Golden // Bruce Wayne

capitulo 7

-¿Esta segura?

Asenti, la verdad no lo estaba, iba a subir el helicóptero para volver a Gothica después de la intimidante charla con Bruce Wayne, Barry me miró e hizo un gesto de cachorro triste.

—¿Te puedo seguir viendo tanto como aquí?

Asenti y lo abracé.

—Ve cuando quieras, Bruce Wayne solo es mi jefe, no es como que me esté casando o algo así con el.

—Estoy triste.

—¿Por mi?.- dije confundida, si sabia que estaba atraído pero llevábamos cinco días conociéndonos.

—No debería, ya lo sé, pero es un sentimiento raro, como si mis posibilidades de que me pelaras se fueran con Wayne.

—Tranquilo Barry, si dos personas se van a querer, va a suceder, no tienes que forzar  nada.

Aunque yo no creía en absoluto que me fuera a enamorar de Barry, si no que verlo como amigo con derechos, pero veo que no será posible con el.

Lo besé en la mejilla y me subí al helicóptero, no tardamos más de diez minutos, no era para tanto el drama como lo hacía Allen.

Llegamos a Gothica, un señor me recibió se veía que era el piloto, me guió hasta una limusina, y otro señor me esperaba.

—Señorita.- dijo el.- es un gusto verle, mi nombre es Alfred, el joven Wayne no ha parado de hablar de usted desde que la vio en la boda.

—¿Ah si?.-dije apenada.-espero que cosas buenas.

—Si claro que si, esta maravillado con su trabajo, ansioso de poner manos a la obra cuanto antes, el día de hoy se ll dará para que acomode su cuarto y mañana empiecen con el verdadero trabajo.

Asenti tímida, al señor.

—Disculpa, Alfred pero el señor Wayne, ¿vive con otras personas?

—Su hijo Damián, pero el joven ahora salió de viaje y está en una academia, viene de vez en cuando y tiene unos amigos raros, que les gusta usar trajes coloridos, ya sabe, a veces pienso que se le safo un tornillo.

Oh ya entendí, Wayne era gay por eso es que no se había casado, a eso se refería el mayordomo, estaba más tranquila, posiblemente podríamos ser buenos amigos y hablar de chicos y esas cosas, nunca debí preocuparme en primer lugar.

—Claro, entiendo.

—Llegamos.

Me quedé boca abierta, su casa era enorme, la mayoría de sus paredes eran de cristal, por donde vieras había un lujo exuberante.

—Es hermosa.

—Ahora es también su casa señorita Lane.

Bajamos del carro y Alfred no me dejo llevar mi maleta, que en realidad no traía muchas cosas, si uno era observador conmigo mis jeans ya estaban deslavados de tanto uso y en la entrepierna ya desgastada, tenía tres pares, llevaba años siendo reportera y era un lujo tener tanto guarda ropa, sobre todo cuando el aeropuerto cobraba tanto por un kilo de ropa extra.

Pasamos y vi que la mayoría de las cosas eran en tonos negros y grises, las paredes blancas y hacia que todo se viera lujoso.

—es sorprendente.

Dije cuando entré y veía todo.

—No tanto como tu Nora.

Mire a Bruce wayne con un periódico en la mano y su camisa de mangas recogidas hasta el codo, mostrando sus brazos fuertes, el sueño de muchas mujeres.

—Señor Wayne.

—Por favor, sin formalidades, dime Bruce.

Y por el tono de voz que usó, solo trague saliva, ¿por qué era gay?