que podría morir de la felicidad y la emoción. Por lo que lo abrazo con suavidad, casi temiendo que esto sea un sueño que se puede esfumar con un solo segundo, pero no, es real, tan real como las lágrimas corriendo por mis mejillas, y sus gentiles besos que me hacen aliviar el corazón.

Y sé que ha valido la pena, todo lo que ha sucedido. Así como también sé que nada será fácil, pero si lo tengo a mi lado de esta forma tan segura, nada malo sucederá.

Fin.



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Queridxs lectorxs:

Me dirijo a todxs ustedes que han seguido esta historia que ha tardado tanto en tener un desenlace. Primero que nada, les quiero pedir disculpas por haber demorado todo este tiempo, y es que la vida a veces me dejaba sin tiempo ni ánimos para escribir, y también disculpas por arrojarles el final sin aviso. Segundo, es que les quiero agradecer por llegar hasta aquí y a pesar de todo seguir leyendo mi trabajo, ustedes han sido mi inspiración y mi motivación para seguir adelante cuando me sentía triste, no saben lo feliz que me hace saber que hay alguien leyendo mi trabajo, que a pesar de no ser el mejor que hago, es trabajo honesto. Y en tercer lugar, quiero contar con su apoyo, para mis próximos trabajos, que espero continuar del mismo modo y hacer muchos nuevos. Nunca dejen de nutrir sus imaginaciones con historias como estas o con miles más, que la lectura es el único regalo que nos permite soñar más vívidamente. 

Lxs quiero!! Por favor cuídense mucho en esta pandemia, recuerden mantenerse hidratadxs y alimentarse muy bien, todo tiene solución en esta vida. <3 <3

- Alex.

Wasted [ChangKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora