20. Atrapado

7.4K 382 55
                                    

Tamaki se sentía avergonzado por lo que estaba haciendo, no es que fuera la primera vez que se masturbaba pero hacerlo por qué su novio estaba ocupado y no tenía tiempo para hacerlo con el ya era el colmo.

Su mano subía y bajaba con rapidez, mordía su camisa intentando callar sus gruñidos y Jadeos. Tamaki sentía el clímax cerca concentrándose en eso, sin darse cuenta de la presencia de su novio al otro lado de la puerta.

—Ah~ Mirio~ —Sin poder evitarlo Tamaki llamo a su novio entre gemidos imaginando un encuentro carnal con el

—¡SI! —El rubio entro de golpe mientras gritaba alertando con su presencia, Tamaki volteo a verlo entre asustado e impresionado

—¿P-pero que-?

—¡SI! ¡Tamaki hagámoslo!

—¡M-mirio!

El robusto chico se quitó la ropa rápidamente y se tiró encima del peli-negro quien intento detenerlo con sus manos para amortiguar el peso, Mirio no se hizo de esperar y mordió el cuello de Tamaki haciéndolo jadear con fuerza.

No sabía si sentirse asustado por la repentina acción, avergonzado por haber sido atrapado masturbándose o excitado por como reacciono el rubio.

Mirio sujeto los boxers de Tamaki y los bajo de un tirón dejándolo completamente desnudo y a su mercet, el azabache apretó con fuerza lo hombros del más alto mientras seguía recibiendo besos y mordidas en su cuello y hombros.

—Dios, si solo querías hacerlo me hubieras avisado —Togata lo miraba desde abajo excitado y avergonzado por la situación tan inesperada que se había presentado, Tamaki desvío la mirada mientras murmuraba algo sobre que le daba vergüenza pedírselo —Aunque admito que tenía la fantasía de encontrarte así tocandote solo por mi

Tamaki abrió los ojos impresionado, no sabía que su novio tenía ese tipo de fantasías.

—¿Lo harías otra vez?

—¿Que?

—¿Te masturbarias frente a mi?

—¿¡Como!?

—¿Por favor?

Tamaki tragó saliva nervioso antes de llevar su mano de forma temblorosa hacia su propio pene y empezar con el vaivén, Mirio se mordió el labio sin creerse lo que estaba viendo, su tímido novio se estaba masturbando para el. Era el mejor momento de toda su vida sexual, oh lo que llevaba de ella por lo menos.

Tamaki suspiraba y jadeaba en voz baja, su mano aumento la velocidad y se podía ver líquido preseminal saliendo en la punta, Mirio abrió un poco más las piernas del más bajo para poder tener mejor vista y sin poder evitarlo miro su entrada desatendida.

—Usa tus dedos también —Sostuvo la mano libre de Tamaki y la guío hasta la entrada del azabache

—¿A-ah?

—Quiero ver cómo te tocas Tamaki

La cara de amajiki se tiño de rojo mientras hacía lo pedido, sus jadeos se hicieron más sonoros mientras subía su mano de arriba a abajo cada vez más rápido y jugueteaba con su entrada preparándola para la entrada del rubio.

Mirio miraba completamente hipnotizado como se atendía a si mismo y no pudo evitar imaginarse a su novio haciendo todo eso solo cuando el no estaba, sería increíble atraparlo mientras estaba así.

—A-ah~ carajo~ mirio~ —Aumento la velocidad sintiendo cada vez más cerca su liberación

—Uff~ demonios

Mirio comenzó a masturbarse también con rapidez, sentía su miembro demasiado duro de lo excitado que estaba viendo a Tamaki tocarse por lo que no podía evitar tocarse también para aliviarse un poco, ¿Por qué tenía que verse tan malditamente bien en ese momento?

Tamaki por fin alcanzó el clímax manchando su abdomen con su propio semen, saco los dedos de su entrada y se quedó mirando a Mirio masturbarse mientras lo miraba. Suspiro cansado y apretó los labios sin dejar de mirarlo, su mano subía y bajaba con maestría sin detenerse en lo más mínimo.

Lo miro a los ojos y este le sonrió antes de suspirar por el placer mientras aumentaba la velocidad, volvió a bajar la mirada viendo cómo salía líquido preseminal como gotas deslizándose a lo largo de su pene cosa que logró excitarlo de alguna manera.

—Mierda, necesito meterlo

Al escucharlo Tamaki abrió más la piernas de forma inconsciente, Mirio sonrió antes de comenzar a penetrarlo y embestir con fuerza cuando iba apenas por la mitad. Solto un gemido más alto y agudo de lo normal, el rubio lo miro impresionado mientras él se sonrojaba de la vergüenza.

—No te avergüences, me gusta oírte fuerte y claro

Antes de que Tamaki pudiera responder el rubio lo sujeto de la cadera y colocó su otra mano en la cabecera de la cama embistiendo con fuerza otra vez, el peli-negro apretó los dientes evitando un sonoro gemido que le provocó el repentino movimiento pues le daba vergüenza ser escuchado.

—Dios~ ¿Por qué estás tan apretado?

Mirio siguió embistiendo con fuerza y rapidez sin intención de detenerse para tomarse un mínimo respiro, Tamaki subió sus manos a ambos lados de su cabeza y apretó la almohada con fuerzas mientras su respiración se volvía cada vez más errática.

El sonido de las pieles chocando se escuchaba por toda la habitación, Tamaki comenzó a gemir con más fuerza sin parar sintiendo un cosquilleo en el vientre y las piernas temblorosas. Mirio sujeto sus piernas y las levanto hasta sus hombros cuando vio que lo estaba disfrutando, tenía más acceso de esa manera y se sentía mejor.

-A-AhH~ M-Mirio m~mas desp-acio por favor~

El rubio sintió la necesidad de ir más rápido al escucharlo, sintió como las paredes de Tamaki lo apretaban más y no pudo evitar mover su pelvis de adelante hacia atrás lo más rápido que pudo para poder acabar, solo bastaron un par de embestidas más para que Tamaki alcanzará el clímax por segunda vez con un sonoro gemido y Mirio lo siguió poco después saliendo rápido de su interior acabando fuera.

Ambos intentaron calmarse un poco mientras la adrenalina dejaba su cuerpo dejándolos exhaustos, Mirio se dejó caer al lado de su novio mientras lo abrazaba suspirando completamente satisfecho con lo que acababa de pasar. Tamaki lo vio mientras se tallaba un ojo cansado, seguía sin poder creer que su novio lo había atrapado mientras se masturbaba.

—Deberías hacerlo más seguido, si te vuelvo a atrapar de esta manera sería increíble —comento Mirio con los ojos cerrados listo para dormir

Tamaki no contesto por culpa de la vergüenza que le causó el comentario, en su lugar decidió dormirse también pensando en no repetirlo muy seguido pues Mirio había sido brusco y ahora le dolía la cadera y las piernas, pero no se quejaba del todo ya que ser atrapado de esa manera fue excitante de cierta manera pero no lo admitiría en voz alta.

one-shorts miritama lemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora