Capitulo 9. Juramentos

26 7 0
                                    

Ambos se quedaron petrificados al leer la espeluznante escritura de las páginas nuevas, la chica lo miró desconcertada durante un largo segundo.
-¿Qué es todo esto?- dijo con la piel erizada de pies a cabeza.
-Creo que es la razón de todas las cosas que nos están sucediendo- respondió serio.
-Esto no tiene nada que ver con nosotros, ¿por qué crees que si?
-Piénsalo, te comenzaron a pasar cosas raras desde que los anillos se tocaron, a mi también me están sucediendo, es por ese "vínculo" que se mencionó antes.
-Haber, supongamos que esto nos incluye, ¿quién sería el poseedor de la luz?
-Imagino que el ángel.
-¿Entonces si el mío es el dragón supongo que yo soy la poseedora de la oscuridad?
-Creo que así es cómo funciona.
-¿Te parezco una persona mala?- se le notaba un pelín el enojo por aquel hecto.
-Nadie ha dicho que lo seas, además recuerda que dice "un mal creado por la fuerza" supongo que se referirá al embrollo en el que nos están obligando a entrar.
-Sobre lo de la muerte que perseguirá al segundo durante dos días, se refiere a tratar de matarme, ¿verdad?
-Por esa razón cayó aquella roca en el museo sin ninguna razón al igual que la lámpara de tu cocina.
-¡Basta, todo esto comienza a asustarme, de que la muerte me persigue!- el miedo le estaba provocando una enorme pérdida de color, sus manos estaban frías y su respiración agitada.
-Esto no es un juego, es real y si no comprendemos como comprender todo esto vamos a morir.
Se levantó tirando el libro al suelo provocando que las paginas reveladas se ocultaran nuevamente, subió las escaleras lo más rápido que sus piernas le permitieron, entró en la habitación y cerró la puerta con llave, se quedó a unos centímetros de la puerta tratando de calmar su pulso, todo eso le parecía absurdo pero algo le decía que él tenía toda la razón y era lo que más le asustaba.
Escuchó como el chico subía las escaleras y se detenía justo delante de la puerta de la habitación.
-Karolina, sal de allí- su voz sonaba a esas peticiones que son más como una orden.
-Lárgate- gritó
-No pienso poner un pie fuera de esta casa hasta que resolvamos esto.
-No tienes derecho a estar aquí, vete.
-Sabes que tengo razón con lo que dije, si no averiguamos cómo funciona todo esto corremos riesgo.
-No entiendo nada de esto, no quiero saber nada sobre muerte- decía mientras cerraba los ojos con fuerza.
-¡Tú vida está en peligro, se supone que debo protegerte pero no puedo hacerlo si estás así, en esta casa es muy peligroso que estés, puede sucederte cualquier cosa, no te voy a dejar desprotegida así que sal de allí!- la fuerza de su voz era inquebrantable.
Su voz retumbaba en los oídos de la chica como relámpagos, tapó sus oídos y se agachó junto a la puerta, bajó la cabeza con los ojos aún cerrados y apretando los párpados.
-Vete, déjame sola..por favor déjame..- su voz era un susurro, un nudo en su garganta le impedía que se le escuchara con claridad.
Unos pasos lentos iban aminorando el sonido detrás de la puerta mientras se alejaba. Un cuerpo cubierto de pelaje blanco y café se acercó sutil y rozaba sus piernas con suavidad, ronroneaba como queriendo aliviar su tensión.
-Escúchalo, no se demasiado sobre lo que está pasando pero imagino que no es normal que me entiendas- habló.
-De alguna manera..ahora no me asusta tanto que hables- dijo con lágrimas en los ojos.
-Yo solo soy un gato como dije antes pero aún así te quiero porque eres mi dueña, y no solo hablo porque me alimentas- la miraba con esos lindos y gatunos ojos azules como zafiros.
-¿Tiene que ver con el libro el hecho de que te entienda?- dijo secando sus lágrimas con el dorso de la mano.
-Imagino que si, habla con él, según escuché tienen un vínculo y pueden salir lastimados si no hacen algo, además, estarás cerca de quien te provoca tanto nerviosismo- rió.
-¿Y tú cómo sabes eso?- preguntó alarmada.
-Se te nota, solo diré eso- se sentó y la miró fijamente- venga, inténtalo, creo que él sabe lo que hace.
-Okey- dijo mientras se levantaba y abría nuevamente la puerta.
Caminó un poco por el pasillo, tal vez se había marchado, no había rastro de él por allí, pero lo divisó en el pie de la escalera, estaba sentado y parecía que no había notado su presencia mientras ella se le acercaba. A un paso de él puso su mano sobre su hombro llamando su atención, el se giró tranquilamente, se pudiera ver incluso un atisbo de una sonrisa en su rostro, tal vez solo era su imaginación.
-Escucha, se que todo este rollo no te gusta nada, a mi tampoco pero hay que cooperar entre nosotros, ¿entiendes?- su voz sonaba totalmente distinta a unos minutos antes, era dulce y tentaba con poder acariciarla.
-Si, entendí- había recuperado su seguridad o casi completamente.
-Como mencioné antes aquí no es seguro que te quedes, tampoco podría vigilar tu seguridad con tanta distancia entre nosotros y dado que te acabas de mudar te vendrás a vivir conmigo.
-¿¡Cómo!?- dijo totalmente asorada por lo que acababa de escuchar- ¿¡No hablas en serio verdad!?
-No hago una broma desde que tenía ocho años- cruzó sus brazos, hablaba en serio y ella se dió cuenta.
-Olvidado- dijo cortante como una hoja de acero.
-No hay discusión con eso, mi casa tiene dos cuartos, es igual de grande que esta, no veo por qué no puedas vivir en ella.
-¿Por qué no al revés?- dijo enarcando las cejas.
-Primero porque eres tú quien aún no se ha adaptado a vivir aquí, segundo porque allá es tres veces más seguro y tercero porque eres tú quien no puede estar sola.
Se quedó pensándolo con la mirada hacia el suelo, no quería seguir peleando así que aceptó por muy poco que le gustara la idea de vivir con un chico que no tenía ninguna relación con ella que no fuera la establecida por aquella rara escritura.
-Muy bien pero tengo condiciones- soltó directa.
-¿Cuáles serían?
-Mi mascota viene conmigo, es un gato pequeño y no causa problemas pero viene conmigo o no me muevo de aquí.
-Como sea.
-Si vamos a vivir juntos tendrás que darme un juego de llaves.
-Tengo uno de repuesto, te lo daré luego.
-Definitivamente nada de espiarme mientras me baño, mientras duermo o mientras me cambio de ropa- apuntó incriminate hacia él.
-Los baños son individuales, los cuartos también y no me interesa observarte mientras te cambias así que deja de señalarme.
-Última y más importante, no somos pareja, solo amigos y me estás haciendo un favor hasta que mi cocina esté reparada, por si pregunta alguien, ¿entendido?
-¿Algo más?
-Si, nada de acosarme ni tomarme de los brazos y nada de acercarte demasiado, no me gusta.
-¿Pasaremos aquí toda la noche?
-Júrame que vas a respetar las condiciones.
-No voy a hacer nada..
-Si no lo juras entonces no me iré.
Su rostro se tensó con una expresión molesta, rodó los ojos y resopló con fuerza.
-Está bien, lo juro- no imaginaba cuantos problemas traería ese juramento para su actual situación, la suerte estaba hecha da y no había vuelta atrás.
———— —————————————————
Holaaa, este capítulo me ha hecho reír un poco, esa invitación no me huele bien, ¿que pasará?, espero que les guste y que estén disfrutando de la historia, dejen la estrellita si quieren. Gracias

Única opción..¿Eres tú?Where stories live. Discover now