Capítulo 14

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15 de noviembre
17:00pm

Hablé con mis padres y nos ofrecieron la casa de la playa para diciembre— ahí estaba la sonrisa de emoción de Alison.

— Acabamos las clases al rededor del 22, ¿Cuándo tienes la intención de ir?— preguntó Dylan sentándose junto a ella en la mesa del comedor.

— Había pensado salir el 26 y volver el 31 por la mañana, serán cinco días, ¿Os apetece?

— A mi sí— respondí sonriendo— y creo que a todos.

Asintieron y continuamos comiendo.

[...]

Pasaron las semanas y mis días comenzaron a tener la falta de aquel gris provocado por la oscuridad.

Theo alumbraba mi camino de una manera desintencionada y efectiva, el débil rayo de luz se tornó un fuerte foco que comenzaba a ganar la batalla contra la oscuridad.

El caos cesó en cierto modo; ambas partes se encontrabas igualadas y a la espera de un detonante que desequilibrara las potencias, buscaban la victoria, no la equidad y aquello era peligroso; donde hay luz debe a ver una inevitable oscuridad donde destacar, si no fuese así los conceptos dejarían de tener sentido y la felicidad  no recibiría el valor merecido ni la tristeza recibiría lo temido.

Theo mantenía la paz en mi interior y el brillo de mis ojos se volvió sincero, más constante e intenso.

Sin él el equilibro se rompería y como consecuencia la batalla sería más fuerte y destructiva.

Lo quería y lo necesitaba a mi lado, al igual que él me quería y me necesitaba junto a él.

[...]

26 de diciembre
2am

Me encontraba en la terraza admirando el cielo estrellado de la madrugada.

Su paz, su grandeza, me embelesó de una manera hipnotizante.

Los sentimientos que me brindaba la escena de la noche usualmente me hacían plantearme si realmente era merecedora de admirarla.

Escuché a alguien acercarse y posicionarse a mi lado apoyándose en la misma barandilla; no necesitaba girarme para averiguar de quién se trataba.

— ¿Usando mi sudadera como pijama Ashley?

— Alcé la vista encontrándome con su mirada acompañada de aquella sonrisa que provocaba la mía al instante y como consecuencia que la suya se agrandase— Tan solo la uso para los paseos nocturnos.

— ¿Me estás proponiendo uno ahora?— inquirió en un tono desafiante mientras se acercaba a mi rostro; éstos quedaron a una mínima distancia.

— Límite los centímetros entre nuestros labios y en un susurro pronuncié— ¿A qué esperas Blake?

— ¿Para besarte o para salir bajo la luna a caminar?— preguntó mostrándome una sonrisa pícara.

— Las dos.

— Nuestros labios quedaron tan cerca que se rozaron sutilmente— Nada.

Agarró mi rostro y fundió nuestros labios en un intenso beso.

Se separó de mí, descendió la mano con la que me sujetaba el rostro con delicadeza pasándola por el costado de mi cuerpo hasta que se encontró con la mía y las entrelazó para comenzar a caminar.

[...]

Las olas del mar llegaban débiles a la orilla, desvaneciendose y reduciendo la velocidad lentamente.

El sonido que producían se mezclaba con el silencio de la playa creando una melodía especial y relajante; podía sentirme afortunada de admirarla con él, su compañía hacía de aquella escena un momento especial, uno inolvidable de los muchos que compartíamos como recuerdos.

— Aquí es donde todo empezó— volteó a mirarme con un brillo especial; sus ojos reflejaban la luz de la luna llena siendo éstos en aquel instante el espejo de una de las maravillas de la noche— Un buen lugar para dar el comienzo a nuestra historia ¿no creés?


— Sí— supe y sentí que mis ojos brillaron excesivamente en aquel instante; ese era el efecto que Theo tenía en mí— y también creo que tal vez solo quiero ser tuya.

—¿Citas una de mis canciones favoritas para ganarte mi corazón Ashley?

—Interpreta este gesto como quieras Blake— una sonrisa se dibujó en su rostro— aunque creo que ya lo tengo ganado.

— ¿Eso creés Ashley?— asentí y éste limitó la distancia entre nuestros rostros, nuestras sonrisas se sincronizaron para agrandarse a la vez— ¿Entonces quieres ser solo mía?

— Tal vez— respondí desafiante.

— Miró mis labios para luego mirarme a los ojos fijamente mientras reducía el espacio entre éstos— Qué te parece el término novia para una debilidad que no deja de rondar por mi cabeza— apartó el fino mechón que caía delante de mi cara para cuidadosamente dejarlo tras mi oreja— para esa debilidad que con solo sonreír me alegra el día, que con solo ver su precioso rostro me hace sentir afortunado de poder besar sus labios cálidos que se complementan tan bien con los míos, que sepa apreciar aquello que ante el resto pasa desapercibido, esa debilidad llamada Ashley.

— ¿Me lo estás proponiendo Blake?

— ¿Eso es un sí Ashley?—se acercó hasta que la comisura de nuestros labios quedaron al límite.

— Sí— musité y nos fundimos en un dulce beso que transmitió demasiado en un roce tan sutil y cuidadoso.

[...]

Nuestra felicidad dependía de la victoria en el famoso juego del amor.
Si perdíamos la perdida iría más allá, algo en nuestro interior se desvaneceria; algo completamente irreversible.

Sin darnos cuenta le tendimos una influencia invisible que quedó en su posesión; siendo nosotros unos ilusos a la espera de que jamás lo utilizase en nuestra contra


                                                    

La Melodía De La NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora