Capítulo 4

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—¡Joder!—grité y Theo comenzó a reír—Para que baja al sótano si hay un asesino en su casa.

—Volteó a mirarme y sonrió—Entonces no habría ninguna película de miedo que realmente lo diese Ashley.

—Sigue siendo ridículo.

Theo volvió a reír y yo lo golpeé con la almohada, lo que hizo que riera aún más fuerte.

Escuche a alguien acercarse y me giré encontrándome con Alison.

—¿Viendo una peli?—rió—¿Ya comenzáis a hacer planes juntos?

—Le lance la almohada a la cara y la detuvo al vuelo— No empieces—dije riendo.

Theo soltó una breve carcajada y paró la película.

— Solo venía para deciros que íbamos  a ir a la calle un rato,—sonrió—pero quedaros, se os ve agusto.

— No, da igual Alison,—miré a Theo quien no mostró ninguna expresión al respecto—ahora vamos.

— Como veáis, en nada salimos.

Salió del salón.

— ¿Para ésto me invitas a ver una película Ashley?—sonrió divertido

— Cuando volvamos tendremos que quedar para verla acabar,—sonreí—si es que tienes tantas ganas de terminarla.

—Rió y se acercó aún más a mí—Pero que sea en tu casa, y por la noche, si no, las películas de miedo no son lo mismo.

— Muy bien,— su sonrisa se agrandó— y ahora levanta, que se van sin nosotros.

Theo se levantó primero y tiró de mí haciendo que me chocara levemente con él mientras los dos reíamos.

Nos dirigimos a la entrada donde los demás nos esperaban.

— ¿A dónde vamos?.

— Habíamos pensado en ir a pasear cerca de la costa,—rodó los ojos señalando a Alison y tosió— Alison lo pensó.

—Vamos Dylan, este lugar es genial, deberíamos aprovecharlo,—bajó la mirada y sonrió—además, ya disfrutaremos a la noche con las botellas de alcohol.

— Razón no le falta,—Anthony abrió la puerta y rió.

Salimos de la casa y nos dirigimos por una pasarela de madera cerca del mar.

Las nubes dejaron un claro donde el sol aprovechó para iluminar las calles, anteriormente grises; desvaneciéndo aquel color apagado con su luz. El aire era caluroso y el canto de las aves había vuelto a ser notorio, lo que provocó que me callara y me limitase a escucharlo.

Tras un rato caminando terminé quedándome atrás con Theo mientras los demás se adelantaban.

— ¿Te has dado cuenta de cómo nos mira Anthony?— preguntó sin alejar la mirada de las olas que rompían con fuerza contra las rocas.

—¿Y cómo nos mira?

—Ashley, te conoceré de unos tres días,— me miró y sonrió divertido—pero sé que tú también de has dado cuenta.

No pensaba decirlo yo.

—No sé a qué te refieres—dije alzando las cejas de una manera irónica.

—Theo soltó una carcajada—Le gustas, y tú lo sabes.

— Solo es mi amigo, y él lo sabe—hice un gesto con las manos para quitarle importancia al asunto.

— Eso está claro—rió y volvió a apartar la mirada.

— ¿Por qué para ti es tan evidente?

La Melodía De La NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora