18. Sueño humedo

6.8K 388 46
                                    

«Mirio

T-tamaki, ¿Que haces?

El rubio tragó saliva nervioso mientras veía a su amigo semi-desnudo subirse encima suyo con cuidado, sus manos deslizándose debajo de su camisa acariciando sus abdominales lentamente subiendo de forma lenta y tortuosa.

Mirio intento moverse pero le fue imposible no tenía control sobre su cuerpo y el que Tamaki no respondiera lo ponía más nervioso, no recordaba como habían terminado en esa situación por más que intentara buscar en su cabeza simplemente sabía que se había acostado a dormir y el chico apareció encima suyo a mitad de la noche.

El pelinegro comenzó a jugar con sus pesones causándole un gran sonrojo en la cara al rubio, intento mover sus brazos para sostener la cabeza de Tamaki cuando este se acercó para lamer su pecho pero su cuerpo no se movió. Su respiración comenzó a acelerarse cada vez más mientras soltaba jadeos ante la sensación.

—Jeje~ parece que te gusta

Vio a su amigo sonreírle descaradamente sin dejar de pasar su lengua, una de sus manos bajo a lo largo de su abdomen hasta llegar a su entrepierna rosando con los dedos por encima del boxer. Si miembro dio un brinco complacido por el contacto comenzando a ponerse erecto, Mirio respingo con fuerza por eso.

—Uff carajo~

Tamaki dejo de jugar con sus pezones para bajar lentamente hasta sus piernas, sujeto el boxer bajandolo lentamente para dejar su miembro totalmente erecto al aire y lo sujeto sin vergüenza alguna para empezar a masturbarlo. Mirio gimio ante el repentino movimiento apretando los labios avergonzado al segundo, la mano de su amigo subía y bajaba con maestría causándole una sensación increíble.

Ahh~ Tamaki~

Amajiki le sonrió antes de acercar su boca y dedicarse a lamer la punta en círculos sin detener su mano, Mirio por fin pudo moverse pero solamente se apoyó en un codo para levantar su cuerpo lo suficiente y tener buena vista mientras que con la otra mano sostuvo el cabello de su amigo con fuerza mientras suspiraba. Al chico solo le basto con aumentar la velocidad de su mano y lengua para que el rubio se corriera en su boca por fin.

—Mierda~ —El rubio gimio satisfecho de haber llegado al orgasmo por fin, mientras veía a Tamaki lamerse los labios con una sonrisa

—Que rico~

Mirio tragó saliva nervioso, el pelinegro termino de quitarle los boxers y se quitó el suyo propio para volver a subirse encima de él dejándole ver su cuerpo completamente desnudo. El rubio intento desviar la mirada sin saber que hacer, Tamaki por su parte solo se rió mientras le rodeaba el cuello con los brazos obligándolo a mirarlo a los ojos.

—Quiero sentirte dentro Mirio —El nombrado pudo sentir como su pene se volvía a poner erecto

—Dios~

—Mirio

—¿Ah?

—¡Mirio!

—¿Pero que-?»

—¡Mirio despierta ya!

—¡Waa!

El rubio se despertó sobresaltado mirando a todos lados dándose cuenta de que se encontraba en su cuarto y ya era de día, a su lado se encontraba Tamaki con la mirada en otro lado totalmente vestido y nervioso por algo. Mirio frunció el ceño confundido antes de mirarse a si mismo dándose cuenta del por qué su amigo no lo miraba.

Tenía una maldita erección.

Apretó las sábanas con fuerza mientras se movía de lado para que Tamaki no lo viera, había tenido un sueño húmedo con su mejor amigo y lo estaba disfrutando hasta que el lo despertaron. Hubiera deseado despertar antes de que el pelinegro llegará para poder taparse aunque sea pero no, tenía que pasar vergüenza frente a él.

El mundo lo odiaba.

—Perdón yo no-

—T-tranquilo eso es... Normal, a-a cualquiera le puede pasar

—S-si claro, emmm... ¿Me das un momento?

—AH, si

Tamaki salió rápidamente de la habitación para no hacer más incómodo el ambiente, Mirio se cubrió la cara con ambas manos totalmente avergonzado sin saber cómo miraría a Tamaki a la cara después de eso. Si su amigo se llegaba a enterar de que había tenido un sueño húmedo con el estaría igual o más avergonzado que Mirio y lo evitaría por completo.

—Solo espero no haber hablado dormido y decir algo estupido, eso sería el colmo

one-shorts miritama lemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora