Life goes on (Kookjin)

Capítulo 23 ~

Aprendió todo lo que sabe en masajes en un taller que tomó en la universidad durante su primer año, es que tenía muchas horas de espera entre una clase y otra.
Jungkook siempre fue alguien inquieto por lo que no lograba entender que tendría que estar tantas horas sin hacer nada, las opciones que tenía era un taller de bordado, uno de malabares y por último el de masaje para principiantes.

Descartó las dos primeras opción de inmediato, para bordar necesitaba ser delicado y tener paciencia. Pensó que se estresaria más bordando que relajandose por lo que lo descartó, el de malabares le llamaba la atención, pero era tres días a la semana y había un día que le chocaba con clases así que quedo descartado también.

Le quedaba solo la opción de masajes así que lo tomo sin muchas ganas. Cuando acabó el semestre Taehyung le había dicho que era realmente bueno y le pedía masajes por lo menos una vez por semana.

Y ahora menos de arrepentía de tomar ese taller, no cuando Jin estaba adolorido por ayudarlo a subir y bajar cajas durante todo el día.

Jungkook conocía a Jin desde hace años, pero esta era la primera vez que lo veía sin comiseta, no tuvo la oportunidad de mirarlo mucho primero para no incomodarlo y segundo el mayor se puso sobre su abdomen rápidamente siguiendo las instrucciones.

Hace varios meses que no hacía masajes, no pensaba que había perdido la costumbre, pero de igual forma comenzó lentamente pasando sus manos suavemente por sus hombros.

Siempre le había encantado la amplia espalda del mayor y ahora que la veía sin las grandes sudadera que usaba se lograba distinguir más la diferencia entre su estrecha cintura y sus amplios hombros.
Era una espalda muy bonita salpicada con unos pocos lunares y como lo suponía Jungkook no tenía ninguna marca, granitos o imperfección.

Jungkook en este momento se sentía algo intimidado y no sabía la razón, le había hecho masajes a muchas personas y nunca le habia pasado eso no comprendía porque este masaje se sentía más íntimo.

Pidiendo permiso se subió sobre el mayor y comenzo a intensificar el masaje en las zonas claves, en algún momento se perdió en la concentración de hacer un masaje decente, pero volvió a la tierra cuando escucho un gemido salir de la boca de Jin y eso era algo normal, pero se le hizo tan sexy que viniera de su Hyung.
No sabía si era la forma en que abrió sus gruesos labios a la hora de soltar el gemido o si fue el sonido o la cara de placer. Pero lo que sí sabe es que fue el gemido el que lo sacó de su ensoñación.

Se quería pegar cachetadas por tener esos pensamientos con una de las personas que más lo habia ayudado durante estos meses. No te confundas Jeon Jungkook tienes la mala costumbre de aferrarte a las personas cuando te dan atención.

Comenzó a terminar el masaje y escuchó la protesta de Jin porque estaba acabando tan pronto.
Comenzó a pasear sus manos por su estrecha cintura, tocandola delicadamente para luego subir a sus amplios hombros y su nuca.

Había un lunar tan lindo en el hombro de su Hyung, era pequeño, una leve pintita en la perfección que era la espalda del mayor.
Era una pequeña manchita y le daban tantas ganas de posar sus labios ahí.
¿Posar sus labios? Concéntrate Jungkook fue lo que pensó, pero parece que su cabeza y cuerpo no iban sincronizadas porque ya se estaba agachando para dejar un suave beso sobre el pequeño lunar.

¡Oh Dios! Me va pegar, se va a ir, no me volverá hablar nunca más. Todo eso paso por mente cuando ambos se quedaron quietos y sintió el cuerpo del mayor tensarse para luego volver a estar relajado.

¿Si lo hago de nuevo se enojara? La verdad quería hacerlo quería besarle toda la maldita espalda si era necesario y así lo hizo esperando que el mayor no reaccionara a cada beso que le daba.

Cuando iba subiendo por la nuca, tenía una meta clara, tocar esos gruesos labios, eran tan rosados y lindos, solo un leve toque y quedaba conforme.
Así fue le dio un suave toque y sintió que su corazón latió tres veces más rápido, esperaba que el mayor no lo pudiera escuchar, eran igual de suaves como lo esperaba, quería más, mucho más.

Pero se lado razonable decidió salir a la luz y comenzar a sentir culpa por besarlo sin saber si Jin quería o no ¿había abusado de él? Se separó del mayor y solo habló para romper sus pensamientos y el silencio en que había quedado todo "dormimos"

Estaba oscuro y sabía que Jin no estaba durmiendo, ambos siempre se abrazaban para dormir, las primeras veces había sido vergonzo despertar así, pero ahora ya era algo de su rutina.
Ahora cada uno estaba en su lado de la cama y la idea de que su Hyung estaba enojado o se sentía vulnerado seguía en su mente, hasta que escucho un tímido "buenas noches" Jungkook estaba cansado por lo que decidió creer que todo estaba bien para los dos y se acercó para atraparlo entre sus brazos y así caer dormido.

Odiaba la alarma de Jin. Sonaban unos malditos pájaros cada vez más y más fuerte, el cantar de los aves debía ser agradable, pero usarla como alarma no era una buena idea.

Se despertó antes que Jin y estiró su mano como pudo para apagar el maldito celular, cuando lo hizo se dio cuenta que había estado durmiendo sobre el pecho del mayor y que lo habia babeando mientras dormía, avergonzado agarro la sabana y lo seco como pudo.

-¿De nuevo me babeaste?- preguntaba con voz ronca Seokjin más dormido que despierto - pequeña babosa - le decía y afirmaba su brazo sobre la espalda de Jungkook.

-Iré a preparar el desayuno - le contestaba aún avergonzado y se liberaba de sus brazos para salir corriendo de la habitación.

El desayuno no fue incomodo, ninguno tocó el tema de la noche anterior, pero no se sentían incómodos con la presencia del otro, estaban todo igual que siempre.
Cuando se separaron para cada uno ir a su dirección, fue Jin quien tomó primero su autobus y para despedirse del menor le dio un suave beso cerca de los labios que dejó con una sonrisa boba en la cara a Jungkook hasta que llegó a su trabajo.

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