Capitulo 4 ~

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"- !Hey! ¡Pulgoso fuera de mi sofá! - le gritaba Jungkook al adorable cachorrito que estaba cómodamente acostado a lo largo en el sillón que lo miraba sin entender que pasaba -¡Taehyung! Sácalo - ahora le gritaba a su amigo que era el dueño de ese pequeño perro, Tae salía del baño solo con ropa interior.
- ¿Qué pasa con tantos gritos? - hablaba Taehyung secándose el pelo con una toalla, dejándolo apuntando en todas las direcciones.
-El perro, dejara lleno de pelos y el sofá lo compramos hace unos meses - habla con un puchero y ya sin gritos.
Tae tomaba entre sus brazos a la pequeña bola de pelo y se acercaba a su amigo - Eres un cascarrabias, te saldrán canas Jungkookie - le decía dejando un beso en la mejilla para luego entrar a su pieza"

Jin podría irse. Sería fácil guardaría las cosas que tenía en las manos, las tiraría en la mochila, agarraría a Yeontan y saldría corriendo sin mirar atrás y tratando de olvidar el desconsolado llanto de Jungkook.

De verdad podría. Pero no lo haría, Jin nunca podría dejar a alguien que conocía llorando desconsoladamente. Pero tampoco era un experto en estos temas por lo que se quedó parado a la distancia pensando cómo calmar a Jungkook pero su mente estaba en blanco no surgía ninguna idea, ni aunque fuera estupida, nada pasaba por ahí.

La solución vino en forma de un peludo perro que se acercó al sillón, se subió de un salto y comenzó a lamer confianzudamente al menor.
Este lo miro, susurro algo parecido a pulgoso y lo subió sobre su regazo siendo consolado mediante lametones y pequeños ladridos.

Jin por su parte aún con el pecho un poco apretado fue hacia la cocina y comenzó a calentar agua, no sabía si era efectivo para la pena pero la gente siempre tomaba té, no sabía si tenía propiedades relajantes y simplemente lo tomaban para no deshidratarse tanto llorar, pero le parecía una buena idea considerando que nada más pasaba por su cabeza.

Busco las tazas y el té en silencio, escuchando solo como el menor hacia sonar su nariz y los sollozos que seguía soltando.

Cuando el agua estuvo lista la vertió sobre ambas tazas, sacó unas galletas de la despensa para vaciarlas en un plato y como ultima cosa agarró el servilletero que vio. Llevo todas las cosas hacia la mesa que estaba al frente del sofá, para luego sentarse lentamente al lado del menor intentando no asustarlo por invadir su espacio.

Agarró una servilleta y se la tendió al menor el que la tomó rápidamente y la ocupó en su nariz.
Luego de comprobar que el menor había terminado de sonarse, agarró una taza de té y de la entrego al diciendo - sopla que esta caliente - veía como el chico recibió la taza y soplaba para luego darle un gran sorbo - encontré estas galletas espero que no te molestara que las abrí - hablaba agarrando el platito y acercándose al menor para que sacara una.

- Gracias - es todo lo que lograba contestar el menor luego de comer dos galletas y acariciar con su mano libre al perrito.

Para que no volviera a llorar Jin comenzó a contarles cosas sin mayor importancia, solo con la intención de generar una plática entre ambos. Le pregunto si aún vivía el vecino que engañaba a su esposa con el hombre soltero del piso superior, si el conserje seguía intentando conquistar a la madre soltera que vivía en el primer piso o si los niños traviesos de su piso seguían tocando el timbre y luego salían corriendo.

Eran temas que no requerían pensar demasiado y enfocarse en otras personas que no fueran ellos dos y para ese momento era perfecto, preferian hablar del conserje hostígante que del ataque de llanto de Jungkook.

Cuando el té ya se había esfumado de sus tazas y de las galletas solo quedaban las migajas el mayor pensó que sería un buen momento para irse.
Volvió agarrar las tres cosas que había sacado de la pieza de Tae y las guardo en su mochila bajo la atenta mira de Jungkook - ¿ te moleste que me las lleves? - le preguntaba luego de cerrar su mochila.

Jungkook parecio salir del transe en el que estaba mirando la mochila y solo negó - esa camiseta la usaba tanto que aún no entiendo como no luce gastada con todos los lavados - era una de las oraciones mas largas que había escuchado decir al menor durante toda la tarde.

-Al principio pensé que la usaba solo cuando me veía para que yo supiera que usaba el regalo que le di - decía Jin con una pequeña sonrisa nostálgica - pero luego veía sus publicaciones y muchas de ellas tenían la camiseta - recordaba con nostalgia lo mucho que le gustaba verlo con su regalo, Jin no solía tener el mismo gusto en ropa que su hermano por lo mismo que usara tanto esa camiseta lo hacía sentirse feliz.

-¿Ya te vas ? - le preguntaba Jungkook con el perro aún sobre sus piernas durmiendo - hace mucho no veía a Tannie sigue acordándose de mi ... al principio no lo quería - le contaba a SeokJin que se había acercado más al menor con la mochila ya puesta.

-Los perros recuerdan Jk, más si viviste tanto tiempo con él - le hablaba acariciando el pelaje suave del animal que seguía tranquilamente dormido -¿te lo quieres quedar por unos días? - le ofrecía esperando en el fondo que su respuesta fuera negativa, en su casa la única compañía que tenía era la de ese perrito.

-¿De verdad? Yo ... - Jin solo seguía rogando para que su repuesta fuera negativa, se sentía un egoísta de mierda pero no le importaba - está bien, solo unos días Hyung - hablaba con una sonrisa verdadera en sus labios.


Iba entrando a su casa completamente cansado y derrotado había sido una tarde agotadora emocionalmente, desde afuera había visto que solo estaba la luz del pasillo prendida, lo primero que pensó fue que sus padres habían notado su ausencia.

Entró quitándose las zapatillas y comenzaba a caminar con dirección hacia su pieza cuando su padre salió de la cocina con un vaso de lo que parecía jugo en su mano.

-¿Y Yeontan? - era lo primero que salía de sus labios al comenzar a mirar hacia el suelo y ver que Jin no venía con el perro.

- Hola padre ... Lo deje unos días con Jungkook- respondía simplemente, comenzando a caminar nuevamente.

-¡¿Como que con Jungkook?! - gritaba su padre, Jin solo se encogía por el asombro de escucharlo gritar, antes esas cosas nunca pasaban y simplemente aún no se acostumbraba - ¡ES NUESTRO PERRO! - seguía gritando mientras Jin solo lo ignoraba y seguía avanzando hasta subir las escaleras - ¡SEOKJIN! Te estoy hablando - sentía que su padre seguía sus pasos.

Se daba la vuelta para enfrentarlo y veía que estaba solo tres peldaños por abajo de el - me lo devolverá en unos días papá, también es de él- ya se sentía lo suficiente mal por dejar a su única compañía como para seguir escuchándolo.

-En dos días lo quiero aquí o ya vas a ver - decía el hombre pasando por su lado dándole un pequeño empujón con su hombro para luego caminar a su dormitorio.

Jin solo entro a su dormitorio, tiró la mochila al suelo y se acosto en su desecha cama y se tapó completamente esperando que las horas pasarán.




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Life goes on  (Kookjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora