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1. Calor

Hacia un calor horrible ese día, así que la mayoría de alumnos decidieron salir de los dormitorios ir a la piscina y comprar helados, pero este no era el caso de Mirio y Tamaki.

Ambos decidieron quedarse en el cuarto del rubio, tenían helado, poca ropa y un ventilador así que decidieron rechazar la invitación a la piscina ya que tenían todo lo necesario para combatir el calor.

Eran los únicos en los dormitorios así que el lugar se encontraba bastante tranquilo, sin las quejas de sus compañeros sobre la temperatura o las preguntas existenciales que solía hacer nejire de vez en cuando, solo ellos dos.

Ambos se encontraban en silencio, pero no uno incomodo sino uno bastante agradable para los dos, mientras Tamaki descansaba encima de un poof cerca del armario y leía un libro, Mirio se encontraba recostado en la cama con su teléfono.

Era un ambiente muy comodo para ambos, pero claro, no todo lo bueno dura para siempre ya que cuando menos se lo esperaron el ventilador dejo de funcionar. Los dos se miraron confundidos cuando esto paso, hasta donde ambos sabían el aparato servía muy bien y ahora de la nada paraba de echar aire.

—Que raro —Tamaki decidió dejar su lectura de lado para acercase a revisar que había pasado —¿No le habrás echo algo de lo que yo no este enterado o si?

Mirio se llevo una mano al pecho fingiendo indignación.

—¿Por quien me tomas Amajiki? Yo siempre cuido mis cosas

—Si, las cuidas tan bien que el celular que te regalaron en tu cumpleaños duro menos dos meses

—No fue para tanto

—Lo metiste al microondas

—¡Perdi una apuesta!

Mirio hizo un puchero mientras veía a Tamaki revisar su ventilador, el azabache sabia algunas cosas sobre el aparato, a fin de cuentas no seria el primero que mirio dañaba y el arreglaba, pero en esta ocasión no estaba muy seguro de que tenia y la verdad no quería arriesgarse a dañarlo mas.

—¿Y bien?

—Ni idea de que tiene, a lo mejor es algo interno pero no estoy seguro

Ambos suspiraron, con el ventilador dañado ya comenzaban a notar como el lugar se calentaba, el helado ya se había acabado y ninguno quería salir del cuarto para buscar algo que los refrescara por que afuera estaba mas caliente todavía.

Pasaron varios minutos y con eso la temperatura fue subiendo de a poco, los dos se acostaron en el suelo cuando comenzaron a sudar, Mirio no quería ensuciar sus sabanas con su sudor y Tamaki tampoco quería hacerlo propio con el poof.

No sabían cuanto tiempo había pasado pero parecía que llevaban horas ahí tirados, Mirio decidió voltear a ver a Tamaki para ver si lo llevaba mejor que el pero no se esperaba tal escena. El azabache a había quitado toda la ropa excepto los boxers, su cuerpo es encontraba sudado y su pecho subía y bajaba de forma un tanto acelerada.

El rubio se sonrojo, la verdad era una escena excitante, ver a Tamaki en esa posición, la piel billante por el sudor, con la cara sonrojada debido al calor y la respiración agitada era algo muy tentador, pero lo que de verdad provoco mas a mirio fue cuando se paso una mano por el cabello tirándolo hacia atrás.

Decidió sentarse para quitarse la camisa también, a Tamaki no le importaría de todas formas estaban acostumbrados a verse desnudos o con poca ropa. Y ya que el azabache no estaba prestando atención aprovecho para quitase los shorts también y hacercase sin hacer ruido a el.

Tamaki se sobresalto cuando sintió una mano pasar sobre su abdomen, vio a Mirio bajar lentamente para quitarle los boxers así que decidió detenerlo antes de que el no pudiera parar tampoco. El rubio lo miro interrogante, por lo general nunca lo detenía.