7. Amajiki-senpai (2/2)

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Si a Tamaki le preguntarán: "¿Puede un uke convertirse en seme?" el responderia que si, puedes pasar de ser el pasivo al activo de una relación si te lo propones y un claro ejemplo de eso es mirio quien hace menos de un año era el pasivo en su relación, algo tímido y tierno lo cual había cambiado mucho desde entonces.

Mirio fue perdiendo la vergüenza y abriéndose más con Tamaki constante paso el tiempo, también le dedicaba tiempo al entrenamiento y estudio pero sobre todo al entrenamiento, así que no era de sorprender que pegara el estirón y creciera en musculatura superando a Tamaki y pasando a medir 1,85.

Eso no abría sido impedimento para seguir siendo el de abajo, pero al parecer a mirio ya no le agradaba la idea de seguir siendo el pasivo y se lo hizo saber a Tamaki dejándolo medio shockeado, hace mucho tiempo que no era el pasivo en una relación y eso en parte se debía a la inexperiencia de mirio obligándolo a tomar la iniciativa.

Pero ahora parecía que el rubio había digievolucionado o algo parecido, tenía más experiencia y era más alto que Tamaki así que estaba seguro de que podía ser el de arriba sin problema alguno. Amajiki no supo que responder, solo pudo sonrojarse cuando mirio se le acerco con otras intenciones y salir corriendo del cuarto.

De ese entonces ya pasaron dos días y Tamaki no podía evitar ponerse nervioso con la sola presencia de mirio, mientras que el rubio parecía ser consciente de lo que causaba en el y le divertía ponerlo así acercándose lo más que podía solo para verlo evitando su mirada, sonrojandose y poniéndose nervioso.

Tamaki suspiro pensando en todo eso mientras caminaba por la sala del departamento, no estaba prestando atención a su al rededor ya que miraba su teléfono y probablemente ese fue su error al no darse cuenta que cierto rubio se acercaba por detrás como un depredador hacia su persona.

Fue muy tarde para el cuando mirio le quito el teléfono de las manos y lo sostuvo de la cintura atrallendolo hacia el, su trasero chocó contra la pelvis del más alto sobresaltandolo y dejándolo sin palabras. Giro la cabeza solo para ver a su novio apagando su teléfono y lanzándolo lejos, antes de mirarlo a el de una forma que no supo identificar, ¿diversión? ¿Lujuria? ¿Deseo?

—¿M-mirio?

—Ne, senpai —Tamaki se estremeció cuando sintió su aliento en su oído —¿Que tiene de malo ser el de abajo?

Tamaki trago saliva desviando la mirada

—N-nada p-pero...

—Entoces, ¿por que no quiere ser el pasivo?

—S-supongo que... Me a-acostumbre a ser el de arriba

—¿Y... Si quitamos esa costumbre?

Oh mierda

No tuvo mucho tiempo para pensar cuando el más alto lo inclino sobre el sofá obligándolo a colocar sus manos para aguantar su peso, sus latidos se aceleraron más que nada cuando beso su cuello y comenzó a bajar por su espalda, en este momento mal decía el andar sin camisa por la casa con toda su alma.

Mirio aprovechó la falta de prendas para pasar sus manos desde su cintura hasta su pecho, sus manos sujetaron sus pezones jugando con ellos mientras comenzaba a frotar sus caderas contra las contrarias. Tamaki gimio colocando una de sus manos encima de las de mirio intentando pararlo, pero sus cuerpo aceptaba todas las caricias de togata, dejándolo sin fuerza para alejarlo. Mirio sonrió satisfecho por esto, bajando el pantalón de tamaki junto al suyo propio y los bóxers de ambos.

—M-mirio~ e-espera u-n~ momento

—¿Mmm~? No creo

—Maldici- mm~ —El más alto metio dos dedos en su boca callandolo

—Ahora que lo veo bien, el mío es un poco más grande que el tuyo —dijo restregando su pene contra la entrada del más bajo —Otra razón para que yo sea el de arriba

Tamaki intento hablar pero era complicado teniendo mirio penetrandole la boca con los dedos, sus piernas se cerraron de forma inconsciente sintiendo como su entrada se retraia cada que mirio restregaba su miembro sobre ella. Su cara se puso más roja, su respiración comenzo a agitarse y sus ojos se pusieron llorosos, oleadas de placer recorrían su cuerpo cada que el más alto se frotaba contra el.

—¿Ya ve que no es tan malo ser el pasivo?

Su cuerpo fue jalado hacia atrás pegando su espalda contra el pecho de mirio, el pene del más alto se asomo por debajo del suyo propio en medio de sus muslos comenzando a simular embestidas. Los dedos de mirio por fin salieron de su boca dejándolo respirar mejor, un hilo de saliva se deslizó por su barbilla hasta su cuello pero no pudo importarle menos.

—Senpai~ junte bien las piernas por favor

—Ah~

Tamaki hizo caso dejando que sus muslos envolvieran el miembro del Rubio sacándole un gruñido excitado, sus manos se estiraron para sostenerse del respaldo del sofá delante de el dejando que la pelvis de mirio chocara contra su trasero una y otra vez. El sonido de ambas pieles chocando inundó la habitación, era excitante oir lo que sus cuerpos provocaban calentando más el ambiente.

Rato después Tamaki se estremeció al sentír como mirio se corría en medio de sus piernas, mientras el ensuciaba el sofá, semen caliente comenzo a deslizarse por sus muslos a lo largo de sus piernas. Trago saliva cuando el pene de mirio dejó de estar en sus muslos para pasar a su entrada, ya estaba lo suficientemente lubricado y por eso no pudo evitar ponerse nervioso cuando el más alto comenzo a deslizarse en su interior.

Apretó sus dientes cuando entró completamente, era más grande de lo que imagino por suerte mirio se quedó quieto esperando a que se acostumbrara un momento. Claro que eso no duro mucho cuando el rubio comenzo a salir lentamente de su interior, eso lo confundió hasta que el más alto volvió a entrar de golpe dejándolo sin aire.

—¡AH~! —Mirio sonrió ante lo que provocó preparándose para hacerlo de nuevo —E-espera espera, no tan rápido

Togata sujeto con fuerza sus caderas sin dejar de moverse, Tamaki clavo las uñas en el respaldo del sofá gimiendo con fuerza, el sonido comenzo a filtrarse por las paredes alertando a los vecinos sobre lo que estaba pasando pero ambos estaban tan metidos en su mundo que no se dieron cuenta de ese detalle.

—¡AH~! Mi- e-spera demasiado profun- ¡MHm~! ¡Mirio!

—Senpai~

Unas embestidas más fueron suficientes para que ambos alcanzarán el clímax, Tamaki volvió a ensuciar el mueble frente a el mientras el rubio se corría en su interior llenando lo con su espeso y caliente semen. Tamaki tembló como corderito recién nacido cuando mirio salió de su interior, casi cae de rodillas al suelo pero el menor lo sujeto antes de caer completamente.

—¿Estas bien? —Le preguntó mientras lo cargaba al estilo nupcial

—Si, es solo que... —Se quedó callado un momento pensando en las palabras correctas para describir lo que lo que acababa de pasar —Eso fue intenso

Mirio sonrió mientras el azabache hundía la cara en su cuello, decidió cargarlo hacia el cuarto que compartían pero a medio camino se detuvo por unos golpes en la pared. Tamaki se tenso sabiendo lo que significaba eso, su vecina los había escuchado y eso no sería tan malo de no ser por que la puerca era una fujoshi que podía haber grabado los sonidos que se escucharon.

—¡Te dije que te volverías el pasivo tarde o temprano! —Le grito para después reírse

—¡NEJIRE!

—Vaya que le dieron duro, solo era cuestión de escuchar como gemia amajiki–senpai —Se escucho desde la otra pared esta vez

—No puede ser

Mina ashido, su otra vecina, una shipper compulsiva amante del yaoi que shipeaba todo lo que se movía (una vez la vio shippear un cepillo de dientes con la crema dental) siendo ellos su segundo ship yaoi favorito, el primero eran dos de sus amigos cercanos si no mal recordaba Kirishima y el chico Rubio, si no mal recordaba kaminari se llamaba.

—¡Ya dejenlos! ¿¡No ven que están en su momento!? —Y para colmo itsuka kendo, la vecina de arriba, también los oyó

—Matenme por favor

one-shorts miritama lemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora