Cháos: Ekdíkisi

Capítulo 8.

Una masa oscura surgía de las profundidades del subsuelo, rápidamente todo el pavimento se tiño de un color oscuro, surgió una calma que duro pocos segundos pues se formaron dos fauces negras alrededor de Cole, listo para devorarlo y aplastarlo mas gracias a sus reflejos divinos este logro evadir la hostilidad con un gran salto hacia atrás, aterrizaba en el ennegrecido paraje y la quimera atacaba, mas esta al ser una simple manifestación de lo que es en realidad termino siendo consumida por el abismo, Cole decidió actuar y volver a rasgar el suelo, el Hades volvía a aparecer esta vez apareciendo múltiples manos mas estas ya no eran esqueléticas, poseían una carne putrefacta que las cubría, las manos lanzaban múltiples golpes al suelo oscuro haciendo que la masa oscura finalmente muestra su forma real: Una esfera de penumbra con la sonrisa mas aterradora mas oscura posible.

—Vaya, eres fuerte..Y ese armadura lo complica todo, a menos que logre doblegarte.-

La voz tan grave era emitida por el ser, voz que sería capaz de penetrar en el alma mas valerosa, Cole de manera impulsiva ataco.

—Inmunda bestia ¡Muere!-

Corria con su gran velocidad en dirección a la bestia, lanzando múltiples cortes que impactaron pero no afectaron a la bestia, pues parecía ser que se regeneraba al instante.

—Patético.-

El monstruo lo golpeaba, enviándolo lejos, Adonia observaba pensativa, hasta que vio como el alma arremetía contra el semidiós.

—¿Doblegarlo?.. ¡Espera, Cole no creas-

Sus palabras fueron cortadas, pues Cole no las podía oír por lo acontecido, el ser se había introducido en su cabeza induciéndolo a un sueño profundo.
Cole se despertó en una cómoda cama, desorientado y a lado de una mujer de oscuros cabellos y voluptuosas formas, confundido los cabellos que cubrían el rostro para conocer la identidad: Era su difunta esposa, el ser rápidamente retrocedió levantándose de la cama, reviso su abdomen mas no tenia la herida que lo mato, tenia puesta una pijama, su esposa, alterada se levanto y lo miro asustado.

—¡¿Que?! ¡¿Que te paso?!-

—¡Tu estas muerta! ¡Te vi morir ante mis ojos!-

Asustado como nadie tiene idea este retrocedía mas mientra su esposa se acercaba.

—¡¿Que?! ¿A que te refieres?-

Cole intento invocar la guadaña, más no funciono, sus pasos concluyeron arrinconándose contra la pared, hasta que su mujer tuvo la oportunidad de abrazarlo, la calidez del abrazo finalmente lo calmo, abrazando con fuerza a su esposa mientras soltaba múltiples lágrimas; todo había sido una pesadilla.

—Soñe..Vi como eras asesinada, tu y el pequeño Demetrius, morían y yo a los pocos días..fue horrible.-

Su mujer intentaba consolarlo, demostrándole que fue un mal sueño, lo ayudo a levantarlo para poder sentarlo en el borde de la cama.

—Cuentame ¿Que soñaste?-

Cole procedió a contarle todo lo acontecido, su esposa no pudo evitar soltar una carcajada, pues todo parecía un cuento de hadas.

—Te dije que todos esos mitos terminaría haciendo mella en algo, mira lo que soñaste, debió de ser duro, ven, vamos a desayunar.-

—De acuerdo, Raquel.-

El hombre se levanto para desayunar, caminando por la que es su casa, un hogar acogedor para cualquiera, se sentaba en la mesa mientras del pasillo sonaba unos pasos para después asomar una pequeña figura: era Demetrius, el hijo pequeño de Cole.

—Bu-Buenos días, papá.-

Cole actuó de inmediato, corriendo a darle un abrazo a su pequeño hijo, elevándolo entre sus brazos, este no supo como responder mas que devolver el abrazo, aunque algo somnoliento dijo.

—Papá, me aplastas.-

Entre risas este lo bajo, el niño lo acompaño a la mesa, su esposa entre sonrisas le dijo.

—Solo por hoy haré todo yo, a partir de mañana los dos haremos el desayuno, el almuerzo y la cena como siempre ha sido ¿De acuerdo?-

El hombre asintió, la mujer preparo un desayuno normal: huevos, tocino y una taza de café, los tres comieron con alegría hasta que Raquel se levanto de su silla exaltada, corriendo hacia el vestidor de su hijo, ambos confundidos la siguieron y le preguntaron al unísono.

—¿Que te pasa?-

—Pasa que tu tienes que ir a la escuela y tu ir a trabajar.-

La mente de Cole estaba tan alegre que no quería desperdiciar un día tan maravilloso en el trabajo, mas por responsabilidad iba a hacerlo pero no le impidió decir una broma.

—Yo a la escuela y el niño al trabajo, lo tengo.-

Tras decir aquello, su hijo se río y Cole se dirigió a la ducha para poder bañarse, el agua caía directamente en su cabeza, llenándolo de calma, lo que hizo que no se percatará de que su esposa entraba al baño completamente desnuda, metiéndose con Cole en la ducha, la mujer depositaba un beso en sus labios que despertaba al hombre del trance, este la vio y con una sonrisa de manera coqueta pregunto.

—Ey ¿Y la privacidad?-

—No pensé que te molestará, pero es una iniciativa para ahorrar agua.-

Ambos pasaron un momento íntimo durante el baño, el cual fue algo corto debido a la falta de tiempo en el lugar, ambos salieron de la ducha dirigiéndose a su cuarto, entrando y cerrando la puerta, a los pocos minutos su hijo entro al baño para poder bañarse.
Pasaron los minutos, Demetrius salia del baño y su madre por lo consiguiente del cuarto ya vestida, acompañaba con prisa a su hijo mientras Cole daba unos retoques a su traje, tomando aquel portafolios cerca de la cama, reviso que todo estaba en orden y salio del cuarto, fue a donde estaba su familia y con amor se despedía de ambos para salir de su casa, tomando el autobús para dirigirse a su trabajo.
Pasaron los minutos, el hombre se detenía en la parada, esperando a que sea el momento idóneo para poder cruzar este lo hace hasta llegar al edificio que trabajaba, cruzando el umbral de la puerta la recepcionista lo recibía con una sonrisa, este devolvía la sonrisa para dirigirse al ascensor, lo esperaba el junto con otras dos personas, los tres entraban y tras varios minutos, Cole llegaba al piso indicado, se detenía el ascensor y el caminaba hacia su cubículo de trabajo, a su lado una voz sarcástica le hablo.

—Buenos días, maestro ¿Gusta que le caliente el asiento? ¿O le traiga agua?-

Entre risas Cole entendió la broma e identifico al causante: su amigo Nicolás hacia referencia a su tardia llegada.

—Vamos, solo llegue dos minutos tarde.-

—Si, pero ¿No que eras el señor puntual?-

—Solo tuve un momento con mi familia, por eso me demore, no volverá a pasar, ahora vuelve a tu lugar antes de que el jefe-

No pudo concluir la frase pues una figura cruzo una de las puertas, silueta que imponía respeto y autoridad, el jefe había llegado, Nicolás entendió el mensaje y volvió al trabajo, su jefe se dirigía hacia nuestro protagonista y de manera amistosa le dice.

—Dos minutos Cole, dos minutos ¿Que paso amigo? ¿Y el récord perfecto?-

—Lo siento jefe, me detuve a tener un momento con mi familia, ya sabe en trabajo llega a ser agobiante y todo eso.-

—Tranquilo, te entiendo, pero que no vuelva a pasar.-

Cole asintió, volviendo a trabajar, su jornada de trabajo iniciaba.