Capitulo 14. ¿Celosa de ti?

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Hola hola, aquí les traigo el capítulo 14 de la historia, espero lo hayan esperando ansiosos, la trama se irá complicando cada vez más así que no se lo pierdan, sin más que agregar espero que lo disfruten.
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En la enfermería, luego de ser atendida y ver que los golpes no habían roto ningún hueso ni hacer una herida grave la enfermera le recetó unas píldoras por si le daba algún dolor. Se retiraron hasta la entrada de la enfermería en silencio hasta que él lo rompió.
-Me alegro que no haya sido nada grave.
-Ya, yo ya no se si alegrarme por las cosas que me suceden, donde quiera que voy todo simplemente pasa así desde siempre; ya ni siquiera debería de sorprenderme.
-¿Qué ligues con los profesores?- dijo bromeando.
-Por supuesto que no, no me iras a decir que te tragaste ese cuento- respondió algo molesta.
-De haberlo echo ni siquiera me hubiese metido, en cambio te ayudé.
-Si, y de que manera, ¿en serio tenias que llegar a ese extremo? Porque bien podrías haber dicho simplemente que estabas saliendo conmigo aunque fuese mentira.
-Tan desagradecida como siempre.
Ella suspiró un poco cansada.
-Está bien, lo siento, gracias por ayudarme Félix. Pero este tipo de cosas solo va a crear una mentira que luego va a ser muy difícil de desenvolver- luego recordó cómo se había acercado a ella y el calor que le subió por las mejillas fue inevitable- además, es malo para mi salud mental- susurró.
-¿Como has dicho?- preguntó curioso.
-No he dicho nada- se recompuso cruzándose de brazos.
Él la miró fijamente unos momentos y luego sonrió de manera maliciosa, ella había entendido perfectamente lo que estaba haciendo.
-¡Deja de meterte en mi cabeza!- molesta comenzó a caminar de vuelta al pasillo.
-Hey, que no te molestes mujer, si eres tú quien grita mentalmente lo que piensas- dijo riendo mientras la veía alejarse.
-¡Véte al diablo!- respondió y cerró la puerta tras de ella.
Cuando ella se fue el chico dejó de reírse casi de golpe, se sentó en uno de los asientos y se palpó la parte alta de la espalda en la izquierda. Apretó los dientes mientras reflejaba un intenso dolor, lo sentía como si una flecha se le hubiera clavado hasta el hueso.
-Maldito juramento.
Luego de regresar a clase y luchar por la idea de no romper el bolígrafo que tenía en las manos intentó prestar la mejor atención posible. Giró un poco la vista hacia los demás alumnos y se dio cuenta que muchos de ellos estaban intranquilos. Fijó la vista en Alex y aunque quería simular estar calmado el tic nervioso de su pie lo delataba. El profesor cerró el libro que tenía en las manos y anunció un examen sorpresa. <<Allí la razón de tantos nervios flotando en el aire>> Estaba bastante tranquila puesto que el examen sería sobre las células de los organismos y los niveles de organización de la materia, o eso pensó ya que la clase anterior no habían hablado de otra cosa, nada que temer para ella.
Al terminar el examen algunos parecían haber dejado el alma en el papel, otros comentaban sobre que fácil estaban las preguntas y otros parecieran querer llorar.
-Karol- llamó Alex dándole un ligero toque con el codo.
-¿Que sucede?- de giró ella.
-¿Lograste hacer todas las preguntas?
-Si, no estaba complicado, ¿como te fue a ti?- preguntó recogiendo sus cosas para ponerlas en el bolsillo delantero de la mochila.
-Algo hice, Biología no es mi fuerte- vió como a Karol le estaba costando cerrar la mochila y alargó el brazo para ayudarla- necesitamos hablar.
Eso nunca podía ser algo bueno, las típicas palabras que atraen una mala vibra desde que las escuchas.
-¿Sobre qué?- preguntó un poco nerviosa.
-Mañana es fin de semana, me preguntaba si querías ir a comer algo.
-Tengo el día libre, y los trabajos previos están casi listos- pensó si se le olvidaba mencionar algo- ¿quienes nos reuniremos?
-Tú y yo, no has tenido mucho tiempo de conocer el resto del pueblo.
-¿Eliany no nos va a acompañar?- preguntó levantándose del asiento.
-Va a quedar con unos amigos por la mañana y tiene un curso de idioma más tarde, conozco donde venden unas malteadas muy buenas, también tienen tartas de manzana.
Las malteadas estaban bien, ¿pero las tartas de manzana? Eso era la gloria echa postre relleno de más gloria y revestido de azúcar.
-¿Como sabes que..?
-Porque siempre eliges una manzana para el almuerzo y miras la mía como si quisieras robármela además de que tu casillero tiene pegatinas de tartas pegadas, especialmente las de manzana.
Ok... eso era raro- pensó- quizás si era demasiado atento con ella, a un nivel que daba un poco de repelus, o quizás solo se lo estaba imaginando, aunque algunos chicos la invitaban a salir nunca eran tan observadores sobre qué le gustaba comer.
-¿Qué me dices?- preguntó con ojos brillantes.
<<No quiero parecer grosera pero Felix se molestaría conmigo por estar sola con alguien sin que pueda observar por si algo me sucede, también me daría lija con lo de que Alex es mi novio cuando en realidad no lo es>>
-No lo sé, últimamente este pueblo parece ser más peligroso que la cuidad- abrió la puerta para salir al pasillo- de todas formas puedo llamar si..- enfocó la vista a una buena distancia donde divisó a Felix hablando con una chica. Estaba observándola desde arriba sonriéndole mientras ella hablaba sobre algo. Algo que al parecer le estaba dando mucha gracia. Luego ella le dio un papel y él lo observó detenidamente para luego asentir y guardarlo en el bolsillo de sus vaqueros.
Algo raro se le retorció en el estómago, como una serpiente enroscada que luchaba por salir e inyectar su veneno. ¿Estaría celosa? Si ni siquiera estaban saliendo realmente, puede que en algún momento ella hubiese deseado que fuera real. Pero no lo era, sólo era una mentira que no había dudado en usar. Lo mejor sería no mezclarse con chicos así, si, sería lo mejor así. Pensó en dejar pasar aquello y adjudicarle el sentimiento a la conexión que tenían pero, si él era tan frívolo con las chicas como para conversar a tan poca distancia y con tanto entusiasmo ella no tendría que contenerse por salir con un amigo.
-¿Karol me estás escuchando?- preguntó mientras le tocaba el hombro.
-¿Sabes qué? Me parece bien que vayamos mañana allá, dime la hora y donde nos reunimos para ir.
Él pareció notar algo en sus ojos, ¿molestia? ¿Venganza? Si logró descifrar aquello simplemente alzó los hombros y no le importó.
-A las diez podría ser, si estás libre claro.
-No hay problema- respondió rápida como un rayo.
-Y te paso a recoger en la biblioteca, si por casualidad cambias de opinión..
-No cambiaré de opinión, tú espérame allí- dijo tajante mientras miraba de reojo nuevamente al pasillo, Félix se percató de sus ojos sobre él y cerrando la conversación con la chica baja de pelo rizado hasta la cintura comenzó a dar pasos en dirección a la de vetas rojizas.
-Bueno, nos vemos- dijo Alex, cuando se cruzó al lado de Félix este juraría que lo vio sonreír, se detuvo y lo miró unos momentos pero Alex siguió su camino como si nada.
-¿Ha pasado algo interesante?- indagó a lo que ella le respondió con un cortante no.
Él puso alzó una ceja y ella solamente caminó hacia el casillero, luego de sacar sus cosas dio vuelta hacia el estacionamiento.
Por más que intentaba saber que estaba pasando por esa cabecita no tenía suerte, cuando quería ver sus pensamientos solo la escuchaba sacando cuentas de matemática mentales o alguna tonta canción infantil sobre un pingüino vendiendo helados, dejó de tratar de saber antes que le comenzara a doler el cerebro.
Cuando llegaron al estacionamiento ella pasó de largo la moto y él la llamó para que se acercara, puso mala cara luego de que ella también la pusiera.
-¿Sucede algo?- preguntó cuando notó que estaba algo rígida al subir.
-No ha pasado nada- respondió con un tono frío como cubos de hielo seco.
-Eso no me lo trago- respondió con un poco de mal humor.
-No me importa si tenlo tragas o no, ya te respondí.
Él quiso responder pero como varias personas estaban escondidas intentando escuchar la conversación así que simplemente se colocó el casco y salió de allí.
A medio camino ya había acomodado el agarre de Karolina unas cinco veces ya que se soltaba y prácticamente iba sin aferrarse a nada para no caer. Él frenó la moto cuando ella lo hizo una sexta vez.
-¿Qué demonios te pasa? Y no me digas que nada porque es una mentira muy mala- dijo sacándose el casco mientras ella se arreglaba el pelo pegado a la cara.
-Fui muy clara antes, no me importa si te lo crees o no, ya te lo dije- respondió sacándose igualmente el suyo.
-¿Antes me agradeces y ahora estás cabreada conmigo?
-¿Y si lo estoy qué?- respondió aún más molesta, tenía una mirada desafiante.
-Que me interesa saber por que, ¿es por lo de antes sobre leerte la mente?
-No- dijo cruzándose de brazos por debajo del pecho.
-Entonces dime que pasa- su paciencia estaba al perderse en un mar muy profundo.
-No. Te. Importa- respondió haciendo pausas mientras sus ojos morados se habían vuelto amatistas oscuras.
-Suficiente, o me dices que te pasa y hagamos que los anillos dejen de rostizarme la piel o te bajas ahora.
Ella dejó el casco sobre el asiento al bajarse y comenzar a caminar por el camino a paso rápido.
-Pues bien, si eso es lo que quieres- hizo rugir el motor y aceleró tanto que al pasar junto a la chica el aire azotó su rostro.
Llegó luego de cinco minutos sobre el vehículo, abrió el garaje y guardó la moto. Acto seguido dejó sus cosas sobre su cama al entrar al cuarto, sin previo aviso dio un puñetazo a la pared lo suficientemente fuerte como para que la pintura se resquebrara un poco.
Estaba muy enojado con ella pero darle de puños a la pared no solucionaría nada, así que luego de envolver su mano con algo para que dejara de sangrar por los nudillos fue a la cocina y sacó un filete grande con dirección a alimentar a Pandora.
Pasado un rato observó el reloj de pulsera que siempre traía consigo, entró en su cuarto y acomodó uno de los posters que tenía dejándolo sobre el lugar donde la pintura estaba levemente teñida con rojo.
Luego de un rato revisando los canales volvió a observar el reloj, ya había pasado más de una hora y el camino desde donde la había dejado no era tan largo para demorar ese tiempo.
<<¿Le abrá pasado algo?>> <<Con su suerte quizás se la haya comido un oso>>
Rió para si mismo ante lo que había dicho, luego lo pensó mejor y la sonrisa se borró.
¿Y si realmente le había pasado algo? Se había molestado mucho con ella pero no debería haberla abandonado a mitad de camino.
Un calor le estaba atenazando el estómago cuando el anillo quemó con fuerza haciendo que se levantara casi de un salto y tomara el móvil y buscara el número de la chica, recordó entonces que nunca se lo había pedido. Cuando se dispuso a salir para ir a buscarla ella abrió la puerta casi chocando con él, estaba sudada y con barro en los vaqueros y la cara.
-¿Por qué has tardado tanto? ¿Es tan difícil simplemente venir hacia acá por una vez en la vida?
Ella lo miró incrédula mientras se preparaba para contestar.

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Hola mis amigos, espero que todos se encuentren bien y hayan pasado un feliz día, como siempre estoy perdida pero lo prometo, intentaré lo más que pueda actualizar al menos dos veces a la semana. Si tienen alguna duda no duden en preguntarme y responderé en cuanto vea el comentario. Un besito a todos!!!

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