More than just a friend [MLB] #2 ✔︎

||Especial: Adrinette||

Se miró al espejo una vez más, sus mejillas estaban completamente sonrojadas mientras que sus manos temblaban.

— ¡¿Donde esta?! — escuchó la voz de su amiga rubia. La puerta fue abierta dejando a la vista a su amiga con un hermoso vestido, ella la examinó para luego gritar — ¡Dios mío! ¡Marinette estás bellísima!

— Ya se lo he dicho — mencionó la mujer de lentes — Sin embargo no me cree.

— Dios, pareces todo un ángel — aseguró su amiga acercándose y acomodando ligeramente su cabello — Eres la novia más hermosa.

— ¿En serio lo creen? — preguntó con duda — Estoy nerviosa, sé que quiero esto, pero los desee tanto que tengo miedo que sea un sueño.

— No es un sueño, Marinette — dijo la japonesa tomando sus manos — Estas preciosa, y Adrien tiene tanta suerte de tenerte como su esposa, disfruta este momento y guárdalo siempre.

— P-Pero...¿y si se arrepiente? — titubeó — No sé, tengo miedo de no ser...lo suficientemente buena.

— ¡¿Qué te pasa?! — preguntó la rubia exaltada mientras le daba un golpe en el brazo. La giró haciendo que se mirara en el espejo — ¡¿Qué ves ahí?! Yo veo a una fantástica mujer que cumplirá uno más de sus sueños, ¡Eres preciosa, Marinette! ¡Has sido novia de Adrien por años!

— ¡Ambos quieren lo que pasará hoy! — apoyó Alya — ¡Es un día precioso para recordar!

— Adrien te ama con su vida entera — dijo Kagami acercándose a su lado — Eres la vida de Adrien, y él la tuya. Estoy segura que serán las personas más felices. Disfruta este día.

— Tienen razón...— susurró sonriendo — ¡Dios! ¡Me casaré con Adrien! ¡Seré esposa de Adrien!

Todas soltaron un grito de emoción y se abrazaron con amor. Ellas se sentían completamente felices por su amiga, y sin importar qué, estarían con ella.

•••

— Deja de dar vueltas — mencionó el de lentes. ¡Estás a unos minutos de casarte!

— ¡No metas presión Nino! — gritó con enojo — Es solo que...mierda, realmente quiero ser lo suficiente para ella, ella merece todo lo maravilloso del mundo, y...no sé si yo puedo dárselo.

— Claro que puedes — mencionó el de mechas azules — Siempre has podido. La amas y ella a ti. No te preocupes por eso, serán un matrimonio asombroso.

El rubio sonrió con ternura ante las palabras de su amigo.

— Gracias Luka, igual Nino — rió con nerviosísimo — Es solo qué...Dios, la amo tanto que creo no merecerla.

Ese era su miedo, que algún día ella solo se fuera porque él no fuera lo suficiente.

Recuerda que no si quiera pensó con exactitud la manera en la que le pidió el matrimonio. Todo había tan espontáneo, y esa era la razón por la cual su pedida de mano fue tan ridícula y romántica a la vez.

Justo casi hace un año había sido, planificaron con tiempo y lentitud si boda, realmente querían que todo saliera perfecto.