Monstruosa Realidad (MitsuBoru)

INSPECCIÓN 🧧

La mañana se fue desarrollando como todas las mañanas, sin pensas ni glorias. Los muñecos vivientes que me rodeaban tenian el mismo andar,  las mismas frases y cuando querian ser creativos solo mostraban sus deficiencias.

Cuando llegó la hora de salir y estuve fuera del colegio opté hacer algo diferente e ir a casa por otro camino.  Me negaba a acabar convirtiendome en un muñeco viviente más y repetirlo todo cada dia sin emoción ni sentimiento.

        
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La imponencia que tenia esa estructura me llamó la atención al punto de detenerme allí mismo. Nunca antes la habia visto ¿Dónde estuvo todo este tiempo?

Su arquitectura gótica disparaba mi alocada imaginación. Esculturas adornaban el inmenso jardín impregnado de flores de los más variados colores y tamaños.

Las puertas rejas tenia  la forma de serpientes y huesos cuyos cráneos adornaban el centro de las mismas.

A pesar de tener 16 años y de estar rodeado por autómatas sin vida, contagiosa enfermedad de esta presente humanidad, podia decir que conservaba aún intacto el espíritu de aventurero marcado a flor de piel ya que la aburrida monotonía no habia conseguido destruirmelo.

Ésto me impulsó a empujar las puertas rejas y adentrarme en aquel magestuoso jardin de ensueño. Estaba en verdad maravillado e hipnotizado.

La brisa me envolvía acariciando mis dorados cabellos mientras los deliciosos aromas de las flores llegaban a mi con suavidad sutil. Bellísimo. Aquel espectáculo era simplemente maravilloso.

Tan absorto me encontraba que no me dí cuenta de lo lejos habia ido quedando la puerta de entrada a gran distancia de mi persona, por supuesto que tampoco me importaba.  Aquello era algo realmente novedoso que rompia la rutina.

Rosas de todos los colores que podria imaginarme adornaban el jardin. Me sorprendieron los colores que habia aqui, jamas creí que podrian haber rosas violetas entre otras.

Sonreí de placer ya que sentia lejos de la mortal enfermedad de ser un muñeco viviente. Era cono si hubiese dado con el remedio.

Súbditamente una criatura peluda apareció de repente. Un bello felino blanco de ojos celestes surgió detrás de los arbustos y se me fue acercando mientras maullaba. Lo acaricie mientras se restregaba en mis piernas ronroneandome.

Pero un ruido repentino y estridente nos asustó a ambos, solo que mi nuevo amigo gatuno huyó al instante dejandome solo. Cuando volvió a repetirse ese sonido me asusté y opté  por salir de ahí.

Volvi tras mis pasos pero al llegar a la puerta comprobé que permanrcia cerrada con llave. ¿Qué habia pasado? ¿Cómo fue posible tal cosa?

- Tranquilizate Boruto - me dije a mi mismo logrando que el corazón volviera a su ritmo habitual - Ésta es la aventura que tanto deseaste tener ¿o no? Andando entonces.

Tenia que haber otra salida. El sonido amenazador se sintió por tercera vez. Provenia del interior de la mansión gótica. Frunci el ceño al notar una sombra moverse tras una de las ventanas del primer piso.

El cielo fue oscureciendose y fuertes truenos retumbaron por doquier.
- Genial - murmuré, la tormenta se avecinaba y yo aqui sin poder salir.

Cuando las primeras gotas de lluvia empezaron a caer me olvidé de mis temores y recelos dirigiendome así al interior de la mansión.

Por más sombras móviles que  haya dentro de ese lugar, no pensaba mojarme con la helada agua de la lluvia. Ya veria qué haría con esa sombra móvil después.