≻─⋆✩⋆ ─≺ Capítulo 17 ≻─⋆✩⋆─≺

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No pasó ni 10 segundos hasta que Alya regresó para llevárselo, rodeando a uno de sus hombres repantigado en el suelo. No era alguien importante o alguien cercano a Adrien como para que se sintiera triste. Quizá Lila tenía razón. Adrien era rudo, y no se sentía mal al respecto.

Pareció una hora de caminata cuando en realidad puede que haya sido solo diez o veinte minutos. Ahora estaban en el garaje, en donde un BMW plateado los esperaba, con una mochila llena de efectivo.

Adrien se preguntó brevemente cómo es que Luka logró preparar todo en ese corto tiempo, pero si era Luka, casi nada era imposible. Agradeció a Alya en un susurro antes de despedirse. Si hablaban más, Adrien se pondría emocional; de hecho ya tenía los ojos llenos de lágrimas pero sabía que no debía ponerse a llorar.

—Piensa en tu Diamond Tears.— Alya susurró. —No llores y cuídala mucho. No puedo ayudarte más. Es una misión tuya desde ahora. Todo lo que puedo hacer es ayudarte a hacer algo de tiempo con Luka y Chloé, enviando a los demás en diferentes direcciones.

Adrien asintió y sin más palabras pisó el acelerador, el auto se movió de inmediato.

Con la adrenalina aun en sus venas, Adrien aceleró por las calles. Condujo insanamente rápido, ignorando las reglas de tránsito ya que necesitaba irse lo más rápido posible.

Fue recién media hora después que decidió detenerse en algún lugar a mitad de un pueblo. Sabía que si seguía en auto puede que Lila los encontrara con el sistema de rastreo que había en cada auto de la organización.

Adrien escogió cargar a Marinette en su espalda, la mochila con el dinero – y con un polizón de pelitos rojos/amigo de Marinette – en el frente, y así emprendió camino, usando el metro para llegar a alguna área subterránea. Rentaría un auto desde ahí y conduciría a algún puerto. Sobornaría a alguien para que los llevaran a España o Italia, así era más fácil viajar cuando no se tenían los documentos. Necesitarían pasaportes falsos también, y ahora que Adrien lo pensaba, una rápida huida puede que haya sido una mala idea.

Suspirando, Adrien apretó su agarre en Marinette quien se revolvía en sus sueños.

«¿Era el ruido o la conmoción lo que estaba despertándola? »

Adrien deseó poder concederle más tiempo para dormir, algo de descanso después del asalto anterior, pero al mismo tiempo el que Marinette estuviera siendo despertada era mucho mejor para los dos. Podían avanzar más rápido, y Adrien aun necesitaba explicarle la situación a Marinette.

—Adrien... —Marinette dijo lentamente, la confusión estaba escrita en todo su rostro. Adrien le sonrió a la señora que se puso de pie para dejar que Marinette se sentara, viéndola cansada y lastimada.

La menor se recargó en Adrien, quien acarició su cabello.

—Hablaremos después. —Adrien susurró. —Por ahora, solo sígueme.

—Tikki...

—Shh..., está aquí... —indicó abriendo un poco la mochila y mostrando al gatito enroscado sobre el dinero.

Adrien sabía que no debía sentirse así, pero de alguna forma sentía esta emoción recorriéndolo. Marinette estaba sentada a su lado, el silencio caía sobre ellos, pero no se sentía tenso. Había esperanza. Adrien sentía esperanza, tener a su novia a su lado mientras huían a un incierto pero quizá mejor futuro. Cualquier cosa era mejor que quedarse con Red en donde Marinette era encerrada y lastimada cuando Adrien no estaba para cuidarla.

Diamon Tears (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora