15. Depredador

8.9K 462 63
                                    

Con mirio mirándolo fijamente Tamaki se ponía muy nervioso, estaba intentando ignorarlo y tomar un vaso de agua tranquilo pero era algo complicado con sus ojos clavados en su nuca al otro lado de la encimera de la cocina, odiaba cuando el rubio hacia eso después de cualquier discusión esperando a que lo mirara solo para poder disculparse y hablar.

Sabía que no tenía malas intenciones haciendo eso, ¿pero era necesario mirarlo como si se lo fuera a comer? Parecía un depredador, esperando a que su presa se descuidara para poder saltarle encima y hacerle quien sabe que. Un escalofrío le recorrió la columna a Tamaki al pensar en mirio de esa forma, encima suyo devorandolo como si-

¡No no no no! Esto era serio y se ponía a pensar en eso justo ahora.

Sacudió la cabeza y dejó el vaso en su lugar antes de caminar lo más rápido que podía en dirección al cuarto, solo quería recortarse un rato sin que lo molestara pero el rubio tenía planes distintos al parecer pues sus pisadas lo siguieron rápidamente fuera de la cocina. Tamaki se sobresalto y comenzó a correr por el pasillo, seguido del Mirio.

Iba a cerrar la puerta rápidamente pero la mano del rubio la detuvo y la abrió de golpe, Tamaki comenzó a retroceder nervioso mientras el más alto ingresaba cerrando la puerta detrás suyo con seguro como si quisiera evitar que su novio escapara, obviamente esto colocó a Tamaki más nervioso de lo que ya estaba antes.

—... —No quiso hablar, solo retrocedió cuando el rubio se acercó lentamente hasta el borde de la cama.

—¿Hasta cuándo piensas ignorarme?

No respondió, solo bajo la mirada hasta el pecho desnudo del contrario, él y su costumbre de dormir sin camisa no ayudaban en ese momento. Mirio frunció el ceño cuando tamaki no le respondió, dando un paso más hacia adelante obligándolo a utilizar sus manos para intentar alejarlo. Tamaki sentía sus piernas pegadas al borde de la cama, pero se negó a sentarse.

Si de por sí su novio era más alto y más robusto que el, caer en la cama y mirarlo hacia arriba lo aria verse mucho más grande todavía y se sentiría más vulnerable de lo que ya se sentía. Mirio decidió sostenerlo de los brazos y empujarlo lentamente hacia atrás con ayuda de su propio peso, y aunque tamaki se resistió terminaron acostados en el colchón.

—¿Me vas a seguir ignorando?

—Yo...

El azabache desvió la mirada nervioso, Mirio sonrió al verlo y eso lo puso peor sobre todo cuando se acercó a su cuello al punto de sentir su respiración, tamaki tembló esperando que hiciera algo que nunca sucedió. El rubio solo subió lentamente hasta su oreja mientras se reía en voz baja, se escuchaba más ronco y sexy de lo normal y se notaba que enserio disfrutaba de esa situación.

¿Me vas a seguir ignorando?

—M-mirio —Tamaki jadeo cuando el más alto comenzó a dejar besos desde su oreja hasta su cuello —E-espera

¡Demonios! Debería estar enojado con el, debería detenerlo y decirle que el sexo no iba a arreglar nada pero para su desgracia si estaba arreglando todo, nisiquiera recuerda por que carajo habían peleado en primer lugar a lo mejor por alguna estupidez, maldito y sensual Mirio que siempre sabia cómo hacerlo caer conociendo cada uno de sus puntos débiles.

—¿Ya me dejaste de ignorar? —Levanto la cabeza para mirarlo otra vez, estaba sonriendo el desgraciado.

—Te odio

—Ni tú te la crees, ¿Seguimos?

Tamaki intento resistirse, enserio que lo intento, pero tener al rubio encima suyo besándolo y acariciándolo ya le estaba causando una erección. Mirio lamió y mordió su cuello y orejas mientras acariciaba sus piernas, escuchar los suspiros y jadeos del azabache mientras sostenía con fuerza sus hombros era lo mejor.

—Ah~ Mirio —Togata no respondió, en su lugar le dio la vuelta sobre la cama y bajo sus shorts junto a la ropa interior dejando su entrada expuesta. Tamaki se sobresalto y giro para sostener el brazo de Mirio deteniendolo.

—¿Que? Pensé que me ignorabas

Paso su mano libre por debajo de la camisa de Tamaki, acariciando su espalda provocándole un gran sonrojo. Amajiki perdió fuerzas cuando sintió la erección de su novio restregandose contra su entrada, Mirio estaba bastante duro y su entrada se lubricaba por si sola causándole más placer.

—Tamaki~ voy a entrar

—¿¡AH!? E-espera no tan ra~gw ah~ —Un poco tarde para avisar, cuando Mirio ya estaba introduciendo su miembro sin miedo —Carajo~

El rubio comenzó a moverse lentamente, dándole tiempo a Tamaki de ir acostumbrándose. El peli-negro suspiro complacido por los movimientos, recostado la frente en la cama dándole un mejor ángulo a Mirio para moverse, el rubio sostenía su cadera mientras soltaba pequeños gruñidos ante la estrechez del más bajo.

—Mmm~ ah~ mirio~

A togata le gustaba mucho escuchar a Tamaki gemir, sobre todo si esos gemidos eran provocados por el así que no dudo mucho en aumentar la velocidad. Tamaki jadeo con fuerza ante el repentino movimiento, mientras las manos contrarias apretaban su cadera con fuerza dejando marcas rojizas en el proceso.

—Ahy~ ¡carajo~!

—jeje~

Mirio sonrió y se inclinó hacia delante, recostó su espalda sobre la de Tamaki y entrelazó sus manos (¿Quien dijo que no se podía ser romántico durante el sexo?) Todo sin dejar de mover su pelvis.

—¡ah~¡ ¡mm~! ¡mirio~! —Tamaki apretó las manos del rubio mientras jadeaba y gemía con fuerza

—Tamaki~

El peli-negro no pudo aguantar más y se corrió ensuciando las sábanas, Mirio siguió penetrando lo un poco más hasta quedar satisfecho. Tamaki se dejó caer cansado mientras el rubio salía de su interior, volteo para mirarlo enojado y nervioso al mismo tiempo.

—Eres un idiota

—¿No me estabas ignorando?

—Sigo sin entender por qué siempre haces eso después de cada discusión

—Por que así arreglamos las cosas más rápido, ¿O no?

—La forma en que me miras da miedo, pareces un depredador —Mirio sonrió ante eso y se acerco a su oído para morderlo

—Por que te quiero devorar mi amor~

Tamaki colocó una mano en su cara alejándolo mientras se ponía rojo como un tomate, tenía que quitarle esa costumbre para que eso no volviera a suceder. Aunque muy en el fondo sabía que no lo aria, y disfrutaría la próxima vez.

one-shorts miritama lemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora