17. En un lugar publico

8.1K 455 57
                                    

¿Alguna vez les a pasado que están tan calientes que no lo aguantan? Bueno algo así le estaba pasando a Mirio, desde la mañana había tenido una maldita calentura que no podía controlar por culpa de Tamaki, ¿A quien se le ocurre salir al centro comercial estando en medio de tremenda sesión de besos y caricias?

Lo peor de todo es que Tamaki sabía cómo estaba, podía ver cómo Mirio se esforzaban por ocultar la dolorosa erección que le había dejado sin tratar en la mañana, hasta que su teléfono sonó interrumpiendo el momento y de paso arruinandole el resto del día al rubio cuando acepto salir a pasear con su amiga nejire.

¿Se sentía mal por dejarlo así? Un poco, pero valdría cada maldito segundo una vez volvieran a casa Mirio solo tenía que aguantar un poco más. Lastima que Tamaki se dio cuenta muy tarde, Mirio no sería capaz de aguantar ni un minutos más y lo dejo muy en claro cuando lo arrastró a escondidas de todos a uno de los baños del fondo, el cual era de los menos usados.

—¿Que ca-? —Tamaki volteo, entre sorprendido y asustado siendo atrapado por un beso desesperado del rubio —Mirio

El rubio no quería perder tiempo, sujeto las piernas de Tamaki para levantarlo y apoyarlo contra la pared mientras intentaba arrancarle la ropa. Amajiki estaba en un estado de shock intentando detenerlo aún que sea un momento, estaba en un baño publico en el centro comercial ¡No podían hacerlo ahí! ¿¡Y si alguien entraba y los encontraba!?

—Mirio~ c-calmate un moment-o

Su novio jadeo y apoyo la cabeza en su hombro intentando calmar su respiración.

—Lo siento Tamaki pero no pienso aguantar más, No entiendo cómo eres capas de dejarme así tanto tiempo eso es muy cruel de tu parte

Tamaki tragó saliva nervioso sintiendo como Mirio frotaba su erección contra su trasero, por encima de la ropa cosa que lo provocó más, el también tenía ganas pero no por eso se iba a arriesgar y hacerlo en un baño publico dónde podría entrar alguien en cualquier momento... O bueno tal vez si, no escuchaba gente cerca de todos modos.

—Lo are rápido no te preocupes

—Eso es exactamente lo que me preocupa

Mirio sujeto sus pantalones y los bajo junto a los boxers lo suficiente para tener buen acceso sin tener que quitarle por completo la ropa, Tamaki no puso resistencia en realidad ambos estaban así de calientes desde la mañana después de todo y mientras no entrara gente no Había problema.

—U-usa los dedos primero

—No estoy tan desesperado tranquilo —dijo el rubio mientras chupaba sus propios dedos

Tamaki se mordió los labios nervioso, se estaban arriesgando mucho sobre todo por qué su amiga nejire también estaba en el centro comercial y era lo suficientemente sin vergüenza para entrar al baño de hombres a buscarlos, así que tenía que ser rápido y silencioso cosa casi imposible para el.

Mirio metió sus dedos de golpe comenzando a meterlos y sacarlos rápido causándole un escalofrío del placer a Tamaki, subió la camisa del peli-negro lo suficiente para dejar ver sus pesones ya duros y no pudo evitar sonreír por eso. Sin pensarlo comenzó a chupar y lamer uno con fuerza sacándole más jadeos al pelinegro.

Era sorprendente la fuerza del rubio para poder sostenerlo contra la pared hacia todo eso junto, era bueno saber que servía para algo más que dar golpes brutos a los villanos para dejarlos fuera de juego. Bueno, a el también lo iban a dejar fuera de juego pero por otro método.

Mirio sujeto sus pantalones y boxers al mismo tiempo bajandolos de un tirón, Tamaki sintió un escalofrío cuando mirio comenzó a frotar Su miembro contra su entrada de forma insistente. La verdad iba a dejar que continuará pero un ruido afuera del baño lo puso alerta, pero al rubio no pareció importarle mucho.

Mirio —Lo llamo asustado —Hay alguien afuera, ¡Mirio!

No saben que estamos aquí tranquilo

El sonido de la puerta se escuchó, alguien entro al baño y abrió la llave del lavamanos un rato. Tamaki estaba colocando toda su fuerza de voluntad en no hacer ni el más mínimo ruido, al menos en lo que el otro chico se iba, pero Mirio no se lo estaba dejando fácil ignorando por completo que estaban en un maldito baño público.

Finalmente el sonido de la llave cerrándose lo tranquilizó un poco, pero de igual forma Tamaki aguanto la respiración mientras escuchaba como esa persona salía del baño y cerraba la puerta. Mirio siquiera presto atención en lo que su novio soltaba todo el aire que estaba conteniendo pues ya estaba preparado para pasar a la acción.

—Mirio casi no- —El rubio le tapó la boca penetrandolo de golpe

El grito de Tamaki fue ahogado por la mano contraria, igual que los gemidos que le siguieron cuando se comenzó a mover de golpe. Togata sostuvo con fuerza una de sus piernas mientras le tapaba la boca y se movía rápidamente, tamaki intento sostenerse de sus hombros por lo menos al no tener donde apoyarse cerrando los ojos con fuerza en el proceso.

Las embestidas eran rápidas y continuas, Se notaba la desesperación del rubio y lo necesitado que estaba desde la mañana. Tamaki estaba acostumbrado a esa brusquedad en realidad, pero era bueno que Mirio le estuviera tapando la boca y evitando hacer ruido al mismo tiempo porque seguramente ya los abrían atrapado.

Tamaki inclinó la cabeza hacia atrás apoyandose más en la pared mientras apretaba los dientes, Mirio entraba y salía sin compasión alguna queriendo llegar rápidamente al orgasmo cosa que estaba por conseguir y Tamaki no se quedaba atrás. Otro ruido afuera del baño se escuchó pero ninguno le prestó atención.

—Carajo~ tamaki~ —mirio gruñó y finalmente terminó dentro del peli-negro, al sentirlo Tamaki también se corrió con fuerza manchando los a los dos

Ambos intentaron calamar su respiración tras el reciente orgasmo mientras escuchaban como alguien abría la puerta, quien sea que aya entrado no pareció escuchar nada pues solo hizo sus necesidades y se fue como si nada. Los dos se quedaron callados mientras escuchaban al otro tipo irse, fue su señal para acomodar todo y salir del lugar.

Caminaron un rato antes de encontrarse con su amiga nejire mirando su teléfono mientras tomaba un batido sentada en la fuente, la chica levantó la cabeza al verlos llegar como si nada y volvió su vista al celular mientras decía:

—Huelen a sexo

one-shorts miritama lemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora