[023.]

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—Hitoshi, bebé... ¿serias tan amable de explicarme algo?— Hitoshi se sobresaltó un poco, un escalofrió recorrió su espina dorsal en menos de un segundo, sabiendo que aquel tono meloso fingido solo era señal de problemas.

Asintió lentamente.

— ¿Pasa algo?— pretendió no comprenderlo. Se ganó un pinchazo en el brazo.

— ¿Por qué están aquí el todoidiota y el cabeza de perejil?—a pesar de que sonreía mientras miraba a la pequeña Eri, su voz sonaba amenazante para el peli violeta.

—No lo sé, no soy el encargado de la lista de invitados. —dijo sarcástico sonriendo de lado.

La mirada fría de Neito se posó sobre él y su sonrisa se borró.

—entiendo que Togata esté aquí junto con Amajiki, pero... Aizawa no sabe escoger invitados. —dijo manteniendo sus brazos cruzados luego de un rato. Miro la hora, su ceño se frunció y su pie empezó a golpear suavemente sobre el piso de manera ansiosa.

Hitoshi noto que el ritmo iba en aumento.

La música infantil estaba en un tono neutro, lo suficientemente alto como para que todos puedan oírla, pero también lo suficientemente baja como para poder entablar una conversación. Habían ido a la casa de Aizawa alrededor de las 10 de la mañana y solo se encontraron con que el hombre adulto de cabello azabache los utilizo para decorar la casa junto a Hizashi Yamada a quien Shinsou no podía dejar de mirar de vez en cuando, desde que descubrió la relación de ambos profesores habia estado buscando por todas partes algún indicio que pudiese probar la veracidad de su teoría.

— ¿Quieres volver ya?— pregunto mirando hacia la mesa llena de dulces donde Eri se acercaba cada tanto tomando uno que otro dulce de forma disimulada para meterlos en los bolsillos de su vestido y alejarse. Neito parecía apurado por algo.

—no. — dijo firme para luego girar su rostro hacia él, Hitoshi hizo lo mismo, quedando asi cara a cara. La punta de sus narices se rozaba.

Neito abrió sus labios ligeramente para decir algo pero solo se quedó en eso, nada salió de sus labios y volvió a su postura original. Shinsou no se movió, admirando su perfil.

—de verdad. Podemos irnos si quieres.— dijo deslizando sus dedos suavemente por el brazo de Neito has llegar a la punta de sus dedos y tomar su mano entrelazando sus dedos. Neito no se quejó.

—Ya te dije que no.

— ¿Quieres ir a sentarte?— su voz era suave, un poco preocupado por las lindas piernas de su chico ya que habían estado parados cerca de la entrada desde que la fiesta empezó.

No había mucho que hacer puesto que Togata miro hacia más que suficiente para entretener a la niña. No se trataba de una fiesta grande ni nada, solo eran 9 personas contando a Eri. La decoración del patio era sencilla, una mesa larga con sillas alrededor y otra mesa decorada con dulces, globos y el pastel.

Neito iba a asentir ante la proposición del ojeroso pero entonces su celular sonó, se soltó bruscamente de la mano de su novio para revisar su móvil, seguido de eso se dirigió a pasos rápidos casi tropezones hacia la entrada principal de la casa dejando allí a Shinsou totalmente confundido. Los minutos pasaron y empezó a sentirse nervioso asi que siguió al rubio, llegando hacia la puerta principal empezó a caminar más lento pues parecía ser que su novio hablaba con alguien. Se asomó un poco.

— ¿Disculpa? ¿Mañana? ¿Mañana qué?— sonaba tan molesto, su mandíbula se veía apretada y estaba arrugando un poco la nariz. — Mira, te pago el doble si tomas la maldita cosa y la traes hasta aquí. Tiene que ser hoy. — reclamo exigente dando un pisotón en el piso. — te lo diré una vez más... vas a tomar esa cosa, la subirás a un camión y la traerás aquí. Esperare hasta las 16:30... y si no apareces entonces, olvídate de tu estúpido trabajo. ¿Ya entendiste?.... pero que buen chico eres ¿ves que no te costaba mucho?

- Eres Tan Gay... Shinsou. [•ShinMono•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora