Capítulo 12.

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Cole salia del castillo del lord del inframundo con un semblante serio, calmado, parecía ya nada importarle, al salir logra ver a Caronte el cual lo esperaba, este se subió y Adonia por lo consiguiente a los pocos minutos subió, la embarcación zarpaba en camino a las puertas del Hades mientras que Adonia intentaba descifrar lo que le paso a Cole.

—Bien querido, ahora posees una inmortalidad deseada por los dioses.. Eso es de temer.-

Con sus típicos tonos juguetones Adonia se acercaba a la cabeza de Cole mas este no respondió de la manera de lo que hacia antes, rápidamente una de las dagas apareció en su mano diestra y esta fue llevada al cuello de la fémina, Caronte gracias a su enorme poder visual fue capaz de ver lo sucedido por lo que soltó una lenta risa, Cole hablo.

—Alejate antes de que te raje la garganta.-

—Wow, esa energía guardala para el enemigo, además sabes que técnicamente no puedo morir, es una bendición al igual que la tuya.-

—Bendición para ti, maldición para ti.-

Cole retiro la daga, Adonia supo de inmediato que algo dentro de la ilusión lo consumió completamente, por lo que tuvo que preguntar con algo de amabilidad.

—Oye.. Aquella ilusión ¿Que te mostró?-

Cole soltó un suspiro, jugaba con la daga en sus manos y finalmente decidió responder.

—Lo peor que le puede suceder a un hombre.. Es que el mismo destruya lo que construyó.. Pase siglos, quizás milenios asesinándolos, de todas las maneras que te imaginas, todo mientras estaba consciente en el acto, y aun poseo aquellas imágenes, aquellos gritos fundidos en el fondo de mi alma y mente..-

Mientras hablaba guardaba la daga y al culminar sus palabras este cerro ambos puños, la rabia lo consumía.

—No me queda algo para vivir mas que la venganza, juro sobre sus nombres, sobre sus memorias que a cada asqueroso espectro lo rasgare sin miedo alguno y hallaré al causante de su muerte, solo para hacerlo pagar.-

Adonia lo noto de inmediato, el Cole de antes desapareció para dar cabida a un ente que nació para la venganza, Hades logro su cometido: Obtuvo a la máquina asesina perfecta.
Los minutos pasaron y la embarcación se detuvo, ambos seres se bajaron y caminaron a la puerta del Hades y durante el trayecto noto como la valentía de Cole era palpable, pues la armadura fue reparada y brillaba, a lo lejos un cerbero se acercaba para intentar atacar a Adonia mas Cole simplemente lanzo una mirada amenazante, el enorme can solo supo alejarse con temor mientras llegaban al pozo, ahí sin temor alguno el semidiós se lanzo al vació, Adonia lo seguía.
Pasaron horas, cuando su trayecto acabo en la ciudad donde los sucesos ocurrieron, ahí este no perdería  tiempo y con guadaña en mano cortaría la tierra en un enorme corte que traería las manos del hades, las cuales causaron un terrible temblor que probablemente se sintió en la ciudad.
Como un Deja vu, las cosas volvían a suceder como antes, aquel ser se volvía a apoderar del suelo y provocaba dos fauces alrededor de Cole las cuales esta vez lograron atrapar al semidiós mas este sin temor alguno lanzo un corte vertical, un destello violeta fue emitido y Cole se libero.

—Muestrate imbécil.-

Aquella figura oyó las palabras de Cole, volviendo a tomar la forma de antes, soltaba una gran carcajada.

—¿Tu otra vez? Parece que no-

Aquel ser no termino su diálogo cuando Cole se abalanzo contra este, lanzando un corte que lo dividió a la mitad y dejando a Cole detrás de este, observando como aquel ataque no surtió efecto la silueta volteo y lo vio.

—¿Muy valiente? Juguemos otra vez.-

El ser se abalanzo nuevamente contra el y lo volvió a sumir en una ilusión, Adonia observaba todo mas no movió un dedo, pues sabia que Cole lo tenía controlado.
Pasaron minutos, nuevamente Cole se despertaba en una cómoda cama, a su lado su esposa, este giro su cuerpo y acomodo sus cabellos para depositar un beso en su mejilla y con una sonrisa se levanto de la cama y salio del cuarto, en dirección al cuarto de su hijo, este abrió la puerta con delicadeza y se acerco a el besando su cabeza y acariciándola mientras decía un:

—Te quiero, campeón, nunca lo olvides.-

Tras aquellas palabras este se reincorporó, estiro su diestra y ocuparía las almas antes obtenidas, este vez las usa para recuperar la armadura y la guadaña, la figura destroza la visión antes dada para mostrar un cuarto en blanco donde este hacia acto de presencia.

—Vaya, hay algo diferente en ti, quizás sea que ya no caes tan fácil.-

—¿Vas a luchar o vas a hablar todo el rato? Esto es sumamente desesperante.-

El profano se sintió ofendido y decidió luchar de frente, acercándose con velocidad y soltando golpes capaces se destrozar edificios, Cole los recibía de frente mas este no se inmuto, el profano lanzo golpes con mas fuerza mas no surtían efecto.

—Tch, no vales la pena.-

Cole iniciaba su ataque, gracias a su velocidad este daba la impresión de haberse teletransportado a la espalda del enemigo y en esta ubicación lanzar una patada que lo mandaba a volar, posteriormente aparecía al final del trayecto del ser para lanzarlo hacia arriba de un gancho, siguiéndolo hacia arriba donde continuaría aquella golpiza con una patada que lo estrellaba contra el vació, posteriormente este tomaba las dagas y las lanzaba a cada una de sus manos dejándolo atrapado, Cole aterrizaba a pocos metros de el y con una lenta caminata se paraba sobre el y con la guadaña apuntaba a su cuello, mas el profanó intento un az bajo la manga: Transformo su rostro en Raquel diciendo.

—Te quiero.-

Cole agachó la cabeza, aprovechando esto la figura se deshizo de las dagas y lo tomo del cuello.

—Débil.-

Su sorpresa fue enorme cuando Cole reía como un maniático.

—Truco barato.. ¿Quieres ver algo sorprendente?-

Ambas manos eran llevadas al casco de la armadura, el cual era retirado demostrando algo: gracias al poder de sus almas este obtuvo control sobre la ilusión, mostrando un rostro totalmente deformado y putrefacto, el abrumante poder hizo que el ser detenga la ilusión y en la realidad termine asustado, retrocediendo al poder del semidiós.
Cole, ya ahora en la realidad, retiro el casco de la armadura para acercarse lentamente al ser y volver a pisarlo, diciendo.

—Buu.-

El profanó intentaba retroceder mas no pudo debido a que Cole había usado sus almas restantes para formar un domo del cual no podría salir, finalmente el profanó decidió ver a los ojos a Cole, mostrando una mirada amenazante, el semidiós lanzo la guadaña a pocos metros de el y empezó con su venganza: Empezaría por tomar introducir sus manos en los ojos del ente y aplastarlo, el poder de estos fue absorbido.

—Uh, eso no era.-

Introdujo ambas manos en la boca del profanó y con una fuerza descomunal logro partir la cabeza del ser a la mitad cual paso con Adrastos, esto en fin de hallar el punto débil mas ahí no se encontraba.

—Debi imaginarlo, bueno, sigamos.-

Antes de continuar con aquella sesión de tortura procedió a golpear la cabeza del temeroso ser, intentaba defenderse pero a causa de esto ambos brazos fueron arrancados y absorbidos.

—Me pregunto de que color sera tu sangre..o si posees una, es hora de averiguarlo.-

Pasaron horas, Adonia observaba como Cole golpeaba, destrozaba y desgarraba todo aquel del profanó hasta que finalmente halló el cometido, aquel punto débil fue hallado, Cole procedió a tomar una de las dagas y cortarlo, inmediatamente todas las almas que lo formaban fueron absorbidas por su cuerpo, Cole deshizo el domo, volviendo a ponerse el casco este se acercaba a la guadaña para después tomarla y colocarla en su espalda, aquella sesión de tortura culminaba, Adonia se acerco con una sonrisa preguntando.

—¿Nos vamos?-

Cole no respondió, solo empezó a caminar, esta por lo consiguiente lo siguió, volviendo a aquel miserable viaje donde no le esperaba más que un castigo perpetuo.

Cháos: EkdíkisiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora