More than just a friend [MLB] #2 ✔︎

What if : Aniversario MTJAF.

❗️IMPORTANTE: Este capítulo es para celebrar el primer aniversario desde el final de MTJAF. NO ES CANON. ESTO NO PASÓ. EL ÚNICO Y VERDADERO FINAL ES EL QUE LEYERON EN EL EPÍLOGO.

Esto es solo un "¿Qué hubiera pasado si el deseo se cumplía?" Sé que ahora hay lectores recientes entrando a leer, o que llevan la mitad, por favor, ustedes NO lean este capítulo hasta finalizar, pues se van a spoilear y MUY FUERTE.

Dicho esto, disfruten :)

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Deseo.

¿Qué es un deseo? Según internet y probablemente muchos sitios web; es el interés que posee una persona en conseguir algo.

Todos tenemos deseos, anhelos o sueños que queremos cumplir; unos más probables a pasar que otros, pero todos son cien por ciento reales. Desde que en nuestra mente se forma la clara imagen de nosotros obteniendo lo deseado empieza a volverse real, porque un deseo no es algo que solo quieres, es algo por lo que estás dispuesto a pelear.

En París había muchas personas que tenían deseos, pero solo tres se esforzaron realmente en cumplirlas.

Henry Lovout; un hombre con un deseo posiblemente improbable.

Nathalie Sancoeur; una mujer con un deseo ciego.

Luka Couffaine; un hombre con un deseo egoísta.

Todos tenían algo en común; su deseo iba ligado al amor, real, inútil o forzado, pero, al fin y al cabo; amor.

—¿Dónde está mi hermano? —Había preguntado Emma.

—¡Papá! ¡Cuidado! —La voz de Louis sonó en el lugar.

Pero era tarde. Nathalie; quien había hecho uso del miraculous del caballo, se posó frente a Chat Noir en un movimiento inesperado, cegándolo por unos segundos debido a la luz del portal, al cubrir sus ojos con sus manos, la mujer aprovechó eso para de un certero movimiento quitarle el anillo.

Cayó al suelo en una firme posición para luego alejarse, y lanzarle a Luka el accesorio, quien lo atrapó con una sonrisa triunfante.

—No...—susurró Adrien en la confusión.

—¡Luka, ahora! —gritó Henry junto a su robot. — ¡Es el momento, la etapa Avenoir!

—Alas oscuras caigan —pronunció el hombre, deshaciendo su transformación.

—¡Papá, no lo hagas! —pidió Zack, acercándose al mayor.

Su hijo, aquel con la mirada suplicante y su corazón latiendo fervientemente en el pecho. Aquel chico de ya diecisiete años que había visto crecer con el pasar de los años, aquel que amó tanto, pero a la vez siempre deseó compartir la felicidad de él junto a alguien más.

Ya no había marcha atrás.

—¡Tikki, Plagg, únanse! —gritó sin titubear.

Un fuerte brillo los cegó. El lugar quedó en un completo silencio, fue en cuestión de segundos en los que Henry, Nathalie y Luka desaparecieron uno a uno de la vista de todos.

Zack se tiró al suelo de rodillas con su vista al frente. Lo hizo, lo hizo, lo hizo; se repetía con sus manos temblorosas.

—¿Qué acaba de ocurrir? —jadeó Kagami.

—Viajaron al pasado —contestó Lidia— Lo lograron.

—N-No —susurró Marinette— No, aún no es demasiado tarde, ¿verdad?