Capitulo 3. ¿De qué lado estás?

51 7 0
                                    

Hola, si te ha gustado la historia y has llegado hasta aquí pues bien, ahora es que empieza lo bueno así que no te lo pierdas.
——————-—-—————————————-
Profunda en sus pensamientos, mirándole y de vez en cuando evitando que él se diera cuenta de ello la despertó el sonido de la campana para anunciar el fin de la clase.
-Espero que hayan entendido de que trata la tarea del primer semestre, se recogerá a fines de este mes- enmarcó un enorme círculo alrededor del tema señalado en el pizarrón- bien todos pueden salir a excepción de Carblin y la señorita Gipecin a quienes espero en mi despacho al terminar el día.
Todos abandonaron el aula, ambos recogieron sus cosas a toda prisa para salir de allí. Alex se acercó a Karolina y le ayudó a guardar todo, al pasar por la puerta ella y el extranjero se quedaron mirándose fijos por un instante hasta que él decidió adelantarse.
-Deberías prestar más atención en clases o no pasarás de la segunda semana con Alonzo- le dijo mientras caminaban hacia los casilleros- espero que al menos hayas entendido de que iba la tarea.
Ella buscaba con la mirada a ese chico cuando lo divisó justo frente al suyo guardando sus cosas y charlando con otros dos chicos, uno de pelo negro bastante musculoso y otro de pelo rubio un poco largo y ojos verdes más delgado que el otro y más guapo, él se percató de su presencia pero la ignoró por completo.
-¿Acaso me estás prestando atención, qué tanto le ves de interesante a ese tipo?
Ella reaccionó y volteó a mirar a su amigo que la miraba con una mirada algo molesta.
-Nada, solo me parece algo raro sus ojos.
-Bueno, como sea, toma esto- le entregó un par de hojas en sus manos- es el resumen de la tarea, pásalo en digital y me lo devuelves mañana.
-Gracias Alex, lo haré hoy sin problemas.
-De nada, pero anda, que ahora te toca Ciencias y mejor que llegues a tiempo.
-¿Por qué, el profesor también es un cascarrabias?- dijo mientras reia por lo bajo.
-No, pero no querrás empezar con mal pie en todas las asignaturas- se dirigió hasta el salón de laboratorio y volteó para despedirse con un gesto de su muñeca.
Trató de seguir nuevamente con la vista a su extraño chico pero ya no estaba allí, se había marchado mientras ella no veía, pensó que estaría en su clase pero tampoco estaba allí así que optó por prestar atención y olvidarse de él sin saber la razón que le hacía buscarle tanto.
La clase concluyó al igual que las siguientes, miró si reloj y supuso que sería hora del almuerzo, caminó hacia allá cuando se topó con Celine.
-Hola Celine.
-Disculpa, no somos amigas así que no me saludes, ¿entendido?, ahora fuera de mi camino- caminó rápido y se alejó de ella.
Dentro del comedor encontró a Alex conversando con una chica más delgada que ella, de piel pálida y pelo castaño oscuro recogido hacia un lado. Le hizo un gesto para que se acercara a ellos y comenzó a presentarlas muy animado.
-Karol, te presento a Eliany, es mi hermana menor.
-Un gusto conocerte Eliany, soy Karolina.
-Vaya, no sabía que mi hermano tuviera novia- soltó divertida.
Ambos se miraron sorprendidos con los ojos de par en par.
-Ella no es ni novia Eliany, es una amiga, es la chica que llegó recientemente al poblado- dijo un poco nervioso.
-Así es, solo soy amiga de tu hermano.
-Pues la verdad es una lástima, mi hermano es un chico maravilloso y muy guapo, tú también eres muy bonita, harían buena pareja- comentó mientras jugaba con su pelo y sonreía.
-Pero que cosas dices hermanita, además seguro que ella ya tiene novio.
-La verdad es que no, he salido con algunos chicos pero nunca he pasado de una buena amistad.
-Wow, que fuerte, saben, me encantaría seguir charlando pero tengo clases de psicología dentro de unos minutos así que los dejo- se despidió de su hermano y de la chica, alejándose lenta y tranquila.
Hicieron la fila para almorzar y allí estaba, delante de ella, solo con una persona de por medio. Trató de hablarle pero no se atrevía sin un tema de conversación, extrañamente sentía que le conocía de algún sitio pero no recordaba de dónde exactamente. La fila avanzaba mientras tomaban los alimentos, de pronto algo hizo que un vaso de zumo derramara el contenido sobre ella, empapando su ropa, mientras todos reían ella solo trataba de agachar su rostro para que no le observaran, dejó la comida sobre la mesa de su amigo y corrió al baño. Trató de calmarse y limpiar su ropa, afortunadamente el zumo no había dejado una mancha en su ropa, salió al pasillo y se cruzó con los tres chicos, solo uno le miró pero por pocos segundos antes de continuar su camino, ella le observó ingenua de un secreto que este ocultaba.
-Karol- gritó la chica de piel pálida al encontrarla en el pasillo sola y con la mirada pérdida.
-Hola Eliany- dijo sonriéndole pero su voz sonaba algo decaída.
-¿Amiga qué le pasó a tu ropa, te resbalaste donde hacían el aseo?
-¿Esto?, no, fué solo un accidente en el almuerzo.
-¿Piensas regresar así?- la miró con expresión de duda y con aires de: no lo harás, ¿verdad?
-No tengo mas remedio, no viajo con ropa para cambiarme.
-No te preocupes- le hizo un guiño y sonrió- yo me ocupo de eso, ven.
De vuelta a donde los casilleros la más joven rebuscó en su mochila y sacó una blusa de escote negro y se aseguró de que fuera de su talla, tiró de ella hacia el baño y le dijo que se cambiara. Luego de cambiarse le mostró cómo quedaba.
-Quítate la bufanda- le dijo como lo haría una de esas estilistas famosas enseñando a una principiante como debe vestir, caminar e incluso respirar.
-Pero hace frío- protestó.
-Amiga, para lucir hay que sufrir, vamos, quítatela.
Se la retiró del cuello e hizo un pequeño cambio en su pelo agregándole un prendedor blanco y alisando su ropa.
-Perfecta, ahora si, luces estupenda y el que diga lo contrario me avisas- se estaba diviertiendo como una niña jugando con una muñeca nueva- me la devuelves cuando puedas pero me tienes que invitar a tu casa, ¿entendido?
-Está bien, gracias.
-Dices demasiado la palabra "gracias", asiente y listo- regresó a su clase y le señaló que de ninguna manera se pusiera la bufanda o la mataría.
Ambas rieron debido a aquel comentario y regresaron a las clases.
Las horas pasaron y su estómago comenzó a dar señales de vida recordándole que no había almorzado y solo pedía por que terminara la escuela para salir de allí. El timbre sonó y dió gracias a Dios por ello, alguien cerca de ella estornudó justo después pero no le prestó atención y simplemente salió sin recordar el castigo del profesor. Recogió las cosas de su casillero y ya casi estaba en la puerta cuando alguien se le atravesó. Le miró de frente y su vista se tornó incrédula en cambio el la veía de forma fría y desalmada haciendo que esos hermosos ojos se volvieran lo más escalofriante del mundo.
-¿Donde crees que vas?
-Supongo que a mi casa, ¿Por qué la pregunta?
-No te hagas la idiota, tú sabes muy bien que no puedes irte de aquí- dijo en tono de amenaza.
Le miró de frente y sin miedo, podía ser algo ingenua pero no se iba a dejar intimidar por un chico que apenas conocía.
-¿Qué pasa si me voy?- respondió firme y sin desviar la vista.
-No juegues conmigo niña, no te conviene.
-¿Si?, te voy a enseñar quien es la niña- sin pensarlo golpeó con su zapato en la rodilla del chico haciéndole una distracción para pasar.
-Esa maldita- mientras decía por lo bajo se acercó a ella y tomó su mano con fuerza arrastrándola dentro del instituto.
-¿Pero que haces?, suéltame- trataba de zafarse de su agarre pero era imposible, casi como si llevara puesto un grillete pegado a la piel que apretaba cada vez más- basta, me haces daño.
La arrinconó junto a una columna cerrándole el paso con su cuerpo evitando que volviera a huir.
-Escúchame bien, siempre he hecho y desecho aquí desde que comencé a estudiar aquí y nunca me habían puesto ninguna advertencia, pero hoy fué distinto, desde que llegaste tú me he sentido incómodo todo el día, observado como si me acosaran y cada vez que buscaba siempre estabas tú allí observándome con esos ojos extraños que tienes- acercó si rostro al de ella un poco a lo que ella reaccionó con algo de sonrojo- incluso nos han pedido ir al despacho del profesor y ahora tú quieres irte así sin más, pues no, si yo caigo y es tu culpa tú caes conmigo.
-Espera, no me iba sin más, simplemente lo había olvidado, a mi tampoco me habían pedido ir con un profesor- dijo tratando de separarse un poco pero era inútil- bien, ya te entendí, quieres que también pague por el castigo, no tengo ningún interés de huir así que ahora suéltame- dijo agresiva hacia él.
-Una última cosa.
-¿Ahora qué?
-Déjame en paz, no me mires, no me hables, no me toques, ni siquiera pronuncies mi nombre para evitar desacuerdos.
-No te preocupes señor rudeza, no te hablaré a partir de mañana, tenlo por seguro que no tengo intención de hablar nada contigo- le espetó empujándolo hacia atrás mientras se dirigía al despacho hecha una furia.
Ambos esperaron fuera de la habitación ya que el profesor tenía alguna clase de visita inesperada que necesitaba atender, se sentaron en los banquillos de espera con la vista hacia el frente, todo era silencioso hasta que un ruido salido de los pulmones de la chica se escuchó.
-¿Esta mañana no llevabas una bufanda?
-¿No me dijiste que no te hablara?
-No respondiste mi pregunta, además mencionaste "a partir de mañana" así que aún puedes hacerlo- esta vez el tono era más suave, casi como si se preocupara por ella.
-Si, esta mañana la traía pero luego de que se me derramó un poco de zumo encima tuve que cambiarme y una amiga me dijo que luciría mejor sin ella.
-¿Crees que es preferible poner en peligro tu salud por verte más bonita?
-¿Qué insinúas?
-Qué si fuera tú me la pondría y no me dejara llevar por eso de ser lindo o no.
-Mira quien lo dice, tú no necesitas nada extra- esas palabras habían salido por puro instinto y no tuvo tiempo de analizar lo que acababa de decirle.
-¿Dices que te parezco guapo?- sonrió pícaro ante aquel comentario.
-No te hagas ilusiones, eso es peor que ser rudo.
-No fuí yo quien lo afirmó- seguía sonriendo sintiéndose victorioso.
-Sabes creo que te tomaré la palabra y me la pondré- comenzó a rebuscar en su mochila hasta dar con ella.
-Eres rápida para cambiar el tema pero solo lo dejaré pasar si me dejas ponértela.
-Así intentas algo..
-Tranquila, no soy un asesino a sueldo.
-Eso no lo puedo asegurar.
-Solo dámela- estiró su mano y ella le dió la bufanda, se la colocó suavemente recogiendo su pelo para que no se quedara dentro, sin darse cuenta estaba sonriendo y disfrutaba al tener contacto con su piel, por un momento bajó la mirada hasta su mano y divisó un anillo dorado con el símbolo de un dragón como grabado- Qué anillo tan curioso.
-Fué un regalo de mi abuela antes de morir, es bonito así que lo uso.
-Déjame verlo.
-Prometí no quitármelo.
-Entonces dame tu mano para verlo.
Se puso frente a ella y estiró su mano para ver el anillo, en el justo momento que lo tocó una cadena apareció uniendo ambos anillos y provocando una quemadura alrededor de estos como si hubieran sido retirados de la fundidora have un instante.
-¿Qué fué eso?- dijeron al unísono.
-No lo se pero me está ardiendo- respondió ella.
-Yo no estoy mucho mejor.
De pronto el ardor cesó y solo quedaron las marcas por los alrededores, quisieron hablar pero la puerta se abrió y el profesor luego de despedir a su visita les indicó que pasaran dentro. Ambos tomaron asiento.
-Les voy a ser sincero, no tengo nada en contra de ninguno de los dos pero estoy observando cuan despistados son en las clases y no puedo aceptar eso luego de llevar treinta años como educador así que les diré algo, dejé orientada una tarea para el fin de mes, es en dúos y cada quien puede seleccionar su pareja pero como ambos tienen una infracción tendrán que realizarla juntos a no ser que quieran expulsión del centro temporalmente.
-No puede hacer eso- dijo el chico algo alterado.
-Puedo Carbli y lo haré si ambos no se ponen las pilas y la terminan en el tiempo justo asi que por favor retírense y les veo mañana en clase.
Ambos salieron caminando sin mirarse tan siquiera, al llegar a la salida se detuvieron y ella le preguntó sobre que harían.
-Me niego, nadie me va a obligar a hacer algo que no quiera y menos él.
-Pero nos suspenderán si no lo hacemos, creo que deberíamos..
- Dije que no, así que olvídalo, me marcho, ya tuve bastante por hoy.
Salió y subió en su moto de ultima generación arrancando a toda velocidad y dejándola con la duda, primero se portaba agresivo hacia ella, luego amable y gentil y ahora no quería saber nada sobre ella. Se fué a casa con todo eso en la mente y prefirió dejarlo por ahora y no darle tantas vueltas.
———————————————————————-
Espero que les haya gustado este capítulo, me demoré un poquito en hacerlo pues tenía prueba y tenía la cabeza media atormentada, seguro abran notado lo de los anillos , pues les dejaré saber que era esa cadena en algunos capítulos adelante así que no dejen de leer. Reitero que alguna sugerencia pueden dejar el comentario uy haré lo posible por solucionar el problema. Como siempre gracias.

Única opción..¿Eres tú?Where stories live. Discover now