- Eres Tan Gay... Shinsou. [•ShinMono•]

[043.]

Las calles de la pequeña ciudad se mantenían tranquilas, el clima era frio, casi helado en realidad, por ello la gente decidía permanecer dentro de sus cálidos hogares para celebrar aquellas amenas fechas con sus familias y para Neito la historia no era diferente, estaba en un cálido hogar, junto con una adorable familia... solo que no era su familia, ni su casa.

Aun asi...

La casa estaba decorada con luces de colores de un lado a otro, podía recordar el caos que había sido colocar todas aquellas luces, aunque Mihoko-San ayudo bastante con su quirk y a la vez Neito copiándolo, pero quien definitivamente había estado a punto de perder todo el cabello debido al estrés que su novio le provocaba era sin duda alguna el muchacho de melena violeta. Que si más a un lado, que si más al otro, arriba o abajo, "muy arriba, demasiado abajo, más para la derecha." "No tu derecha, mi derecha." "Por dios, apestas en esto Hitoshi." "Acaso no oyes, vas demasiado a la izquierda, asi no quedan iguales." "Se ve mal ¿Por qué no me oyes?" y ahora...

—No, quiero hacerlo yo.—Insistió el rubio apretando entre sus manos aquel ornamento en forma de estrella plateada como si su vida dependiera de ello.

—Solo dámelo, quiero terminar con esto pronto. —Dijo tendiendo su mano, esperando a que Neito le cediera la estrella de plástico.

—No. No quiero. —Su nariz se frunció con molestia y la vena en la frente de Hitoshi solo se hizo más notable.

—Estamos sucios, llenos de polvo y todavía hay que recoger el lugar. Deja de estar jugando, Nei.

—No.

—Monoma Neito...

— ¿Me estas regañando?—Abrió la boca totalmente ofendido y se volteó hacia la cocina, donde la mujer de cabellos lavanda llevaba puesto un delantal, haciendo los preparativos para la cena. — Mihoko-san, Hitoshi no me deja colocar la estrella!—Hablo alto para que la mujer lo escuchara, al instante el violeta abrió los ojo con impresión, incluso más ofendido que Neito.

—Eso no es cierto!—Se defendió al instante.

—Hitoshi, cariño no seas así. Tu colocas la estrella cada año, deja que Neito-Kun lo haga esta vez, no seas infantil.—Hablo desde la cocina en un tono tranquila, ya empezando a acostumbrarse al habito de discutir por todo que tenían ambos chicos, de cierto forma también se sentía algo aliviada... Había pasado cierto tiempo desde que veía a Hitoshi tan animado, usualmente solo ignoraba a Seiji cuando este rondaba la casa, no le gustaba hablar sobre la escuela o sus amigos, ni siquiera de los entrenamientos...

No sabían nada sobre el pero últimamente la casa se había vuelto más ruidosa, incluso podía escuchar la voz de su hijo casi gritando por los pasillos o en el patio, lo oía quejarse y regañar al rubio, sonidos en la cocina, probablemente ambos chicos buscando aperitivos, los oía reír en medio de la noche... Y entonces compartía una pequeña mirada con su marido, todo estaba bien y eso era maravilloso.

Hitoshi chasqueo la lengua, ellos ni siquiera habían comprado un árbol nuevo en mucho tiempo y ahora su madre había comprado uno nuevo solo por la visita del rubio, había sacado aquellos platos míticos que no había visto nunca en su vida dentro de la estantería de la cocina.

Pudo ver como Neito le quitaba la lengua con caradurez, le recuerda a los viejos tiempos, cuando acababa de mudarse a la clase B y la bienvenida del rubio no había sido la más agradable en su momento y sin embargo ahora, luego de haberlo visto frustrarse, reír, llorar, verlo casi muerto del cansancio después de pasar horas entrenando, luego se saber lo diligente que era consigo mismo, verlo asustado y aferrándose a su cuerpo mientras dormía, luego de comprender el gran orgullo que Neito siente cada vez que sus compañeros logran algo... No estaba dispuesto a cambiar nada de ello.