Life goes on (Kookjin)

Capítulo 19 ~

Iba de vuelta a su casa.
La verdad no quería hacerlo aún, pero su padre llamó a sus abuelos por teléfono y lo más bajo que les grito es que eran unos irresponsables por dejar que Jin faltara tanto a clases en la universidad.
Hablaba de él como si tuviera 10 años y no supiera las cosas que hacía.

No quería problemas para sus abuelos y tampoco quería que su progenitor se enojara más y tal vez hasta podía armar un escándalo en la casa de los ancianos, por lo que al otro día de la llamada ordenó la poca ropa que había traído, se despidió afectuosamente de sus abuelos que no lo querían dejarlo ir y tomó el primer tren que lo llevaría a casa.

Durante el viaje se consoló pensando que igualmente debía volver tenía un regalo que comprar, asistir a un cumpleaños, ayudar en una mudanza y volver a la universidad.
Seúl lo esperaba y no podía dejar sus responsabilidades.

Extrañamente el andén donde paraba su tren no estaba tan congestionado, miró a través del vidrio antes de agarrar su bolso y creyó distinguir una silueta que conocía perfectamente, por lo mismo volvió a levantar la vista y a la distancia vio una maraña de pelo negro algo desordenado y una chaqueta negra que conocía muy bien.
Agarro sus cosas y solo sonrió. El dia era nublado afuera, pero su día extrañamente se sintió más cálido y alegre después de verlo.

Salió detrás de un grupo de gente y camino directamente hacia esa conocida persona que estaba demasiado distraída con su celular, pero que debió sentirse observado ya que levantó la visto y cuando conecto su mira con SeokJin guardo el celular rápidamente y corrió hacia su encuentro.

-Yo te iba a sorprender a ti - fue lo primero que dijo el alegre muchacho para luego casi estrugarlo en un fuerte abrazo que Jin no dudo en responder - te extrañe Hyung - y esa confesión/ no tan confesión de Jungkook lo hizo darse cuenta que él también lo habia extrañado, hablaron todos los días, pero había extrañado ver al menor, ir a su departamento, hablar, jugar o simplemente cocinar juntos.

- Debí suponer que vendrías, anoche parecías demasiado interesado en la qué hora iba a llegar - Jin no lo había sospechado ni por un minuto y no iba a negar que le hacía ilusión que alguien estuviera esperando su llegada para algo más que sea regañarlo por faltar varios días a la universidad -¿almorzaste? ¿Vienes de la pizzeria? - podía distinguir debajo de la gran chaqueta parte del uniforme del trabajo del menor.

- ¿Huelo a pizza? - preguntaba Jungkook separandose un poco del mayor para no dejarlo pasado a comida.

-No seas bobo - le respondia un feliz Jin y lo agarraba de la cintura o eso creía el ya que solo sentía la gruesa chaqueta entre sus dedos - vamos a comer que muero de hambre - veía como el menor solo asentía y salían de la estación de tren hacia las transitadas calles.

Entraron el primer local que les llamó la atención y pidieron apenas se les acercó la camarera ya que al parecer ambos estaban hambrientos.

Estaban esperando su comida en un cómodo silencio que fue interrumpido por Jungkook - ¿debí traer a Yeontan? Ese era el plan, pero salí un poco más tarde y no alcance a ir a buscarlo - se intentaba justificar - no quiero que tus padres se enfaden más - añadia cuidadosamente, Jin le había contado de la reacción de sus padres por lo que no se sorprendió que creyera que no traer al perrito era más grave.

-Estarán enojados con o sin Yeontan Jungkookie. Tu no te preocupes que yo se lidiar con ellos - y esa era la verdad con el pasar de los meses era un especialista en hacer oídos sordos a lo que decían sus progenitores - lo puedo ir a buscar mañana si quieres - añadía y luego cambiaba de tema al no querer arruinar su buen humor pensando en lo que le esperaría al llegar a su casa - cuéntame que tal va la mudanza - la pregunta hacia que el menor comenzará a contar con lujo de detalles todas las cajas, bolsas y bolsos que había llenado con cosas para cambiarse. Como había donado mucha ropa que ya no usaba y lo triste que se veía el que había sido su hogar sin los cuadros y adornos que le daban personalidad al lugar.

Se le veía ilusionado, probablemente aún lo sintiera como una traición a la memoria de Taehyung el cambiarse de hogar, pero Seokjin podía ver la ilusión que le hacía comenzar de nuevo y dejar atrás una etapa que seguramente había muy linda, pero que durante este tiempo solo le aportaba tristeza y soledad.

-Recupere un amigo Hyung - le contaba el menor mientras estaban comiendo - la verdad no es amigo, más bien conocido, pero hablábamos muchos antes y ahora me atreví a volver hablar con él y no está enojado conmigo - seguía relatando ansiosamente - pensé que me insultaria por dejar de hablarle por tantos meses, pero fue amable y hasta me ofreció ayuda para empacar - seguía contándole mientras confianzudamente robaba un trozo de carne del plato de Jin y este solo lo miraba feo como primer amenaza.

-Supongo que aceptaste su ayuda - veía como el menor bajaba la mira hacia su plato y no respondia nada - no lo estas traicionando, siento que escucho tus pensamientos gritar que es una traición. No lo es y lo sabes Jungkook - comenzaba a trozar su carne en varios pedazo mientras que un silencio incomodo invadía el lugar - Taehyung era tu amigo, pero no era solo tu amigo era casi tu hermano, todos sabemos que no lo podrías reemplazar - escuchaba que algo susurraba el menor pero no alcanzaba a escuchar.

Jungkook levantaba la cabeza y repetía más fuerte lo que había dicho - era mi alma gemela - y Jin no podía contradecir eso porque era verdad. Nunca nadie que los haya conocido podía llegar a refutar dicha afirmación.

Cuando entró a su hogar estaba cerca de anochecer, las luces parecían estar apagadas, no sabía si eso era algo bueno o malo.
Entró y se encontró con su padre sentado en el salón con sólo la televisión encendida. El hombre apenas lo vio comenzó a despotricar contra sus abuelos, él y lo mal hijo que estaba siendo y por le dinero perdido si no lograba terminar la universidad.

En otras circunstancias Jin hubiera llorado toda la noche por las palabras, se hubiera sentido culpable, mal hijo y una vergüenza, pero no fue así, estaba cansado de sentirse mal por lo que solo escucho lo que tenía que decir su padre hasta que se le secara la boca por lanzar tan mierda por la boca, luego pidió perdón por algo que no sentía culpabilidad en absoluto, se excuso en que debía estudiar para la universidad y se encerró en su pieza y de ahí no pretendía salir hasta el día siguiente.

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