capitulo 31

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—Entonces tu.. ¿Black Canary murió en tu mundo?

El sonrió triste y asintió, el corazón se me hizo añicos, cuando Bruce checando su computadora tenía una cara más seria de lo normal.

—Son afortunados Wayne y tú, siempre terminan juntos por lo que veo.

Sonreí pero Bruce no lo hizo, Oliver solo se levantó del asiento y me dió un beso en la frente.

—Siempre animas los días Nora Lane.

Sonreí nuevamente, el nos dejó a solas, pero no sin antes llevarse lo que parecía ser un maletín con sus flechas.

—¿Entonces?

—No te quiero perder, no se cómo protegerte, no se que hacer a decir verdad, Luthor murió enfrentándose a Superman hoy.

—¿qué?

Tenía el traje pero no la máscara, se veía ojeroso y con ciertas marcas de puedo apostar más peleas, pero eso no importaba no dejaba de ser mi apuesto Bruce el tipo que no le importaba comprarme un canal para mí con tal de complacerme por qué al parecer no era tan bueno flirteando.

Me pare del asiento, deslice su computado y me sente en la mesa, justo frente a el de una manera nada agraciada y sexi, lo opuesto a lo que había querido hacer.

—¿En qué momento deje caer a mi amigo?

—No lo se, pero todos lo dejamos caer, pero en absoluto es tu culpa.

Tome su barbilla y lo hice mirarme a los ojos, el me sonrió un poco apagado se levanto del asiento y comenzó a besarme, de una manera tierna, yo solo sonreía y le seguía el beso, se sentía tan delicioso después de tanto tiempo, desabrochó mi camisa y mi brasier blanco parecía gris después de tanto caos, el solo beso mis pechos y luego procedió a bajarme los tirantes sin quitar el bra

—Esta sucio.

—Bueno ya te estás quejando Wayne.

Sonreímos y procedió a lamerlos, solo pegaba pequeños gritos de placer hasta que por fin sentí como metía su mano en mi falda, y bajaba la pantaleta.

—Te voy a coger tan fuerte Lane.

Trague saliva al escuchar eso que mis piernas se hicieron gelatina.

Las abrió y metió su cara entre ellas, sentí el primer lenguetazo directo a mi monte de Venus, gemi tan fuerte, por qué se sintió tan bien, que empezó a hacerlo lento y subiendo el ritmo, cuando sentí que metió un dedo dentro de mi, aferre mis manos a su cabello y sentían como daba pequeños mordiscos

—¡carajo chicos!

Ambos paramos y vimos a Oliver con Barry en la puerta ambos se voltiaron y nosotros rápidamente procedimos a arroparnos.

—No tiene ni 30 minutos que los dejé, miren quien volvió Barry, está otra vez a nuestro lado.

Bruce me pasó mi pantaleta y me guiño el ojo, para luego chupar el dedo que me había metido, yo solo me sonroje.

—perdon por la escena y Barry es bueno que vuelvas.

Golden // Bruce WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora