[036.]

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En la mañana Hitoshi se encontró a si mismo solo en la cama, solo en aquella habitación y no pudo evitar soltar un suspiro pesado mientras se restregaba las manos en la cara, porque sabía lo que le esperaba, sabia lo que iba a pasar y necesitaba reunir toda su fuerza y paciencia para no acabar llamando a su madre para pedirle algún consejo.

Aparto sus manos de su cara, mirando al techo con el ceño fruncido, pensativo de cuál era la mejor decisión que podía tomar y cuál era la que más le convenía.

Neito se había marchado tan temprano por la mañana que de seguro ni siquiera le sintió irse ya que finalmente había logrado pegar un ojo y ya nadie lo podía despertar. Lo más seguro era que Neito estaba demasiado avergonzado como para verle a la cara y como siempre hacia cada vez que discutían y el rubio no quería aceptar que había perdido, como cada vez que se molestaba por cosas estúpidas y no quería dar el brazo a torcer o como cada vez que su contacto físico iba más lejos... Lo iba a ignorar, con suerte solo ese día pero ya le había tocado soportar incluso una semana siendo ignorado por Neito.

Porque él iba a estar definitivamente avergonzado.

Tomo su celular para dejarle un mensaje al rubio pero al entrar a la barra de chats nuevos se encontró con uno que le hizo fruncir el ceño molesto mientras se daba la vuelta sobre la cama, quedando de costado y hecho un ovillo mientras ingresaba a aquel chat.

Cara de albóndiga:

No puedo creer que realmente le hicieras algo así a Neito.

Eres de lo peor.

Hola?

¿Disculpa?

¿Y a ese imbécil que demonios le pasaba?

Se incorporó rápidamente quedando sentado sobre la cama, aun manteniendo su ceño fruncido.

Espera.

Espera, espera, espera... ¿Qué fue lo que dijo Neito exactamente?

Además, el celular de Neito estaba hecho maldito polvo. Casi le perfora la cara con ese aparato, no había forma alguna de que siga funcionando.

Ni siquiera ha acabado de pagar las cuotas y ya lo mando a la mierda, joder.

Nei...

.

.

.

—¿Recuerdas a cuando pedimos esas hamburguesas estilo americanas?—La chica rubia asintió.—Pidamos de nuevo.—Propuso y ella volvió a asentir con una sonrisa.

—Hare el pedido después de clases y cenamos juntos. —Hablo con mucha mayor destreza sobre el idioma que antes. Había estado practicando mucho últimamente, Yui y Setsuna la ayudaban mucho con la pronunciación. Pony estaba realmente emocionada porque ya podía acoplarse mucho mejor a la clase e incluso compartía mucho más con todos en general.

—Hey! Yo también quiero. —Dijo la peli naranja, uniéndose a la conversación en lo que Tetsu parecía estar copiando a toda prisa algo en su cuaderno, probablemente no había hecho la tarea.

—Pediré para todos.—Dijo Pony mostrándose contenta.

—Le dije que hiciera sus trabajos pero nunca escucha, se pasó toda la noche viendo películas de Crimson Riot con Kirishima—Dijo Kendou soltando un suspiro, viendo como sus compañeros de clase iban llegando lentamente al aula y se acomodaban en sus respectivos lugares.—Le mande mensajes pero ni siquiera eso, además ¿Quién le presto el trabajo para que copiara?.

—Fui yo. —Dijo el rubio de ojos grises mientras no apartaba los ojos de la pantalla del teléfono que reposaba en sus manos mientras tecleaba demasiado concentrado. Ante el silencio el rubio miro de reojo a la chica, encontrándose con su expresión de confusión, es decir... Neito era partidario del "Hazlo tú mismo, no pienso darte el trabajo que costo tanto asi como asi." Y siempre se negaba a prestar sus apuntes trabajos, él podría enseñarte, pero dártelo para copiarlo directamente... no era algo que se viera en el todos los dias. —Fue un trato. La tarea por su teléfono.

La chica jadeo entre sorprendida, molesta y ofendida mientras Neito le mostraba el teléfono con funda gris brillante.

Neito le había dicho que su trabajo estaba tan bien hecho que ni siquiera con el teléfono del plateado podría cubrir el precio, Tetsu obviamente le creyó sin dudar ni un segundo e hicieron un intercambio.

—Le mentiste!—Exclamo la chica de la coleta y Neito volvió su vista hacia la pantalla nuevamente.

—No es asi, realmente la calidad de mi trabajo no podría ser pagado con esto. —Hablo con desinterés.—Es lento y tiene el almacenamiento lleno... ade- Mierda.—murmuro cuando levanto la vista, encontrándose con la mirada de Hitoshi a unos metros de él, mirándole. Su cara repentinamente se puso roja a más no poder pero él era Monoma Neito y nunca apartaba la mirada.

Hitoshi no dijo nada y tampoco se acercó más, solo fue a su asiento donde finalmente su cara se puso igual o más roja que la de Neito mientras la peli naranja atrapada en medio frunció el ceño al notar el extraño comportamiento de ambos.

—Oye ¿hablaste con Shinsou sobre lo que ocurrió en tu casa?—Pregunto la chica en voz baja mientras veía a Pony acercándose a hablar con el violeta como usualmente pasaba antes de cada clase. Volvió su vista a Neito quien aún sonrojado negó suavemente.

—No... bueno, no exactamente. Solo le dije que había tenido unos problemas pero no ahondé en detalles... —Hablo encogiéndose en su lugar, la chica arqueo una ceja ante el comportamiento repentinamente "cohibido" de Neito.

—Ustedes dos... ¿Qué hicieron?—Ni siquiera pudo dar un respiro después de aquellas palabras cuando Neito se levantó de su silla de forma estrepitosa.

— ¡¿Cómo crees?! —Hablo tan alto y alterado, sus orejas estaban rojas y su nariz se arrugaba con molestia a pesar de que Kendou en realidad no había dicho nada.—¿Estas acaso loca? Te faltan tornillos en la cabeza maldita loca!—Parecía que ni siquiera el sabia lo que decía y sus palabras quedaron atoradas en su garganta. Lo único que se le ocurrió fue salirse de la clase siendo prontamente seguido por el chico de cabellos violeta.— No me sigas!—Hablo molesto casi gritando cuando noto la presencia de su novio tratando de alcanzarlo, acelero el paso pero Hitoshi lo tomo de la muñeca, ya no había nadie más en aquel pasillo y solo les quedaba como cinco minutos antes de que la primera clase iniciara, se volteo encontrándose con la mirada torpe del violeta y con la cara roja a mas no poder.—No te sonrojes!

Y es que no podía evitarlo, ahora cada vez que lo miraba se le venía a la mente las imágenes del día anterior, su cara se sentía caliente y se sentía jodidamente tonto.

Ambos se sentían torpes y avergonzados...

Totalmente inexpertos y sin saber cómo lidiar con las consecuencias de sus impulsos y emociones, solo dos adolescentes con demasiados problemas a su alrededor.

—Tú también estas sonrojado. —Hablo el ojeroso, rehuyendo de los ojos grises de Neito mientras se rascaba la nuca sin saber cómo lidiar con sus nervios. Neito no dijo nada asi que volvió a hablar en una busca desesperada de evitar que el rubio le ignorara por lo que quedaba del año. —Tengamos una cita.

—De hecho me debes dos citas. —Hablo altanero. Hitoshi rodo los ojos.

—Necesito hablar contigo... es alg-

—No, no quiero. —Dijo de forma atropellada haciendo que Hitoshi cerrara los ojos tomando una respiración profunda.

—Nei, en serio. Necesito hablar sobre esto. Es algo importante. —Dijo acercándose a Neito dando unos pasos al frente y el rubio no se movió, dejándole invadir su espacio personal.

—N-no...—Su respiración era entrecortada debido a sus nervios ¿hablar de algo importante? Puras patrañas.—No intentes mentirme porque te juro que...

—Mis padres ya saben. —Le interrumpió y la expresión de Neito se volvió seria, iba a hablar pero Hitoshi le callo con un pequeño beso, corto y rápido. —Ya saben que salgo contigo.

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- Eres Tan Gay... Shinsou. [•ShinMono•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora